El impresionante cambio estético que sufrió la histórica Confitería del Molino luego de su restauración – GENTE Online
 

El impresionante cambio estético que sufrió la histórica Confitería del Molino luego de su restauración

La impactante puesta en valor de una de las joyas arquitectónicas del siglo pasado con las que cuenta el país se ve reflejada en las fotos del antes y el después. 
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La Confitería del Molino está a punto de reabrir sus puertas luego de un exhaustivo trabajo de restauración. La puesta en valor del edificio histórico está en la recta final y la ansiedad, sobre todo de los fanáticos de su arquitectura y de su belleza, comenzó su cuenta regresiva. “Es un gran rompecabezas estético”, fue la frase con la que resumió la cuestión el arquitecto Guillermo García en una charla con Infobae.

El antes y el después del reloj (Foto: Infobae)

La confitería fue creada por los pasteleros Constantino Rossi y Cayetano Brena, luego de comprar un predio ubicado en Rivadavia y Callao, en 1904. Años más tarde, como homenaje a la Independencia nacional, convocaron al arquitecto italiano Francesco Terenzio Gianotti, el encargado de darle el estilo que luce hoy en día.

El antes y el después del salón principal (Foto: Infobae)

“Estamos hablando del edificio más emblemático del Art Nouveau. Gianotti, luego de recibirse en Italia se formó en Belgica, donde nació ese estilo arquitectónico. Llegó a Buenos Aires cuando tenía 28 años. Cuando Brenna lo contrató ya estaba haciendo la Galería Güemes, que en ese momento era el edificio más alto de la ciudad”, contó García.

El antes y el después de la fachada y los balcones (Foto: Infobae)

“Tardó muy poco en terminarla, algo más de un año. A nosotros nos llevó más tiempo restaurar todo lo envolvente, que a Gianotti construirla. Trajo una mirada de la vanguardia. Además, tenía un hermano que importaba productos de ornamentación prefabricados, con lo cual buena parte de los elementos ornamentales del Molino son italianos o de otros países de Europa”, recordó el arquitecto a cargo de devolverle la esencia.

El antes y el después de la cúpula (Foto: Infobae)

La confitería había cerrado sus puertas en 1997 e inmediatamente fue declarada Patrimonio Histórico Nacional. Más allá de esto, lo único que se consiguió fue que no se destruya o se venda, pero lo que no pudieron evitar fue el deterioro producto del abandono del edificio, que tiene unos 6.900 metros cuadrados cubiertos, distribuidos en varias plantas.

El antes y el después de los vitrales de la cúpula (Foto: Infobae)

En el 2014 se expropió mediante la Ley 27.009, que lo transfirió al Congreso de la Nación. Allí se creó una comisión administrativa que tomó posesión en julio de 2018. Inmediatamente comenzaron las tareas para ponerlo en pie.

El antes y el después de las aspas del molino, emblema de la construcción (Foto: Infobae)

En total, el Congreso contrató a 40 especialistas para los distintos talleres: vitrales, madera, estucados, terminaciones superficiales, moldería, electricidad, entre otras tareas. El costo estimado, hasta el momento, es de 100 millones de pesos.

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