El triple Crimen de Mendoza que sacudió al país – GENTE Online
 

El triple Crimen de Mendoza que sacudió al país

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Traé cinco ambulancias! ¡El papá de Mia mató a mamá!”. Asustado, después de escapar de la muerte y estar más de cuatro horas encerrado en el baúl de un auto, Bautista –de 8 años– llamó por celular a su abuela materna, Miriam Ortiz.

Eran las ocho de la mañana del domingo 23 de octubre, y dentro de la casa de la calle Entre Ríos 1867 del barrio El Trapiche, en Godoy Cruz, Mendoza, la escena era espantosa: Daniel Gonzalo Zalazar, un profesor de taekwondo de 30 años, había asesinado a su ex pareja, Claudia Arias (30), a Marta Ortiz (45, tía de ella) y a Silda Vicenta Díaz (bisabuela de Bautista, conocida en el barrio como Doña Ñata, de 90 años).

Las tres murieron por golpes, puñaladas y cortes, casi todos en el cuello. Decidido a terminar con la vida de todos los ocupantes de la vivienda, también atacó con saña a dos niños: Lucas (11), un hijo que Claudia tuvo con otra pareja, a quien le asestó 25 cuchilladas, y a Mia, la beba de 10 meses que sería hija suya y no habría querido reconocer.

A la pequeña la golpeó y le cortó la boca. Ambos menores están internados en el hospital pediátrico Humberto Notti, en grave estado al cierre de esta edición. Bautista pudo huir de la masacre: se escondió tras unas plantas a la madrugada y luego saltó dentro del baúl de un auto junto a Coco, el perro de la familia. Una de sus hermanas, de 13 años, se salvó porque no estaba en la casa.

Zalazar, terminada su sangrienta faena, lo buscó por toda la casa y hasta en el patio con una linterna, intentó infructuosamente abrir el baúl y luego escapó en un VW blanco. Según sospecha la Policía al hallar la evidencia el lunes por la tarde, habría descartado el arma blanca homicida en un container cercano a la vivienda. Antes de escapar tuvo tiempo de pensar en cómo borrar las huellas: dejó abierta la llave del gas y una vela encendida, para que la casa estalle.

EL MONSTRUO SILENCIOSO. Zalazar había llegado diez años antes desde Río Gallegos. Era hijo de un profesor de gimnasia y vivía, de joven, en un departamento de clase media sobre la avenida Perón. El periodista santacruceño Juan Cruz Sanz, que compartió con él las aulas del colegio República de Guatemala, refirió en una columna que escribió para Infobae que “El Nacio” –como le decían– “era raro, muy raro, pero quién no lo era a esa edad. Ya mostraba su pasión por las artes marciales. Se sentaba en el fondo, no resaltaba, no hablaba mucho, no era ‘popular’, no se vestía a la moda, no le gustaba el fútbol, no te lo cruzabas en el boliche, nada, nada, nada”.

Pero ni allí, ni en el Municipio de Godoy Cruz, donde daba clases de taekwondo en el polideportivo La Estanzuela y tenía a su cargo entre diez y quince chicos, hubo denuncias en su contra. Y sin embargo, el monstruo anidaba allí, listo para despertar como una célula dormida, silenciosa, que un día comete un atentado.

Con una de sus víctimas, Claudia, tuvo una breve relación. De ella, hace diez meses, nació Mia. Y fue el principio del fin. Porque el asesino –dice Paula Arias, hermana de Claudia– no la quería reconocer. “Pensamos que sería un noviazgo pasajero, hasta que mi hermana quedó embarazada. El no quiso saber nada y se fue al Sur. No quería ni recibir fotos de su hija”. La noche de los crímenes llegó a las dos y media de la madrugada. Según Paula, habían quedado en verse, “porque él se había comprometido a darle plata o leche para la beba”. Con el transcurso de la noche, la charla fue subiendo de tono hasta desembocar en la tragedia. Aparentemente, ella quería que se sometiera a un ADN. Y él se negaba. Lo concreto es que el odio se apoderó del hombre y mató a todos los que pudo.

