“El sexo es un arte, es buscar que el otro sienta” – GENTE Online
 

“El sexo es un arte, es buscar que el otro sienta”

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Los precios no se preguntan. Yo arraso”, cuenta Victoria Vanucci (27) cuando, dentro de su vestidor y con algo de ingenuidad, la cronista le pregunta a la modelo, ex tenista y actual pareja de Matías Garfunkel (36), si tuvo algún tipo de reparo al comprar durante el último viaje que hizo a París con el poderoso empresario. Roland Garros fue la excusa para un tour de cuatro días que poco y nada tuvo de tenis y terminó entre las maisons Chanel, Agent Provocateur, Alexander McQueen y Christian Louboutin, por nombrar sólo algunas de las marcas por las que Victoria hizo pasar su platinum. Más de quince pares de zapatos de no menos de 400 euros; botas de caña alta por exactos 754 euros; cinco chaquetas Chanel –de las clásicas– que rondan los 450 euros... Apenas una parte de lo que trajo en sus valijas, cuando todavía le quedan cinco sin desarmar. Un verdadero atracón fashionista, después de la pérdida de un embarazo, de atravesar una crisis de pareja, y a días de presentar en el Malba su primer libro de fotos, con ella como protagonista.

Así es como, dispuesta a hablar de su recuperación, la modelo recibe a GENTE en el loft que su hombre le regaló en San Isidro. También está Florencia, su hermana mayor, para cumplir justamente ese rol: cuidar cada detalle de lo que pasa en el departamento –limpia, ordena, busca– y estar atenta a lo que Victoria diga. Tan atenta que, con la anuencia de Victoria, presencia la entrevista. ¡Menuda tarea! Intentará frenarla, pero...

–¿Qué significa publicar el primer libro de fotos en este momento de tu vida?
–Es un sueño cumplido. Encontré dónde volcar un montón de ideas que andaban desordenadas en mi cabeza. El libro resume lo que pienso y creo. Hacerlo me llevó siete meses; estuve en el armado y la edición. Lleva mi nombre verdadero, Victoria Vannucci, con las dos “n” (el artístico es con una sola). No lo saqué para hacerme la linda. Cada idea tiene un significado. Es mi vida.

–Hay escenas muy fuertes.
–Es mi cabeza. Hasta lo más oscuro que me pasó está ahí.

–¿Por ejemplo?
–Agarrá el libro y fijate (NDR: hay imágenes en las que se la ve en la cama con mujeres, con más de un hombre, sobre cuerpos enfundados en bolsas de plástico, desnuda y a punto de caer en una pecera con pirañas). Tenía ganas de hacer una locura. Las fotos y el libro ordenan el lío que tengo en la cabeza.

–Te nombro una que me impactó y me viene ahora a la cabeza: la que estás con la fusta, sentada en el sillón, delante de la pared que tiene colgadas, cual ciervos muertos, cabezas de hombres. ¿Qué tenés para decirme de ésa?
–¿Qué pensás vos cuando la ves?

–¿Los hombres que pasaron por tu vida?
–Eso mismo... (“trofeos”, acota su hermana). No, ¡son personas! Es el pasado romántico de mi vida.

–Con una connotación sexual muy fuerte.
–¡Muy! Estoy desnuda en todo el libro. Hay un gran prejuicio: si alguna vez hiciste fotos sexys o más jugadas, creen que después no podés hacer otra cosa. Para cambiar el perfil te tenés que tapar hasta el cuello. Yo digo “no muestro más el culo”, pero en realidad hablo de empezar a mostrarlo como quiero. Toda carrera tiene un principio, y ya lo pasé. Ahora estoy para lo artístico.

–Entonces, ¿qué es el arte?
–No puedo definirlo. Aunque tal vez sea generar y trasmitir para que el otro sienta algo.

–¿Dirías que el sexo es arte?
–¡Claro! Es un arte, es buscar que el otro sienta algo. Así como puede serlo todo lo cotidiano.

–También escandalizás con la religión. ¿Por qué?
–Son los límites que siempre busqué y con los que me gustó experimentar. Hay mucha gente religiosa y la respeto, pero sé que va a dar para la polémica. Las fotos son mi medio para comunicar, porque cuando hablo, en general meto la pata. ¡Debería sacar un libro por año! Además, todo está muy visto, y es aburrido ver siempre lo mismo. Y sí, soy atrevida.

