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El amor después del perdón

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Un dato más que contundente se agrega a la vapuleada historia de amor entre Marcela Tinayre (59) y Marcos Gastaldi (56): el ADN que se le realizó a este último determinó que es el padre de la hija que tendrá en noviembre Sol Santamarina (37), la arquitecta con quien mantuvo un romance entre fines de 2009 y principios de 2010. La noticia impactó en las familias de ambos, que ya conocían el resultado de la propia boca del ex banquero.

Por eso, después del impasse que sufrieron y que terminó alejándolos en forma temporaria, ambos se propusieron “refundar el amor”. Hoy insisten en que la última crisis que enfrentaron los fortaleció, y Marcela terminó perdonándolo. Al principio fue más que difícil. Cuando se enteró de que Marcos había vivido un romance con otra mujer, pensó que todo terminaba para siempre. Pero respaldada en el amor que le tiene a su marido, y con el apoyo de toda su familia, principalmente de su madre, Mirtha Legrand, quien tiene afecto y respeto por Gastaldi, se propuso pelear por su matrimonio a cualquier precio.

“Pase lo que pase, siempre estaremos juntos”, se atrevió a arriesgar, apostando al futuro. Convencidos, decidieron hacer terapia de pareja para recuperar el amor, y el resto lo hizo un fascinante viaje de placer por Europa: “Amándonos, a pesar del tsunami”, escribió en Facebook Marcela en aquel momento tan crítico para la relación. Y no dudó un instante a la hora de defender a su marido, sin importarle el qué dirán.

ESPERANDO A FRANCESCA. A no más de cuatro cuadras de la residencia Gastaldi-Tinayre, la arquitecta Sol Santamarina (37) ya está entrando en el séptimo mes de su embarazo. Recién llegada de Panamá, donde dirige un emprendimiento inmobiliario en la playa más turística de aquel país, tomó la decisión de permanecer en Buenos Aires hasta el nacimiento de su hija Francesca, estimado para la segunda quincena de noviembre. Su obstetra le aconsejó no hacer más viajes en avión, por lo que a partir de ahora controlará vía Internet los progresos del complejo Playas Blancas, sobre el océano Pacífico.

Sol ya no puede disimular su pancita, de la que, por otra parte, está muy orgullosa. En Miami, antes de regresar, le compró a la beba infinidad de ropa, juguetes y un cochecito último modelo. Y apenas se instaló en su loft del Museo Renault (que abandonará en breve por un departamento más cómodo), les mostró a sus amigas y a su mamá el resultado de su shopping por Francesca. Sí, Francesca, porque su hija llevará el nombre que habían elegido con Marcos Gastaldi en los meses que duró la relación. El mismo nombre que Marcela y Marcos le habrían puesto a su hija ocho años atrás, si en lugar de Rocco hubiera llegado una nena.

Sí, Francesca Gastaldi, ya que Sol y Marcos hace unas semanas acordaron que llevara ese apellido, fundamentalmente después de que un examen de ADN no dejara dudas sobre su paternidad. Una mera formalidad para la arquitecta Santamarina, quien siempre sostuvo ante sus amigas que Gastaldi fue su única relación de dos años a esta parte, y que su sueño –tal como lo planearon ambos infinidad de veces en la intimidad– era un futuro en común con Marcos.

La realidad es que después de conocido públicamente su embarazo, Santamarina y Gastaldi apenas si han mantenido algún contacto. Pero él se comprometió a asumir las responsabilidades como padre; por ejemplo, estar cerca en el momento del parto (probablemente en una clínica de Palermo) y hasta incluso asumir la correspondiente cuota por alimentos.

CONTRA VIENTO Y MAREA. En mayo de 2002, días después de que Marcos Gastaldi abandonara la cárcel de Ezeiza, Marcela ya supo proteger a su marido con uñas y dientes después de que estuviera 26 días preso, acusado por “estafas reiteradas”. Digamos que por aquellos tiempos comenzaron las idas y vueltas del matrimonio.

Ella lo había defendido a capa y espada, pese a todo: “Marcos no es un trucho ni un estafador. El es el único que se quedó en la Argentina y pagó todo con su propio dinero. Y además, siempre dio la cara. Aquí estoy, defendiendo a mi esposo con todo lo que tengo. Sé que no se quedó con un mango y no c... a nadie. Hablé con mi madre –Mirtha Legrand– y me brindó todo su apoyo, como siempre. Pongo las manos en el fuego por él. Una mujer sabe con quién se acuesta. Es un tipo honesto, que se rompió el c... para pagar todo lo que debía el banco. Que un hombre esté sospechado no quiere decir que sea una mala persona. Además, es un padre fantástico”, repitió hasta el cansancio en ese duro momento, cuando su único sostén era su familia; otra vez su madre, Mirtha Legrand, y sus hijos, Juana e Ignacio, y los de Marcos, Camila, Valeria, Marcos y Santiago, resultaron fundamentales para ella en cuanto a la contención y el cariño, que la fortalecieron durante un período tan difícil.

