El primer game de este romance – GENTE Online
 

El primer game de este romance

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"Si la traés acá, me muero. ¡Mirá que recién nos conocemos!" El
pedido, entre S.O.S. y ganas de, corrió desde el celular de Gastón Gaudio (26)
hasta el de un cercano interlocutor. De Gaudio, que acababa de batir a Mariano
Puerta 6-4 - 6-4 y caminaba hacia la conferencia de prensa como rey del ATP de
Buenos Aires. Enseguida, sonriente, algo colorado y siempre con el celu pegado a
la oreja, dijo:
-Ahora me voy a la cancha (es fan de Independiente), pero después la llamo y…
vemos.

La. ¿Quién era la? Veamos…
....................................................................
Jueves, diez de la noche. Court central del Buenos Aires Lawn Tennis
Club
. Mariano Zabaleta ya cayó ante el español Nicolás Almagro. Arriba el
telón para el segundo acto del Gato Gaudio. De pronto, entrada al estadio de
Marcela Kloosterboer (21), rara avis en los duelos del deporte blanco, e
instalación (¿deliberada?) detrás del Clan Gaudio: el entrenador Franco Davín
and Co. Gato sin guantes que cazó ratón: el brasileño Flavio Saretta, que se
rindió luego de un mortal 6-3 - 6-2: nada que discutir. Eso, mientras ante cada
golpe, Marcela aplaudía de pie y repartía miradas cómplices. Final, Gato a
cuartos, y partida en el Mercedes Benz de la ATP rumbo al hotel
Intercontinental. Final, Marcela en su auto con una amiga, rumbo a su casa. Por
ahora, nada que comentar.

EL DIA D. ¿O EL DIA K?. Avanza la semana. Avanza el torneo. Avanza el
Gato, y Marcela no se mueve de su poltrona, y sigue festejando a los gritos cada
smash, cada drive, cada ace. Alguien -un cholulo- pregunta
por la model Natalia Forchino (ex de él) y por el actor Mariano Martínez
(ex de ella). Pero nadie le responde. Ahora, domingo 13. Final-final. Gaudio-Puerta.
Ultimo punto, el Gato que se acuesta largos quince segundos sobre el rojo polvo,
Marcela que salta como un resorte, abrazada a su amiga. Martín Jaite, bastonero
de la lid junto a Christian Miniussi, empuña el micrófono: se viene la entrega
de premios. El Gato, ya sin disimulo, mira hacia la tribuna y hace girar su
cabeza como un periscopio. Es evidente: la busca. Ella (dicen los testigos), "se
muere
" por levantar la mano y encontrar la mirada. Imposible: los paparazzi
acechan. Pero el amor -o la chispa, o la corriente eléctrica, o el relámpago-
los encuentra. Hay miradas, hay sonrisas, parece que hay química.

"VENGO POCO, PERO…" Más de un cronista caza la historia al
vuelo: Gato y Marcela, algo pasa, vamos a la carga. "Venís mucho al tenis"
(¡que obvio!). Y Marce dixit: "No. Pero siempre hago fuerza por los
argentinos. La organización me mandó entradas, y vine…
(¡qué sacrificio!)
¿Quién quería que ganara? Hummm… Chau. Besos
".

Corte. Hablemos de tenis. Gaudio tenía que viajar a Costa de Sauipe (Brasil)
para seguir pulverizando muñecos… pero "no va a poder ser: tengo una pubalgia.
Quiero estar bien descansado para el torneo de Acapulco
". Más de una mala
lengua juró que la súbita pubalgia era "sospechosa". Los malos nunca
faltan…

Corte. Hablemos de tele. Marcela estaba lista (casi maquillada) para
Bendita vida
, la new tira del 9 -heroína: Araceli González-, pero le
cayó encima un fatal "no hay presupuesto".

Ecuación: Gaudio rumbo a Acapulco, Marcela desocupada. Ecuación II: ¿hay
mejor punto del mapa para enamorarse que Acapulco? Hipótesis de trabajo:
después, Roland Garros (París). ¿Hay lugar más perfecto que París para eso?

EL GATO LA TIRA AFUERA. Sí. Dijo que prefiere su casa al mundo. Que lo
mejor que pudo pasarle fue que Guille Vilas le diera el premio. Que lo emocionó
Gaby Sabatini. Que etcétera. Pero nunca-nunca-nunca dejó de mirar a la tribuna.
Y ella, la que fue porque le regalaron la entrada, nunca-nunca-nunca dejó de
mirar el rojo escenario donde él, de espaldas y mirando al cielo… seguía mirando
de reojo a la tribuna. Sí. Que Roland…, que Acapulco, que el Gran Slam, que
Vilas, que Sabatini, que gracias a las seis mil personas que me aplaudieron, que
patatín, que patatán. Pero Marcela seguía allí, y él lo sabía, y después dijo
aquello de "Si la traés, me muero". Esta historia está recién en el
peloteo previo. Esperemos el primer set…

Gaudio sostiene la copa y mira hacia la tribuna en la que está Marcela, que aplaude con todas sus fuerzas después de seguirlo partido a partido. A buen entendedor…

Gaudio sostiene la copa y mira hacia la tribuna en la que está Marcela, que aplaude con todas sus fuerzas después de seguirlo partido a partido. A buen entendedor…

Kloosterboer sigue atenta el juego.

Kloosterboer sigue atenta el juego.

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