Son pocas las competencias en el mundo que suscitan tanto interés como las 24 Horas de Le Mans. No es para menos. Esta prueba de resistencia nació en 1923 con el objetivo de exprimir al máximo a hombres y a máquinas y, desde entonces, se ha mantenido vigente con el mismo propósito. Correr en Le Mans es estar en la elite del automovilismo y eso será algo que tendrá la posibilidad de experimentar el argentino Nicolás Varrone, de 21 años.
Oriundo de Ingeniero Maschwitz, en el partido bonaerense de Escobar; Nico siguió la tradición familiar ya que su padres Martín Varrone y Sandra Castrogiovianni también compitieron, además de conocerse en una pista...
Después de disputar algunas carreras en la Argentina, el joven Varrone no quiso desaprovechar la oportunidad que se le presentó de tener una experiencia a nivel internacional. Así fue que en 2018 llegó a Europa con el objetivo de hacer una sola carrera y sacarse el gusto. Sin embargo, su talento y profesionalismo le ha permitido tener continuidad.
En su temporada debut en el exterior fue campeón de la Fórmula Renault 2.0 Francesa de la serie VdeV Sports; mientras que entre 2019 y 2020 corrió algunas fechas de la Fórmula 3 Británica, categoría que lo tuvo como ganador de una competencia en Spa-Francorchamps (Bélgica), uno de los trazados más difíciles del mundo.
A fines de 2020 dejó los monopostos de lado y conoció el mundo de las carreras de resistencia, algo que consiguió gracias a la insistencia de su manager José Manuel Balbiani.
“Aquel fue un año muy duro...”, le cuenta Nico a GENTE. “Estábamos en medio de la pandemia y se había cortado la posibilidad de competir por diferentes razones. Estaba medio renegado con el automovilismo. No quería saber nada, me quería volver a la Argentina... Pero José me decía que no me desespere, que tenga paciencia, que iba salir una oportunidad y así fue”, admite.
Balbiani convenció a Michele Rinaldi para que, al menos, le dejara probar uno de sus autos. La prueba fue tan exitosa que el Rinaldi Racing contó con el argentino entre sus pilotos para 2021. Eso le permitió a Nico hacer experiencia en una disciplina muy distinta a las que estaba acostumbrado.
“En las categorías de fórmula correr sprint, son pocas vueltas en las que tenés que dar todo. En las competencias, de resistencia, en cambio, hay que ser más regular y hay que saber administrar el ritmo y el auto”, revela.
Después de un 2021 en la Michelin Le Mans Cup, Varrone dio otro salto en su campaña deportiva en 2022 a través de su participación en la European Le Mans Series. El inicio de campeonato no pudo haber sido mejor: junto al alemán Pierre Ehret y el mexicano Memo Gidley llevó al triunfo a la Ferrari 488 GTE del Rinaldi Racing en el circuito francés de Paul Ricard.
Justo después de ese éxito, le dieron la gran noticia: correr las 24 Horas de Le Mans. “Algo me habían dicho en su momento, pero realmente prefería no hacerme ilusión. Quería concentrarme en lo que estaba haciendo. Cuando finalmente se concretó sentí una alegría enorme... Tener la posibilidad de competir en esta carrera es algo increíble porque me acuerdo que hasta hace cuatro años la seguía por televisión”.
Después de enfrentar la segunda fecha de la ELMS, que se disputa este fin de semana en Imola (Italia), Varrone se concentrará a pleno en Le Mans, cuya edición 2022 se concretará el 11 y 12 de junio.
Tiene la ventaja de conocer el circuito de La Sarthe -una pista dificilísima- producto de su experiencia en la Michelin Le Mans Cup, pero eso solo una pequeña parte. “Le Mans es una carrera exigente. De hecho todo comienza una semana antes, no solo con las pruebas y la clasificación sino con todos los compromisos que hay, como el desfile de los equipos en el centro de la ciudad. Todo eso hace que llegues al día de la competencia ya muy exhausto. A eso hay que sumarle la ansiedad...”, relata el joven.
Para esta cita tan especial, que forma parte del Mundial de Resistencia que tiene como campeón al cordobés José María López, Varrone se subirá a una Ferrari 488 GTE Evo, pero del Iron Lynx. Correrá en la clase LMGTE Am, que combina a pilotos amateurs con profesionales, junto a Ehret y al también germano Christian Hook.
Por más que Nico siente que toca el cielo con las manos sabe que lo importante será tener una buena actuación. “Me gustaría estar en la hyperpole porque ahí se demuestra la velocidad”, admite sobre esa instancia en la que participan los seis primeros de cada una de las cuatro clases que forman parte de la competencia en la que participan un total de 62 equipos y 186 pilotos.
“En carrera quiero ser competitivo y estar en el ritmo de los grandes referentes de la clase como Giancarlo Fisichella, Matt Campbell o Ben Barnicoat, que tienen mucha experiencia y hasta han ganado Le Mans”, agregó Nico, este muchacho que solo hace unos años se apuraba para llegar rápido a su casa y ponerse frente a la computadora y la TV para ver qué pasaba con esa carrera tan emblemática que ahora lo tendrá como protagonista.
