El hijo de Pablo Escobar se unió a la nueva tendencia de las celebridades y cobra por enviar saludos personalizados – GENTE Online
 

El hijo de Pablo Escobar se unió a la nueva tendencia de las celebridades y cobra por enviar saludos personalizados

El hombre de 44 años cobra entre 50 y 500 dólares por enviar mensajes y saludos a sus seguidores de todo el mundo.
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Juan Pablo Escobar, el hijo del mayor narcotraficante colombiano, Pablo Emilio Escobar Gaviria, se unió a la nueva tendencia de las celebridades que cobran por enviar saludos personalizados a sus fanáticos. 

El arquitecto, escritor y pacifista adhiere a la idea de muchos influencers de que de esta forma logra “conectar” aún más con sus seguidores. Lo cierto es que el hijo de Pablo Escobar cobra entre 50 y 500 dólares por mensaje dependiendo si es escrito, con una foto o grabación. 

La plataforma que utiliza para realizar la venta de sus mensajes es Vibox. Según explica el sitio oficial esta cuenta permite que celebridades del cine, la televisión, los deportes o de YouTube e Instagram, “envíen videos personalizados y exclusivos, ya sea para felicitar a tu mejor amigo o para recibir un saludo y lo compartas en tus redes sociales”.

Las formas de pago son tarjeta de crédito, débito o paypal. Entre otros famosos que se unieron a esta tendencia se encuentran tiktokers, modelos, futbolistas y ex estrellas del deporte internacional. 

A pesar del negocio que significa esta interacción para el hijo de Pablo Escobar el hombre aclara en su perfil de Vibox que parte del dinero que ingresa a su cuenta es donado a una fundación aunque en ningún momento detalla cuál es ni que porcentaje estimado es el que se le transfiere. 

Aunque toda su niñez Juan Pablo Escobar la recuerda como un sueño viajando de país en país y siendo mimado por su millonario padre todo cambió a partir de 1984 cuando comenzó la guerra entre bandas narcotraficantes en Colombia y su vida recién retomaría la tranquilidad cuando su padre se entregó a las autoridades del país en 1991. 

En 1993 el joven huyó junto a su madre de Colombia y jamás se unió a bandas criminales de su país, viviendo durante años como un exiliado y aprendiendo a convivir con la historia de su legado.

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