Marcela lo visitaba en el penal cuatro veces por semana, dos concurría con Rocco, que por entonces era un bebé, y el resto lo hacía sola. Llegaba siempre a las nueve de la mañana en punto, soportaba la requisa y veía a Marcos durante dos horas, aproximadamente. “Eso no lo hace cualquier mujer; ella es como una leona que siempre va a proteger a su cría”, dice alguien que la quiere bien. En esa oportunidad, Nacho, su hijo mayor, le confió a su madre que la apoyaría incondicionalmente, sin importarle las consecuencias. Y Juana fue su fiel ladera desde el principio del mal trago. Si hasta conducía el auto que llevaba a Gastaldi a entregarse ante el juez de la causa cuando una comisión policial terminó interceptándolo en el camino para después detenerlo, en aquel recordado episodio en el que la actriz reaccionó a los gritos ante las cámaras de Crónica TV.

AMOR INCONDICIONAL. “Lo amo y sé que me necesita más que nunca”, repitió Marcela hasta cansarse en aquella oportunidad. Por supuesto que hubo demasiados vaivenes en la pareja durante estos últimos años: separaciones, rupturas, distanciamientos, no importa demasiado cómo se los califique... Algunos se conocieron, otros se callaron... Lo concreto es que siempre volvieron a convivir bajo el mismo techo, junto a Rocco (9), el bebé que llegó en agosto de 2001, después de que Marcela se sometiera a un tratamiento de fertilización asistida cuando tenía 49 años.

Ahora la cosa parece ir volviendo a la normalidad. Marcos Gastaldi continúa concurriendo a sus oficinas y sigue tan parco como siempre, evitando cualquier contacto con los medios. Marcela, en cambio, se muestra más simpática, pese a todo. Y lo saluda con efusividad cada vez que llega o se va: “¿Te vas, mi amor? Un beso”. “¿Llegaste, darling?”.

Durante los últimos tiempos se los ve mucho más afectuosos que de costumbre, pese a que siempre tuvieron mucha piel. “Esta todo bien, chicos”, dijo días pasados al salir de almorzar del sushi Azul Profundo, de Libertador y Esmeralda. El viernes fueron a tomar unos drinks a L’Abeille, entre los tops de la movida, en la coqueta calle Arroyo, pleno Recoleta.

Un dato más: Marcela lució impactante, enfundada en calzas y un tapado de cuero que resaltaba su figura. Parece que está cumpliendo una exitosa dieta que ya le hizo bajar cuatro kilos y mostrarse espléndida. Ahora están programando un viaje a Miami, estilo mini luna de miel, pero con Rocco incluido, el otro gran amor de ambos. ¿Qué dice Marcela en la intimidad de este otro momento complejo que le toca enfrentar? “Siempre estuve junto a Marcos en momentos críticos. El tiempo va a demostrar que estamos muy bien como pareja”.

Viernes 20 a las 22.30 horas: Marcela y Marcos caminan tomados de la mano rumbo al bar L’Abeille, top de la movida en la coqueta calle Arroyo, Recoleta. Se retiraron pasada la medianoche, más que románticos.

Viernes 20 a las 22.30 horas: Marcela y Marcos caminan tomados de la mano rumbo al bar L’Abeille, top de la movida en la coqueta calle Arroyo, Recoleta. Se retiraron pasada la medianoche, más que románticos.

Marcela lució espléndida, con calzas y tapado de cuero al tono. Está cumpliendo una dieta que le resultó exitosa: ya bajó cuatro kilos. Marcos, fiel a su estilo, con el clásico ambo y sin corbata.

Marcela lució espléndida, con calzas y tapado de cuero al tono. Está cumpliendo una dieta que le resultó exitosa: ya bajó cuatro kilos. Marcos, fiel a su estilo, con el clásico ambo y sin corbata.

La arquitecta Sol Santamarina (derecha) mantuvo una relación con Marcos Gastaldi entre 2009 y principios de 2010, y espera una hija de él para noviembre. Así lo determinó un estudio de ADN realizado al ex banquero. Pese a la noticia recibida hace  semanas, Marcela lo perdonó y siguen conviviendo en la casa familiar de Barrio Parque.

La arquitecta Sol Santamarina (derecha) mantuvo una relación con Marcos Gastaldi entre 2009 y principios de 2010, y espera una hija de él para noviembre. Así lo determinó un estudio de ADN realizado al ex banquero. Pese a la noticia recibida hace semanas, Marcela lo perdonó y siguen conviviendo en la casa familiar de Barrio Parque.

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