Venció en la final a Novak Djokovic por un aplastante 6-0, 6-2 y 7-5. "No puedo festejarlo como quisiera, porque no se trató de un torneo realizado de manera normal", declaró ante los únicos mil presentes en el estadio.
Ni los más fanáticos lo creían cuando Roger Federer logró su título número 20 de Grand Slam. Acaso ni el propio Rafael Nadal, que venía arrastrando una y otra lesión. Sin embargo, acaba de darse porque él, su coraje y su talento lo han logrado.
A los 34 años, cinco menos que el suizo, el español logró alcanzarlo en el número de grandes torneos al obtener hoy, por decimotercera oportunidad, el Abierto de Francia, que se suma a sus cuatro Abiertos de los Estados Unidos, dos Wimbledon y un Australia.
"Quiero felicitar a Nole por otro gran torneo. En Australia me liquidó. Hoy todo fue para mí. Es parte de nuestras confrontaciones", señaló el español desde el semivacío court central. Y añadió humilde, en medio de un triunfo que hace historia: "No lo puedo celebrar de la manera que quisiera, porque no fue un torneo realizado de manera normal", explicó, refiriéndose a la pandemia mundial de coronavirus.
En lo personal dijo sentirse satisfecho porque "con todo lo que está pasando este año, con todas las lesiones que sufrí, sin la ayuda de mi equipo, no lo habría logrado. Agradezco a toda mi familia, a los que están y no, y a los que tanto me apoyaron", agregó antes de redondear:
"Esto que se está viviendo en todo el mundo es uno de los peores momentos de la Humanidad. Por eso quiero recordar a todas las personas que están sufriendo y pedirles que se mantengan positivas y puedan salir pronto".
