Llegaron y se fueron juntos. Pero entraron y salieron por separado. ¿El motivo? La seguridad. Es que los fans de Ricardo Mollo y Natalia Oreiro no son los mismos.
El flamante matrimonio (el 31 de abril cumplirán cuatro meses como marido y mujer) sabe que provoca histerias diferentes y prefirió evitar cualquier tipo de irritación.
Cuando el público de Divididos llegó a El Teatro para moverse y cantar junto a su banda,
Naty ya estaba en el camarín de su esposo escuchando la prueba de sonidos. De campera de jean, medias de red, borcegos negros y mini escocesa, prefirió ver el recital a un costado del escenario y no desde el vip que le habían preparado. Esa noche la estrella era
Mollo.
Por ahora, no quieren fotos juntos. Es que él está a full con su banda de rock: además de los recitales, va a lanzar un nuevo disco. Ella, por su lado, ensaya sus temas pop (terminó de grabar su próximo CD, que produjo Kike Santander, el mismo de Diego Torres y Cristian Castro, y que en julio editará
BMG) y estudia el guión de su futura novela. Sí, en mayo vuelve a la pantalla de
Telefé con Cachorra. ¿Su pareja de ficción? Pablo Rago. ¿La sorpresa? Si bien todavía no hay fecha de aire, se sabe que saldrá todos los días a las 20, y que Natalia aparecerá con un importante cambio de look.
Mientras tanto, en la vida oficia un rol que también le gusta y le sale muy bien: el de esposa enamorada. Después de acompañar a Mollo durante el show, la custodia debió armar un corralito para que Oreiro llegara intacta hasta la camioneta de su marido.
Salieron divididos, una vez más. Pero huyeron como siempre: juntos, refugiados en el mismo vehículo.
Natalia impactó con su look. Tanto, que Killing, el manager de los Divididos, debió custodiarla hasta la camioneta de su esposo.
Mollo provocó histeria entre sus fans. Después del recital, escapó como un star y se refugió en brazos de su amada.
