“El embarazo me hace sentir más mujer” – GENTE Online
 

“El embarazo me hace sentir más mujer”

Actualidad
Actualidad

Disculpá, ¿y el grabador?”, pregunta. “¿Grabador? Traje libreta y lapicera”, le contestamos. “¿No vas a grabar?”, continúa. “Pensaba anotar…”, avanzamos. “Pasa que últimamente me sucedió que en mis notas aparecen palabras que no uso”, explica. “Algo grave. Pero confíe: ahora no va a ocurrirle”, le prometemos. “¿Qué hacemos?”, piensa cinco segundos. “Okay, confío”, le regresa la sonrisa a Ana Carolina Ardohain, sentada en un puf anaranjado de Medialunas Calentitas, pegada a la central puntaesteña de Dotto Models, en José Ignacio, ofreciendo un café, dejándose fotografiar junto al hijo de un turista y… “Disculpá, ¿me parece a mí o vos y yo vivimos algo parecido a esto hace un año exacto?”, redondea sus ojos marrones.

–Acertó, ¡dejà vu!, y camino hacia aquí pensábamos mencionarle algunas de tales similitudes. No esperábamos tantas. Aunque existe una diferencia poco importante y otra fundamental. A saber: la temporada anterior pusimos un añejo grabador Panasonic de por medio, y entonces éramos dos personas, no tres.
–(Bambolea la mirada y se acaricia la panza). Seguro, en aquella oportunidad hacía ocho meses que había sido mamá, y ahora llevo 33 semanas, es decir, voy para los ocho meses de embarazo.

–También sostenía, entonces, que ya pensaba en un segundo hijo. ¿Recuerda cuántos integrantes tenía su dibujo escolar de familia soñada, el típico de la niñez, en su La Pampa natal?
–Hmmmm, no me acuerdo… Que Blanca (casi un año y ocho meses) se haya convertido en una chiquita tan tranquila, de buen carácter, nos convenció de que debíamos reincidir pronto en la experiencia. Y encargamos. Ella, que nació el 15 de mayo de 2006, y el bebé o la beba, que llegará a fines de febrero, van a llevarse cerca de dos años. La reina deberá compartir su trono. Nada de reina y princesita, eh... Y digo reina porque ya empieza a sacarme las pulseras y pone trompita para que le pinte los labios… ¿A quién habrá salido?

–¿De verdad no saben el sexo? ¿O esconden el dato para la familia?
–De verdad. De nuevo, pretendemos sorprendernos. Ojalá repitamos el parto natural. Tampoco pensamos nombres. Incluso reservamos habitaciones en dos clínicas, una chilena y una argentina, porque no tenemos idea del sitio en que nacerá. Seremos una familia de dos chilenos y dos argentinos o tres chilenos y una argentina. Hay que esperar. Vamos detrás de donde el trabajo lleve a Benjamín (Vicuña, 29).

–¿El tampoco aparecía coloreado dentro del dibujo como el hombre soñado?
–Aunque me esfuerzo, no me viene la imagen de ese dibujo. Más que el hombre soñado, Benjamín es el hombre que elegí y elijo. Cada día arranca de cero. Estoy súper enamorada de él, de su romanticismo en el punto justo, de su caballerosidad, de su serenidad, de su condición de padre.

–¿Padrazo? ¿Le gusta la palabra “padrazo”?
–¿Si me gusta?

–Intentamos evitar términos que usted no usa.
–Claro, padrazo... Me encanta. Descubrirlo cuando hace reír a Blanca, me puede.

–¿Y descubrirse usted de perfil, frente al espejo, cómo lo lleva? ¿Encuentra diferencias sustanciales entre aquel embarazo y el actual?
–Pocas. Que éste pasa más rápido. Volví a sufrir el calor, el insomnio, los pies hinchados…, a no tener antojos, a saborear los alimentos naturales. Sigo guardando cada recuerdito, y armo álbumes de fotos. Respecto al trabajo, la rutina resultó parecida: no paré demasiado. Me cuesta parar. Participé en Bailando por un sueño 4, posé para la campaña de trajes de baño y ropa interior de Getien. Debí usar tamaño medium en lugar de mi acostumbrado small o extra small. Dos semanas atrás regresé de un trabajo en Merlot, Tahití. El sábado 12 de enero iré a la Fiesta de GENTE en el hotel Conrad, y listo, a relajar y aguardar el gran día.

