La delata su tonada. Ella dice que está trabajando para que no se note demasiado. Pero... “¡Qué importa! ¡No voy a negar mis raíces!”, repite Juliana Giambroni, la cordobesa de 19 años de la que todos hablan. ¿Por qué? Bueno, llegó a Buenos Aires hace sólo cinco meses y ya consiguió lo que ninguna: un papel en Tetro, el film de Francis Ford Coppola, y el corazón de Mariano Martínez (29), un galán que hasta hace muy poco les juraba a todos que no volvería a caer en el compromiso. La chica, según parece, peca de irresistible.
Hija de Esther, una maestra de artes plásticas, y Eduardo, un empleado de la Municipalidad, Juliana nació el 21 de noviembre en la Clínica Cruz Azul, de Villa María, con casi 4 kilos. Y aunque no es hija única –tiene un hermano llamado Ulises (14)–, nadie le quita el cetro de “la princesa de la casa”. Si algo la define, dice, es el mote de rebelde. “Me acuerdo de que a los once me iba a una playita donde se juntaban los chicos que fumaban y tomaban alcohol. Cuando tres vecinos le contaron a mi viejo que me habían visto ahí... ¡pasé un mes encerrada en casa!”. La última osadía: “A mí mucho no me entusiasmaba la idea del modelaje, pero todos me insistían en que tenía que probar... y me la jugué. Cuando les conté a mis viejos que me iba a Buenos Aires, entraron en crisis...”.
–Veo que esa vez no te pudieron encerrar...
–(Risas) Y no, ya estoy grande. No les quedó otra que apoyarme. Igual, cuando llegué, “desaparecí” por tres meses. Mis tíos eran los que llamaban para contarles todo lo que hacía. Soy como jugada. Creo que eso se lleva en la sangre.
–No quiero imaginar la reacción de papá y mamá cuando se enteraron de que salías con Mariano Martínez, un tipo famoso, diez años mayor que vos y con fama de Don Juan...
–Fue como siempre: primero el espanto, después la aceptación. Además, lo de Mariano fue de a poco, les di tiempo de masticarlo... Cuando lo conocí, las cosas se dieron muy naturales. Primero fuimos amigos, y no nos acercamos con intención de nada. Se dio de a poco.
–Al menos habrás recibido un “nena, por favor, cuidáte”.
–Es que no me molesta su fama de picaflor. No me interesa nada de lo que digan. No leo revistas ni veo programas de chimentos. Para estar bien con alguien de este medio hay ser segura y no dejarse llevar por los rumores.
–¿Acaso vos no tenés flancos débiles?
–Creo que en la vida no hay nada más importante que sentirse segura de una misma, y yo lo estoy. Obviamente tengo mis flancos débiles, como vos decís, pero jamás te los voy a mostrar.
–¿Así conseguiste tu papel con Francis Ford Coppola?
–Así se consiguen muchas cosas. Igual, este caso fue raro. Lo de Tetro se dio por casualidad. A mí me llamaron para hacer un casting donde tenía que desfilar alta costura, y ese mismo día me dijeron que estaba seleccionada para la película. Había gente de él ahí. Me emocioné muchísimo. Imagináte, no es algo común. Igual, no puedo contar nada de lo que se hizo.
–¿Mariano hace críticas de tu trabajo?
–No. Me ayuda mucho en mi carrera. Siempre me aconseja lo que tengo que hacer y lo hace desde su experiencia. Mariano quiere lo mejor para mí. Tengo amigas a quienes los novios las celan y las esconden... El, al contrario, me incentiva.
–¿Cómo fue el primer beso?
–Y... nos veíamos muy seguido. Llegó un momento en que no se podía seguir como amigos. Estábamos en la casa de él y todo empezó como una cosa tímida en medio de chistes. El es súper dulce...
–Y... todos sus amoríos fueron públicos: Lola Ponce, Marcela Kloosterboer, Luisana Lopilato, Vanesa González...
–Me contó algunas historias, como te las cuenta cualquier pareja, pero cuando lo conocí estaba soltero y eso es lo único que me importó.
–También juraba que no iba a comprometerse por unos cuantos años...
–Bueno, la gente cambia. Ahora nos toca construir a nosotros.
–¿Ya dejaste cosas en la casa de él para marcar territorio?
–No...
–No te creo.
–Y... (risas) En realidad, me olvidé una camperita.
–¿Te animarías a convivir?
–Es muy rápido para hablar de eso... Tenemos sólo cinco meses de noviazgo.
–¿Creés en el casamiento?
–A mí no me va la onda del blanco y la iglesia... Si las cosas siguen bien, en un futuro apuesto a la convivencia. Tampoco necesito un papel que me recuerde la relación que elegí tener.
–¿Qué te gustó de Mariano?
–Me encantan sus ocurrencias, es una persona que te hace reír todo el tiempo. Nunca sabés con lo que te va a sorprender.
–¿Cómo se hace para mantener a la pareja en casa?
–Hay que evitar la monotonía, ser compañeros, divertirse, buscar cosas para hacer. Tratar de no estar todo el día pegados, tener nuestras vidas...
–¿Es un buen amante?
–No voy a responder (silencio). Pero la verdad es que anda muuuy bien... 
Mariano le lleva diez años, pero no importa: “Estoy cada día mejor”, les dijo a sus amigos. Se dejó fotografiar por primera vez con su nueva chica en el recital de la fundación ALAS.
Divina, con su 1,74 de altura y sus 88-61-91 de curvas, Juliana impactó al cineasta americano y también a nuestro bombón criollo. “No hay nada más importante que sentirse segura de una misma, y yo lo estoy”, reconoce.
En un castaño oscuro bien sexy. Antes de conocerse, a ella la relacionaron con Rodrigo Guirao Díaz y a él con las chicas más lindas de la Argentina. Juliana asegura: “No leo revistas ni veo programas de chimentos. Para estar bien con alguien de este medio no hay que dejarse llevar por los rumores”.
