«Desde que nació André, con Emma estamos más sensibles» – GENTE Online
 

"Desde que nació André, con Emma estamos más sensibles"

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Hipólito y Fedra bajó su último telón. Y Celeste Cid suspira aliviada: "Ahora
me voy a poder dedicar a cuidar a André y mimar a Emma",
dice en un suspiro. Y
regresa a escena para el saludo final. Luce un vestido azul de Pablo Ramírez y
un tocado de cristales by Swarovski. La platea le regala una nueva ovación.
Celeste responde con una reverencia mientras busca a Emmanuel Horvilleur entre
el público. Finalmente lo encuentra en la tercera fila, en el centro de la sala.
"¿Cómo no iba a venir? Si postergué la grabación de mi segundo disco solista
para acompañar a mi mujer en este momento tan importante para su carrera…
",
confiaría luego el músico a sus íntimos. Aún sobre el escenario, Celeste le
ofrece un guiño de ojos, exhibe su lengua y hace mutis por el foro.

La puesta duró cinco semanas, durante las cuales, el pequeño André, de seis
meses, quedó largas horas al cuidado de papá Emmanuel. Hipólito y Fedra marcó el
debut de Celeste Cid en el teatro. "Fue una apuesta audaz por tratarse de un
clásico
", coincidieron los críticos. La ex heroína de Resistiré se preparó
durante dos meses para el debut. Ensayó seis horas diarias en la Ciudad Cultural Konex y tomó clases de foniatría. Mientras tanto, dejó a su hijo André bajo el
cuidado de sus abuelas. Así se convirtió en Ariadna (papel que en un principio
había sido reservado para Natalia Oreiro), la hermanastra de Minotauro.

Ahora, Emmanuel Horvilleur espera paciente en el hall del teatro Lorange. Hoy
tampoco va a hablar con la prensa. Prefiere no referirse a los rumores que
hablan de una crisis en su pareja. "¿Problemas? Acá estoy…", dice como única
respuesta. Lo rodean algunos cazadores de autógrafos. Minutos después, Celeste
asoma por la puerta del teatro. Y se produce el reencuentro. "Estuviste genial,
mi amor, lo tuyo es el teatro
", la recibe Emmanuel. Y se besan frente a cámaras.
No parecen sorprendidos por los flashes.

Como todo final que se precie, Hipólito y Fedra también merecía una fiesta de
despedida. Ocurrió en la casa que comparten Celeste Cid y Emmanuel Horvilleur en
Palermo. Allí se reunieron el director Alejandro Ullúa, los once actores (Raúl
Rizzo y Luciano Castro, entre ellos) y los cinco atletas que protagonizaron la
obra. ¿El menú? Empanadas y vino. Sobre el final, a la hora de los brindis,
Celeste contó sus próximos proyectos: "Desde que nació André los dos estamos más
sensibles. Después de esta experiencia, descubrí que tengo ganas de seguir
haciendo teatro. También voy a publicar un libro con mis fotos, pero lo mejor de
haber terminado las funciones es que ahora me puedo dedicar a cuidar a mi
familia
".

Emmanuel Horvilleur la fue a ver y preparó una celebración de despedida para todo el elenco.

Emmanuel Horvilleur la fue a ver y preparó una celebración de despedida para todo el elenco.

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