DETENIDO. Al salir de la casa, con su remera blanca ensangrentada y la mano herida, se dirigió hasta el hospital Central. Allí les dijo a los médicos que había sufrido un robo. De inmediato, éstos hicieron la denuncia policial. Cuando llegaron los uniformados, sumado al relato de Bautista, fue detenido y trasladado a la Comisaría 7ª. Allí se habría querido suicidar. El fiscal Santiago Garay lo imputó por “homicidio agravado”. El lunes lo llevaron a la prisión Boulogne Sur Mer, donde permanece en el Pabellón 5, destinado a los autores de delitos sexuales. Zalazar se declara inocente y sólo dice: “Todo se va a aclarar”.

Mientras el asesino era admitido en la unidad carcelaria, una nueva marcha contra los feminicidios se llevaba a cabo en Mendoza capital. En esta provincia fueron asesinadas 16 mujeres en lo que va del año. El miércoles 19, como en todo el país, cinco mil personas se habían reunido para exigir “Ni Una Menos”. Claudia Arias y Marta Ortiz estaban entre ellas. Hoy están muertas.

Una de
las tres muertas fue
su novia durante
un breve lapso. De
esa relación nació
Mia (10 meses), que
está grave por las
heridas que le causó
su padre. Este nunca
quiso reconocerla,
y eso derivó en
su furia asesina.
Como profesor de
taekwondo, él sabía
bien cómo y dónde
golpear.

Una de
las tres muertas fue
su novia durante
un breve lapso. De
esa relación nació
Mia (10 meses), que
está grave por las
heridas que le causó
su padre. Este nunca
quiso reconocerla,
y eso derivó en
su furia asesina.
Como profesor de
taekwondo, él sabía
bien cómo y dónde
golpear.

1. En otros
tiempos, Zalazar
y Claudia con los
hijos mayores de
ella, en un evento
de taekwondo. 2
y 3. Claudia con
sus hijos: la más
pequeña, Mia, de
10 meses, era hija
de Zalazar y está
hospitalizada, herida
por su padre. De
los otros tres la
mayor, de 13, no
estaba en la casa;
Lucas, de 11, recibió
25 cuchillazos; y
Bautista, de 8, se
salvó escondido en
el baúl de un auto.

1. En otros
tiempos, Zalazar
y Claudia con los
hijos mayores de
ella, en un evento
de taekwondo. 2
y 3. Claudia con
sus hijos: la más
pequeña, Mia, de
10 meses, era hija
de Zalazar y está
hospitalizada, herida
por su padre. De
los otros tres la
mayor, de 13, no
estaba en la casa;
Lucas, de 11, recibió
25 cuchillazos; y
Bautista, de 8, se
salvó escondido en
el baúl de un auto.

1. La abuela de Claudia
Arias, Silda Vicenta
Díaz, una de las
muertas por Zalazar.
2. La tía de Claudia,
Marta Ortiz, también
fue asesinada. 3. La
casa del barrio El
Trapiche, de Godoy
Cruz, donde ocurrió la
masacre el domingo
23. 4. Cratus, el
gimnasio donde Zalazar
practicaba crossfit. 5.
El triste momento del
retiro de los cadáveres.

1. La abuela de Claudia
Arias, Silda Vicenta
Díaz, una de las
muertas por Zalazar.
2. La tía de Claudia,
Marta Ortiz, también
fue asesinada. 3. La
casa del barrio El
Trapiche, de Godoy
Cruz, donde ocurrió la
masacre el domingo
23. 4. Cratus, el
gimnasio donde Zalazar
practicaba crossfit. 5.
El triste momento del
retiro de los cadáveres.

Zalazar, preso
en una celda de
la Comisaría 7ª,
cometió sus feroces
asesinatos en la
mañana del domingo
23 de octubre.

Zalazar, preso
en una celda de
la Comisaría 7ª,
cometió sus feroces
asesinatos en la
mañana del domingo
23 de octubre.

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