–Sos polémica y lo disfrutás.
–Sí, pero puedo estar en este lugar porque me lo gané con muchos años de trabajo. Conmigo la gente no sabe lo que va a encontrar. Sorprender está buenísimo y a veces es muy difícil.

–No pasó mucho más de un mes desde que perdiste tu embarazo y se te ve bien. ¿Estás mejor?
–Estoy muy bien, y muchísimo mejor que hace un mes. Perder ese embarazo fue muy feo, pero ya pasó. Puedo levantarme y salir a morder el Obelisco. El libro me sacó adelante, me ayudó a combatir los bajones. Ya quiero que llegue el día de la presentación en el Malba.

–¿Cuánto te ayudó a sanar esta mini-luna de miel que vivieron con Matías en París?
–¡Muchísimo, por supuesto! Le sirvió a la pareja, y a mí en lo personal. Estamos juntos y muy bien. Además, cada vez que vuelvo de un viaje se me ocurren ideas nuevas.

–Están juntos, pero vos tenés este departamento y Matías el suyo. ¿Dormís acá o allá?
–Hay cosas que uno se guarda... Este es mi lugar. Aunque voy de allá para acá. ¡Vivo en el aire! Estoy por todos lados... y en ninguno.

–¿Cómo es eso de que iban a ver Roland Garros y terminaron de compras?
–¡Somos así! Sacamos tickets para un partido, pero nos quedamos dormidos y todavía los tengo en la cartera... Me cuelgo mucho. Hago lo que tengo ganas de hacer. No puedo programar.

–Y por lo que nos mostraste de tu vestidor, las compras fueron desaforadas.
–Bastante. Pero son sólo gustos que me puedo dar. Me pasa algo loco: tengo miles de zapatos, carteras y vestidos, pero estoy todo el día en zapatillas All Star. Mi vestidor está lleno de cosas muy lindas que casi no uso.

–¿Cómo te llevás con la plata?
–¡Yo no tengo plata!

–¡Ese vestidor vale mucha plata!
–Pero yo no tengo nada. Estoy al lado de un empresario exitoso, al que le va bien, que es divino y me regala de todo, pero mi vida sigue tal cual. Me adapto a cualquier cosa. Siempre tuve los pies sobre la tierra, aunque muchos crean que soy soberbia. La vida me cagó más a palos que lo que mucha gente se imagina. La prensa sólo sabe lo que yo quiero que sepa. A mí no me llena una cartera, ni un par de botas.

–Decime las diferencias entre Matías y tu ex marido, Cristian “El Ogro” Fabbiani.
–Entre mi ex marido y mi actual pareja todo es distinto. Matías me equilibra. Es un empresario serio y muy inteligente. Me ayuda a mejorar como persona.

–¿Te volverías a casar?
–Primero me tiene que salir el divorcio. Pero, igual, ni lo pienso. Casarse no une a nadie. ¡Ya lo viví! Aunque sé que hay un archivo y no sé qué haré mañana. Tal vez cambie de idea... En su momento me casé, porque soy impulsiva. Tengo mucha sangre en las venas. Y no me arrepiento de lo que hago, sino sólo de no hacer las cosas. Siento que me titilan en la cabeza. Por suerte hay algunas que pueden deshacerse.

–¿Vas a volver a intentar tener hijos?
–Después del chasco que me acabo de llevar, ese tema es muy difícil para mí. La verdad, ya no pienso en tener hijos. Desde su loft en San Isidro, confiesa: “La vida me cagó a palos más de lo que mucha gente se imagina”.

Desde su loft en San Isidro, confiesa: “La vida me cagó a palos más de lo que mucha gente se imagina”.

“Tengo miles de zapatos, carteras y vestidos, pero me paso todo el día en zapatillas All Star. Estoy al lado de un empresario exitoso, al que le va bien, que es divino y me regala de todo, pero mi vida sigue  tal cual”.

“Tengo miles de zapatos, carteras y vestidos, pero me paso todo el día en zapatillas All Star. Estoy al lado de un empresario exitoso, al que le va bien, que es divino y me regala de todo, pero mi vida sigue tal cual”.

“Después del chasco que me acabo de llevar, el tema del embarazo es muy difícil para mí. La verdad, ya no pienso en tener hijos”.

“Después del chasco que me acabo de llevar, el tema del embarazo es muy difícil para mí. La verdad, ya no pienso en tener hijos”.

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