La guerra entre Los Borrachos del Tablón: el campeonato que River no pudo ganar – GENTE Online
 

La guerra entre Los Borrachos del Tablón: el campeonato que River no pudo ganar

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El miércoles a la noche, cincuenta y un barrabravas de River fueron detenidos a dos cuadras de la cancha de Lanús cuando se preparaban para una guerra con otro grupo disidente. Según la fiscalía, sería un nuevo capítulo de la convivencia de los dirigentes Millonarios con los grupos violentos, otra vez a pocos días de un nuevo Superclásico.

El miércoles 51 barras fueron detenidos. Con armas, fueron a buscar a la barra disidentes del Oeste.

No hay dudas de que la gestión de Rodolfo D’Onofrio como presidente de River, es tremendamente exitosa. Los números son sorprendentes y convierten a estos seis años, en los mejores de la historia del club. Engrosó las vitrinas del Monumentalcon 10 títulos (Copa Sudamericana 2014, Recopa Sudamericana 2014, Copa Libertadores 2015, Copa Soruga Bank 2015, Recopa Sudamericana 2015, Copa Argentina 2016, Copa Argentina 2017, Súper Copa Argentina 2017, Copa Libertadores 2018, Recopa Sudamericana 2019) y de los 270  partidos que jugó ganó 138, empató 78, perdió apenas 54, y en total convirtió 455 goles. Hasta acá, a nivel deportivo, la conducción de sus dirigentes es inobjetable.

Una investigación de APreViDe, evitó una matanza.

Pero la deuda de Rodolfo D’Onofrio y de su vicepresidente Jorge Brito; radica en lo poco efectivo que resultó su lucha para erradicar a los barras bravas de River. Los incidentes del miércoles en las inmediaciones del estadio de Lanús, donde el equipo de Marcelo Gallardo jugó y le ganó a Godoy Cruz por uno a cero por los octavos de final de la Copa Argentina; fueron la gota que terminó de rebalsar un vaso de agua turbia en la que los violentos ganan la batalla por goleada. Armas, cuchillos, facas, drogas y alcohol, fue parte de lo que secuestro la policía antes del comienzo del partido. En total fueron 51 los detenidos y 25 de ellos, tenían prohibición para ingresar a los estadios.

Una noche de terror

De no haber sido por el trabajo de inteligencia realizado por APreViDe, quien trabajó junto al personal de la comisaría segunda de Lanús, con agentes de las Jefaturas Distritales de Lanús, Avellaneda y Lomas de Zamora, y de las direcciones de infantería y caballería de esa fuerza; lo del miércoles pudo haber sido una masacre. Porque la facción de la barra de Budge, la oficial de Los Borrachos del Tablón, liderada por Sergio Alejandro Medina (46) alias El Gordo Ale y de su hijo Jesús Alejandro Medina (26) alias El Brian; fueron decididos a emboscar a la facción dicidente de la barra denominada La Banda del Oeste, quienes mantienen contactos con la barra de Lanus e ingresaron a la popular local de La Fortaleza, colgaron sus banderas, y pudieron disfrutar del partido sin problemas y como se dice en la jerga de los barras: “Le coparon la tribuna”.

En poder de La Banda del Oeste se incautó un revólver calibre 44, una pistola 9 mm con la numeración limada y otro arma calibre 380. “Hicimos un trabajo de prevención desde la noche anterior porque sabíamos que iban a venir a la cancha armados. Tenemos tres armas incautadas y también el dato de entradas truchas que estuvieron vendiendo para el día del partido”, confesó Juan Manuel Lugones, director de la APreViDe. Luego, los hinchas comunes que quisieron entrar al estadio para ver el partido pasaron por un mal momento. La policía montada que realizaba el control en los accesos del estadio, transformó el operativo de seguridad en un caos y se vivieron escenas dantescas. Corridas, padres con niños en brazos que lloraban horrorizados y balazos de goma disparados sin lógica ni criterio alguno.

De acuerdo a los videos que vi, la policía se excedió. Se podrían haber llevado las felicitaciones más grandes por el procedimiento que hicieron  para detener a quienes iban armados, pero es una lástima que todo se haya opacado porque agredieron a personas que nada tenía que ver con los barras o violentos. Acá no se gana nada con prohibirle a River jugar con público cuando le toca ser visitante. Lo que hay que hacer es un buen trabajo de prevención e inteligencia. No creo que la gente de River sea peor que la del resto de los equipos”, confesó Rodolfo D’Onofrio. Lo que no cuenta el presidente de River es que, según la investigación del fiscal Norberto Brotto, “es el propio club quien hace años le viene entregando a la barra entradas, ropa y dinero”. 

Dos de las tres armas que la policía incautó a dos cuadras del estadio de Lanús.

Voces en contra del Presidente

El periodista, reconocido hincha y socio de River Mariano Iudica, tuvo este viernes un momento de honestidad brutal y rompió esa especie de “código” que tienen la mayoría de los comunicadores sociales de argentina –los que cubren River, tal vez conmovidos por los resultados, parecen empleados del club– que les impide “hablar de lo malo que pasa en el qequipo de Núñez”. Y en el inicio de Involucrados, el programa que conduce por América, confesó: “Lo que debería hacer esta dirigencia de River es no regalarle más entradas a la barra. Porque así empezó el cuento cuando mataron a Gonzalo Acro. Esta dirigencia habla y actúa de puertas para afuera, pero para adentro, todos los hinchas que caminamos los pasillos del Monumental sabemos que ellos son quienes les dan las entradas a los barras. Esas entradas que nos dicen ‘son para los socios’, van a parar a los grupos violentos. Lo que pasó ahora es que les fueron a pedir más, la dirigencia les dijo que no, y se les armó este quilombo”. 

¿Quién es el Gordo Ale?

Un histórico barrabrava de River que goza de impunidad para hacer lo que quiere dentro del club. Forma parte de la historia más triste de la hinchada de River, porque fue él quien en junio de 2011, envió a dos de sus soldados Chiwi y Tato–luego envió tres más de apoyo–,para que agrediaeran a los propios jugadores de Riveradentro del campo de juego cuando perdían 2 a 0, y se jugaban siete minutos del segundo tiempo del partido por la promoción ante Belgrano en Córdoba. Como si esto fuera poco, una semana después, Ale fue uno de los barras que apretó al árbitro Sergio Pezzotta en el entretiempo del partido de vuelta, la tarde que River descendió a la B Nacional. Según comprobó la Justicia a través de las filmaciones de las cámaras de seguridad, Sergio Alejandro Medina fue quien ingresó al vestuario vestido con el equipo negro oficial de River y un gorro de color rojo con el escudo del club.

Sergio Alejandro Medina, alias El Gordo Ale, en junio de 2011, cuando se preparaba para ingresar al vestuario y apretar al arbitro Sergio Pezzotta.

Pasaron ocho años y desde que Rodolfo D’Onofrio dirige el club, poco y nada cambió. En noviembre del 2014, el presidente tuvo su propia batalla de los quinchos”, pero esta vez en la confitería del club. Unos 150 barras de la Banda del Oeste, la facción disidente, irrumpió en el restaurante de River, e irio de una puñalada a Héctor Guillermo Godoy, alias Caverna, quien fue atacado cuando armaba el negocio de la reventa en la previa de la final de la Copa Sudamericanaque el equipo de Marcelo Gallardo tenía previsto disputar contra Atlético Nacional de Medellín. Y en noviembre del año pasado, el mundo fue testigo de lo violento que pueden ser los barrabravas de River. 

El enfrentamiento de la barra con la policía, algo histórico.

La emboscada al micro de Boca

El jueves 23 de noviembre, dos días antes de la Súper final entre River y Boca, la división conductas delictivas de la policía de la ciudad irrumpió en la casa de Caverna por un pedido del fiscal Norberto Brotto. Allí secuestraron 10 millones de pesos, 15.000 dólares, 500 entradas, indumentaria oficial del club, y armas de fuego. Dos días después, como represalia, sus soldados emboscaron al micro que traía al plantel de Boca en la esquina de Avenida del Libertador y Lidoro Quinteros, y le arrojaron piedras y gas pimienta. ¿El resultado? El partido tuvo que suspenderse por el estado en el que se encontraba el plantel de Boca y luego la CONMEBOL decidió que el partido se juegue en el estadio Bernabeú del Real Madrid. 

En noviembre de 2018, la barra de River emboscó al micro de Boca y no permitió que se juegue la gran final en el Monumental.

A raíz de esta investigación, la de la conviviencia de los dirigentes de River con los Barras, el fiscal Brotto solicitó hace unas semanas, el pedido a juicio para Gustavo Alejandro Silikovich, quien durante cinco años y hasta el mes de marzo pasado, fue gerente general de River Plate; Martín Grussi, gerente de Optimización de Procesos y Mejora de Experiencia al Usuario; Ignacio David, jefe del aérea denominada Ticketing, y Juan Ángel Daniel, que según el expediente judicial es el encargado de boletos”.

Una tarde para el olvido, el mundo fue testigo de la violencia en el fútbol argentino

Ahora, cuando faltan once días para que River y Boca se vuelvan a enfrentar –esta vez por la semifinal de la Copa Libertadores– sus hinchas más violentos volvieron al ruedo con todo el arsenal. Nadie quiere ceder poder y ya cuentan los millones que pueden recaudar en el partido de ida en el estadio Monumnetal. Y los de la barra oficial, los que hasta ahora fueron beneficiados por los dirigentes”, hoy “se sienten traicionados por lo que pasó en Lanús”. Por este motivo, Nahuel Ojeda, un barra de River con derecho de admisión, amenazó este jueves al presidente de River, Rodolfo D'Onofrio desde su cuenta de Instagram. La guerra, está nuevamnete declarada: “Hola Rodolfo D´Onofrio, somos 150 los que te estamos esperando en la confitería del club. Perdimos una batalla, pero no la guerra.Ustedes quieren que vuelva a correr sangre, dirigentes. Así va a ser.Nos jugaron sucio. Ahora, entró el Oeste. Prepárense cuando vuelvan a pisar el Monumental. Acá, los únicos y verdaderos Borrachos son los de la banda de Gonzalo, Guille y Martín. Las balas y los muertos van a volver”.

La amenza de un barra a D' Onofrio a través de su cuenta de Instagram: fue denunciado en la justicia

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