«Dios me dio una segunda oportunidad. Y no la desaproveché» – GENTE Online
 

"Dios me dio una segunda oportunidad. Y no la desaproveché"

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En el jardín de su casa de Tapiales, Guillermo Cañas apretaba con su mano izquierda una pelotita de tenis mientras soñaba con pisar otra vez una cancha. Corría el año 2000 y un tendón rebelde de su muñeca izquierda lo marginaba del circuito. Fueron seis meses durísimos, con los ejercicios de recuperación como rutina y una obsesión: volver.
"A veces miraba un partido en la tele y me daba tanta impotencia que me tiraba en la cama a llorar. Hasta llegué a pensar en abandonar
todo
". 

Parecía que el destino se había empecinado en complicarle la carrera, a pesar de que en el 98 su garra, su talento y la fuerza de su brazo derecho lo habían colocado dentro de los top cien. Pero aquellos fantasmas se desvanecieron en 2001. Comenzó el año en el puesto 227º del ranking, pero en abril ganó su primer torneo en el circuito profesional, el Abierto de Casablanca.
Después llegaron los 45 triunfos en el circuito de la ATP, las finales en Hertogenbosch, Stuttgart y Viena, y los octavos en Roland Garros y Wimbledon. Por eso, a los 24 años, es el tenista argentino número uno y terminó la temporada en el 15º lugar del ranking mundial y en el 14º de la Carrera de Campeones.
"Dios me dio una segunda oportunidad. Y no la desaproveché", explica él. 

Pero ese vertiginoso ascenso no logra sacarlo de su tranquilidad, a pesar de que su ritmo de vida es tan intenso que sólo pasa un mes por año en la Argentina. Cuando eso ocurre, sale con sus amigos a bailar, y disfruta de un buen asado con sus padres, Luis, comerciante, y Mirta, ama de casa, y su hermana María Fernanda. En los otros once meses, su vida es el tenis: jugar, entrenarse, viajar, siempre con su discman a mano y los CDs de Los Redondos, Soda Stéreo y Andrés Calamaro, sus favoritos.
"Es cierto que los viajes cansan, pero es mi trabajo". Y hacer tan bien su trabajo le permitió otros cambios, como comprarse un
Peugeot 206 descapotable y un departamento en Belgrano, adonde se mudó hace dos semanas. Está de novio, desde hace muy poco, con una tenista argentina, pero prefiere no ahondar en el tema. 

-¿Por qué tu tenis explotó este año?
-Ni yo sé qué pasó (risas). Durante el tiempo que estuve lesionado reflexioné sobre varios temas relacionados con mi carrera y con mi vida personal. Todo esto me ayudó para realizar un gran cambio en mi manera de ver las cosas. 

-¿Por ejemplo?
-Nada puntual. Más que nada, trabajar con un psicólogo durante la recuperación para mentalizarme de que podía salir adelante. Eso me vino muy bien para mejorar en los entrenamientos y comenzar a disfrutar cuando juego. Porque de eso se trata el tenis. Es un juego y adentro de la cancha hay que tratar de divertirse.

-¿Es posible divertirse a pesar de la presión?
-En parte, sí. Creo que una de las cosas que pude lograr fue eso: convivir con las presiones para no sentirme atado y desgastado. Para un tenista, la fortaleza mental es clave. 

-¿Cuáles son tus sueños para el año próximo?
-Sueño con estar entre los diez mejores. Ese es mi desafío. 

Guillermo se decidió por la raqueta cuando tenía ocho años y era arquero del Club Esparta, en su barrio. Pero un DT lo mandó al banco de suplentes y él decidió dejar el fútbol y dedicarse de lleno al tenis. Gracias a aquel episodio, hoy la Argentina cuenta con un gran jugador para la Copa Davis. Y la próxima serie es nada menos que de local contra la poderosa Australia, entre el 8 y el 10 de febrero de 2002.
"Siempre dije que jugar la Davis era lo máximo. Por suerte este año lo pude hacer en el doble con Luis Lobo ante Bielorusia, en Córdoba. Con Luis Lobo, en el doble, conseguimos el último punto que nos valió el ascenso al Grupo Mundial. Fue inolvidable. Por eso ahora voy a dar todo para volver a estar en el
equipo
". 

Mientras habla, mira para arriba como si le agradeciera a Dios. Casi nunca puede ir a misa, pero es creyente de verdad. Siempre anda con un libro encima. El último que leyó es Los iluminados, de Marcos Aguinis. Pero su vida es el tenis. Trabajar los músculos y la mente:
"Sólo así podré llegar a lo más alto".

Este año será inolvidable para él. En doce meses ascendió 212 puestos en el ranking mundial. Una verdadera proeza. Trabajar los músculos y fortalecer la mente. Esa es la clave", explica Cañas.">

Este año será inolvidable para él. En doce meses ascendió 212 puestos en el ranking mundial. Una verdadera proeza. "Trabajar los músculos y fortalecer la mente. Esa es la clave", explica Cañas.

Willy soñaba jugar la Copa Davis. Y lo consiguió en septiembre, en Córdoba, cuando la Argentina enfrentó a Bielorrusia. Con Luis Lobo, jugó y ganó el dobles. Y junto a Franco Squilari y Gastón Gaudio, conducidos por Franco Davin, lograron ascender al Grupo Mundial. Fue inolvidable", dice. En febrero, se viene Australia…">

Willy soñaba jugar la Copa Davis. Y lo consiguió en septiembre, en Córdoba, cuando la Argentina enfrentó a Bielorrusia. Con Luis Lobo, jugó y ganó el dobles. Y junto a Franco Squilari y Gastón Gaudio, conducidos por Franco Davin, lograron ascender al Grupo Mundial. "Fue inolvidable", dice. En febrero, se viene Australia…

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