Como cada 9 de agosto se conmemora en Argentina el Día Nacional de la Educación Especial, debido a que es la fecha aniversario de la creación de la Dirección de Educación Especial en 1949. Esta iniciativa en el país busca asegurar el derecho a todas las personas de acceder a la educación en todos los niveles y modalidades.
Daniela Aza, es Licenciada en Comunicación de la Universidad de Buenos Aires e influencer comunicadora de la inclusión, desde muy pequeña fue diagnosticada con una extraña condición artrogriposis múltiple congénita. A pesar de sus dificultades para llevar adelante su vida, nunca fue un impedimento para estudiar, trabajar y desarrollarse como profesional
Para ella el término de “educación especial” es erróneo ya que si bien es fundamental reconocer y valorar la labor de quienes trabajan en pos de una educación más accesible e inclusiva, lo cierto es que, “el término especial implica pensar que las personas con discapacidad son seres especiales o con distintas capacidades”.
“Esto profundiza el imaginario de que tenemos otras capacidades, pero las capacidades son las mismas que cualquier otra persona. Lo que se necesita es personalizar las necesidades y apoyos, adaptar los mecanismos para que todas las personas puedan ejercer el derecho a recibir una educación plena e igualitaria”, explicó la Licenciada.
Pandemia y educación especial
La pandemia ha demostrado las dificultades del sistema educativo en todos los niveles, pero por sobre todo para llevar adelante un acompañamiento a niños y jóvenes con discapacidad o dificultades en el aprendizaje. Lina Angelucci, psicopedagoga, aseguró que cada escuela ha llevado adelante medidas diferentes en el acompañamiento virtual, generando que a gran escala haya, “una brecha cada vez más grande entre alumnos de colegios privados y públicos”.
“Los niños que tenían algún tipo de dificultad en el aprendizaje antes de la pandemia, en este último año se vieron exacerbado. Algunos, sumado a los problemas en el aprendizaje comenzaron a tener comportamientos que antes no presentaban, como por ejemplo trastornos del sueño”, aseguró Angelucci.
Además, para la psicopedagoga infantil el extenso período sin presencialidad en el país ha generado “secuelas emocionales” que en 20 años de su ejercicio de la profesión nunca había visto como trastornos de ansiedad y sueño en menores. También los padres se vieron afectados teniendo que tomar roles de maestros, para los cuales no estaban preparados.
Sumado a esta realidad la influencer Aza remarcó: "Las personas con discapacidad fueron los olvidados de la pandemia y necesitamos, así como una transición a la educación inclusiva, revisar a futuro cómo podemos generar medidas de acción que tiendan a mejorar la formación, capacitación, los apoyos, las prioridades para que nunca más una persona con discapacidad deba sacrificar su futuro y la educación, cualquiera sea su modalidad".
