La última de Kim Kardashian, reina de la opulencia, fue un viaje a Cannes por horas. La mujer de Kanye West viajó al sur de Francia para un evento de la joyería mega exclusiva Grisogono y no dejó de retratar su escapada en cuanta red social tiene a su alcance.
El viaje arrancó en Nueva York con Kim enfundada en un vestido largo de Vivenne Westwood que se puso para ir a una entrega de premios.
Con ese mismo vestido partió al aeropuerto. Avión privado solo para ella y su staff, con tapizado de cuero y un intento de cama con almohadas y sábanas. Todo compartido en Snapchat bajo el slogan “total normalidad”.
Ya en Cannes, Kim pasó por lo que parece un broker de joyas. Ahí contempló diamantes de diferentes formas y colores de entre $5-28 millones de dólares.
Cambio de vestuario, vestido plata y nude de Lanyu con un rodete tímido que dejaba brillar un increíble par de aros en forma de lágrima. Saludo, fotos y avión de vuelta a casa. Todo en menos de 24 horas.
Avión privado y "total normalidad". Foto: Snapchat
Foto: Snapchat
Pequeños diamantes. Foto: Snapchat
+ diamantes. Foto: Snapchat
Fiesta. Foto: Snapchat
Vuelta a casa. Foto: Snapchat