–Apenas Mafalda se enoja con su progenitora, Raquel suele subrayarle que ambas se recibieron, de hija y de madre, al mismo tiempo. Antes de que Blanca le lance un planteo parecido, ¿qué cree que aprendió con ella que podrá aplicar ante su próxima criatura?
–Aprendí qué remedio utilizar para la fiebre, cuál para los sarpullidos, la manera de cambiar pañales y la de provocar un provechito. Un hijo te permite conocer un amor distinto a cualquier otro, y tomar conciencia de situaciones que te pasaban por alto. Cuando ves malas noticias en un noticiero, te chocan el doble. “¿Qué porvenir les dejamos a los chicos?”, pensás preocupada… Pero prefiero que no nos adelantemos. Dejáme disfrutar la última etapa.

–¿Cuánto anda pesando hoy?
–¿Te dije un año atrás que un caballero no le pregunta a una dama por ciertas cosas, verdad? Poné que aumenté nueve kilos, incluido algún helado de dulce de leche que me tomé. Con Blanca había subido doce o trece.

–¿Tampoco podemos consultarla sobre las medidas de sus lolas luego de amamantarla?
–Olvidáte. Las medidas son íntimas. Sí, la amamanté durante un año. La llevaba a viajes, entrevistas, producciones, campañas, estudios de tele. Lo tomé como un compromiso. Me informé, me sumé a la campaña de UNICEF y voy a repetir. No imaginás el increíble vínculo que se genera. Una situación…

–¿Sublime? ¿Nos aprobaría la palabra sublime?
–Maravillosa. Poné maravillosa.

–Vínculo pecho-hijo al margen, después de amamantar, ¿sus partes posteriores sufrieron una leve o pronunciada caída libre, la indomable ley de gravedad?
–Vengo zafando de las consecuencias de esa ley. ¡Todavía no se me cayó nada! Mi genética ayuda... y mi esfuerzo, porque nado media hora diaria, y hasta unas semanas atrás practiqué spinning.

–Supongamos que sucediera lo que ningún argentino desea que sucediera, ¿se subiría a una camilla y sacaría pasaje para la sala de cirugía?
–Nunca lo he hecho y todavía no sé si lo haría. En un futuro lo discutimos.

–Entretanto, ¿cómo se siente una de las principales modelos del país luciendo bikini, a pesar de los kilos extra?
–Pará. ¡No me animé a tanto como Demi Moore en la revista Vanity Fair, che!... Bueno, de entrada, no relacionaría mi imagen a la de una mamita sexy. No, no. El embarazo me hace sentir completa, más mujer.

–¿Plena?
–Me encanta la palabra plena.

–¿Equivale a su percepción general actual?
–Perdón, ¿a qué te referís?

–En la última época, al menos desde que es conocida, ha sufrido un accidente grave de auto, surgió un hombre autodeclarándose su padre, transitó un divorcio cargado de ataques y denuncias dolorosas… Feliz en pareja, chocha en el rol de madre, embarazada de siete meses y pico, repleta de propuestas post-parto, ¿le llegó nomás el mejor momento de su vida?
–Es un gran momento. El mejor viene en camino.

–¿Nos está adelantando que recordó, al fin, el viejo dibujo del colegio, y aparece algún otro niño en él?
–¿Quién sabe? Tal vez aparezca, como tal vez probablemente aparezca una casa de campo en la cual criarlos a pura libertad.

–¿Aceptaría las palabras dos más?
–Prefiero familia numerosa.

Producción: Sofía Delger
Foto de Benjamín Vicuña: Javier Moreno
Peinado y maquillaje: Juan Manuel Cativa
Agradecemos a Kosiuko, Burdel y Class Life

Bella, angelical, sugerente. Dice Carolina: “<i>Que Blanca sea una nena tranquila nos convenció de que debíamos reincidir pronto en la experiencia. Un hijo te permite conocer un amor distinto a cualquier otro</i>”.

Bella, angelical, sugerente. Dice Carolina: “Que Blanca sea una nena tranquila nos convenció de que debíamos reincidir pronto en la experiencia. Un hijo te permite conocer un amor distinto a cualquier otro”.

“Volví a sufrir el calor, el insomnio, los pies hinchados, a no tener antojos. Igual, disfruto cada instante. Respecto al trabajo, la rutina resultó parecida: no paré demasiado.

“Volví a sufrir el calor, el insomnio, los pies hinchados, a no tener antojos. Igual, disfruto cada instante. Respecto al trabajo, la rutina resultó parecida: no paré demasiado.

“Vengo zafando de las consecuencias de la ley de gravedad. Aún no se me cayó nada. Mi genética ayuda... y mi esfuerzo, porque nado media hora diaria, y hasta unas semanas atrás practiqué spinning”.

“Vengo zafando de las consecuencias de la ley de gravedad. Aún no se me cayó nada. Mi genética ayuda... y mi esfuerzo, porque nado media hora diaria, y hasta unas semanas atrás practiqué spinning”.

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig