«De casada, a mi marido lo veo menos que antes» – GENTE Online
 

"De casada, a mi marido lo veo menos que antes"

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No es una señora recién casada convencional. Durante la producción de fotos, María Vázquez (26) provoca, hace de femme fatale y dice como si nada: "Hoy me animo a jugar un poco más con mi sexualidad". Su matrimonio con Adolfo Cambiaso (26, polista, el mejor del mundo, con 10 de handicap) escapó a cualquier regla impuesta desde el día que firmaron el acta en el Registro Civil de Cañuelas, el 12 de febrero pasado. A la semana, él partió a jugar al polo a Palm Beach, Estados Unidos. La entonces flamante señora de Cambiaso no pudo seguirlo por sus obligaciones como nueva conductora de El Rayo.

-¿Por qué fue un casamiento tan sorpresivo y rápido?
-Porque así lo sintió él. Adolfito es impulsivo, no programa nada. Yo, en cambio, soy más cerebral y me parece atractivo seguirlo a él en sus locuras. El es muy parejo en su ánimo, pero puede matarte con una sorpresa de un día para el otro.

-¿Hubo pedido de mano y otras rutinas típicas de los novios?

-Algo de todo eso hubo. En febrero llegó de un viaje, y, de una me dijo: "Nos casamos". Y yo. ¡qué sé yo! Después de seis años de novios, me encantó. Claro que le dije que sí, aunque en un principio no me quería entusiasmar demasiado porque a las dos semanas él se iba de viaje. Me preocupaba el poco tiempo que había para organizar todo… Pero él me contestó: "No tenemos que armar nada muy raro, lo hacemos con los que están acá. Yo en un día arreglo todo". Y así fue, el 5 de febrero le dijeron en el registro que si en un par de días nos hacíamos los análisis, podíamos casarnos el martes 13. El agarró viaje enseguida. Yo le dije que ni loca me casaba un martes 13, así que negociamos para el lunes 12.

-¿Cómo organizaron todo en una semana cuando algunos tardan un año?
-Los dos queríamos que fuera algo chico. Es más, dos de mis hermanos que viven en el exterior no pudieron venir porque les avisamos con poca anticipación. En mi casa fue un shock cuando anuncié: "Me caso en cuatro días". Mamá pensó que era una locura, pero yo le expliqué que era lo que queríamos nosotros. No había mucho por organizar. Ricardo Piñeiro, mi manager, nos mandó hacer los anillos; a Adolfito le queda grande y entonces lo lleva colgado en una cadena; además para jugar al polo le parece más cómodo. Yo agarré un vestido que tenía en el ropero, sin estrenar, y unas sandalias. Y así fui.

-¿Fue un día más?

-No, para nada. Para mí, lo más importante fue el día en que me lo propuso. Y lo mejor fue que él se encargó de los trámites, de todo. La ceremonia y el festejo me daban igual.

-Vos parecías la típica Susanita que sueña con el vestido blanco, la iglesia, la lista de regalos…
-Es cierto que una parte de mí es así. Pero hay otra parte que siempre busca transgredir. En mi vida seguí las reglas impuestas, pero siempre busqué la forma de adaptarlas a mi manera. Hace cuatro años sí tenía la fantasía del vestido blanco, pero la verdad es que me pareció mucho más romántico de la manera en que se dio todo. Si en un futuro con Adolfito quisiéramos renovar los votos, tal vez lo hagamos de otra forma.

-Cuando te hizo la propuesta, ¿dijiste "Ahora o nunca…"?

-(Se ríe.) El del casamiento era un tema que veníamos madurando hacía muchísimo tiempo. Nunca coincidíamos en el momento y con las ganas de hacerlo. Cuando esto finalmente pasó, el único problema era mi trabajo.

-¿Te adaptaste al vértigo de la televisión?
-Al principio me costó cumplir horarios y la responsabilidad de que hay mucha gente trabajando detrás de mí. Pero todo tiene un proceso y estoy convencida de que la conducción es lo que me gusta. Más en El Rayo, que te permite ser vos misma, reírte en cámara, equivocarte. Ahora estoy entusiasmada porque se vienen muchos cambios. El programa va a ser más periodístico, con informes y viajes. Esto me va a dejar encontrarme con mi marido en algún lugar del mundo mientras hago notas.

-De paso, ¿hubo luna de miel?

-No, ni eso. Estuve cuatro días de visita en Palm Beach. Pero no fue una luna de miel. Ya vamos a encontrar diez o quince días para irnos a algún lugar secreto.

-¿En qué cambió tu vida el nuevo estado civil?
-Ahora, de casados, nos vemos menos que antes. Porque cuando yo no trabajaba en la tele, me iba de viaje con él. Por ahora funciona, porque al no vernos por dos meses, los encuentros son maravillosos. Es como un eterno noviazgo. La situación cambió a nivel interno: asumimos un compromiso con la persona que elegimos para pasar la vida.

-¿Dónde viven?
-Tenemos nuestra casa en Cañuelas, que yo misma decoré. Ahí vivo los fines de semana y cuando Adolfito está en Buenos Aires. Cuando él está de viaje, me quedo en la casa de mis padres en San Isidro, porque es más cómodo por mi trabajo.

-¿Cómo manejan los celos a distancia?
-Antes yo era muy celosa, ahora sólo si me da motivos, y por suerte Adolfito es un santo. En estos casos, la confianza es fundamental, si no sería tortuoso. Creo que tantos años de noviazgo sirvieron en este proceso, porque yo tuve tiempo de acompañarlo, de ver cómo era su vida. También nos hablamos todos los días por teléfono, hay bastante control (se ríe). Adolfito es mucho más parejo en ese sentido, aunque ahora parecería un poco más celoso. No es de hacerme planteos, pero si alguna vez salgo muy sexy, me dice: "¿Te parece esto?". Pero igual él es un tipo muy seguro y creo que los celos tienen mucho que ver con la seguridad en el otro. Nosotros estamos muy consolidados como pareja.

por María Calatayud
producción: Sofía Delger
fotos: Santiago Turienzo (asistente: Leandro Montini)
(Agradecemos a Ambiance, Aridza Bros, Ricky Sarkany, Class Life y Sol Suide. Peinó Elvio Casciano con productos Sebastian) Adolfito llegó de un viaje y me dijo: ‘Nos casamos’. Teníamos sólo dos semanas, porque El volvía a partir. A mí me encantó, me pareció muy romántico y lo viví feliz".">

"Adolfito llegó de un viaje y me dijo: ‘Nos casamos’. Teníamos sólo dos semanas, porque El volvía a partir. A mí me encantó, me pareció muy romántico y lo viví feliz".

Al principio me costó adaptarme a la tevé. Ahora estoy convencida de que la conducción es lo que me gusta".">

"Al principio me costó adaptarme a la tevé. Ahora estoy convencida de que la conducción es lo que me gusta".

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