“Cumplimos veinte años… ¡y queremos veinte más!” – GENTE Online
 

“Cumplimos veinte años... ¡y queremos veinte más!”

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Una sesión de fotos con Los Auténticos Decadentes es un perfecto botón de muestra: revela todo o casi todo sobre una banda que nació el 13 de septiembre de 1986 tocando en vivo en el Colegio Nacional San Martín. Diez de los doce van llegando sin apuro al punto de encuentro, cada uno sin saber si los demás cumplirán con la cita. Pablo Armesto, bajista, el más puntual, mira, ve que no hay nadie, se va a comer, y vuelve una hora después, cuando aparece Cucho, el cantante de casi todos los temas. “Listo. Hagamos las fotos. Aquí no se espera más a nadie”, deciden.

Luego, entre toma y toma, llueven los chistes, como en un viaje de egresados. La magia está intacta: siguen tan amigos como siempre, sin el desgaste que erosiona a tantos grupos. El caos les funciona… Y le funciona a las hinchadas tanto locales y españolas también que desde siempre versionan sus hits –muchos de ellos, compuestos por su cerebro principal, Jorge Perro Serrano, guitarra y voz– para cantar sus consignas tribuneras. Lo mismo va para todos los que los contratan para que toquen en sus fiestas privadas, Diego Armando incluido. Una hora más tarde ya hay diez. Nueve ponen proa a la sala de ensayos y Cucho asume (sin protestar…) su rol de vocero. Pero hay cambio de escenario: también él quiere comer y elige el bar de un hotel cinco estrellas. Habla rápido. Está orgulloso del nuevo disco (Club Atlético Decadente) y de una gira por México que llenó dos estadios.

–¿Cuál es el secreto de la banda? ¿Todos opinan de todo?
–Es como con las fotos. El que está, bien, y el que no, se lo pierde. Pero tenemos gustos y objetivos en común, y vamos para ese lado. Cuando cinco de nosotros levantan la mano, ya es casi mayoría, y no nos equivocamos.

–¿Hay áreas fijas y votos que valen más que otros?
–Escuchamos más al que conoce mejor cada tema. Por ejemplo, a Pablo Armesto con los videoclips, porque llegó a dirigirlos. Opinamos todos, pero el especialista es el especialista…

–Una democracia perfecta…
–Perfecta, no sé. Pero todo está abierto a la opinión. Nos manejamos así desde que empezamos. Se levanta la mano, se vota, y la discusión se acaba ahí.

–¿Las reuniones son bravas?
–Son normales. Pero tampoco hacemos trescientas reuniones para discutir cada tema. Y sin embargo, hemos durado más que otras bandas… y básicamente con los mismos integrantes.

–¿Ser doce facilita o complica el trabajo?
–A veces, por ser doce, tenemos más fisuras que otros grupos, y también tenemos que trabajar más, porque somos doce a dividir la plata.

–¿Cómo sobrevivieron a tantos años de shows, giras, fiestas y descontrol?
–Bien. Ninguno llegó ni llega a extremos. Cada uno, en lo suyo, tuvo su locura. Tal vez uno se deprimió, otro no quiso salir de su casa, otro se levantaba a las cinco de la tarde (¡como yo!), pero cuando hubo que hablar con alguien por un problema, hablamos como amigos.

–¿Hubo drogas?
–Probamos… Yo probé, pero nunca fui del reviente. Además, como era asmático, siempre le tuve miedo a esas cosas. Comparados con otros, ¡somos nenes de pecho!

–A ver: anécdotas de fiestas privadas, sin repetir y sin soplar…
–Tocamos en la fiesta de los quince años de Dalma Maradona y me regalaron el perfume Dalma. Fue muy loco: entramos al estadio de Boca, preguntamos dónde estaba el escenario… ¡y estaba en una carpa en la mitad de la cancha! Fue grosso, muy grosso… Estuvimos en cien mil fiestas… Unas buenas, otras raras…

–¿Y cómo fue una de las más raras?
–Un pibe al que no le gustaba nuestra banda cumplía años, ¡y el padre se equivocó de banda y nos contrató a nosotros! También hay fiestas impresionantes, con pantallas gigantes y todos los chiches. Es otro mundo…

–¿Siempre la pasan bien o…?
–Siempre, porque hacemos un laburo honesto. Vamos, tocamos, le damos alegría a la gente, y nos pagan.

–¿Mucho?
–Depende. En shows como el del Coliseo o el Pepsi Music invertimos tanto para hacer algo especial que no ganamos nada. Pero no nos arrepentimos. Lo nuestro es una forma de vivir. Ya cumplimos veinte años así y queremos llegar a veinte más…

–¿Tocar en fiestas fue una decisión difícil?
–¡Nooo! Quisimos hacerlo desde el arranque. Nos encantaba. Y hasta nos colamos en un cumpleaños, en Ramos Mejía, para darnos el gusto de tocar. Si empezamos así, ¿cómo vamos a renegar por tocar en la fiesta de la Fortabat?

–¿Cuáles fueron las inolvidables?
–La de Independiente, la de Boca, el casamiento de Manu Ginóbili, el de Hernán Crespo –allí tocamos nosotros y Diego Torres–, y una vez nos contrataron el Burrito Ortega y Francescoli… Hace poco tomé conciencia de algo: uno se va del show, pero queda en la familia para siempre, porque aparece en los videos. Creo que muchos se casaron con nuestra música… y se separaron con ella. Primero, con Loco, tu forma de ser y después, con Los piratas...

–El mes pasado llenaron dos estadios en México. ¿Cómo lo explican?
–Los mexicanos no nos conocieron disco a disco. Llegamos diez años después, y eso triplicó la expectativa. Para ellos somos un grupo de rock: casi lo opuesto de lo que somos acá. Aunque acá últimamente tuvimos buenas críticas por parte de la gente rockera. Es un orgullo…

–¿En algún sentido en especial?
–A los cuarenta años no quiero ser under. ¡Preguntále a Mick Jagger si quiere ser under!

–Pero tampoco reniegan del under. ¿O sí?
–¡No! Me parece que hay que vivir las dos cosas: el under y lo popular. Y que para ser popular alguna vez hay que ser under, y viceversa. No podés vivir una sola cosa.. Mirá: Gustavo Cordera, el líder de la Bersuit, me dijo que hicimos todo lo posible para arruinar la banda, pero no lo logramos… ¡porque las canciones son buenísimas!

Cucho explica el secreto del grupo para seguir vigentes durante veinte años: “<i>Es como un matrimonio multitudinario; lo importante es el diálogo. Aunque a veces levantemos la voz…</i>”, asegura.

Cucho explica el secreto del grupo para seguir vigentes durante veinte años: “Es como un matrimonio multitudinario; lo importante es el diálogo. Aunque a veces levantemos la voz…”, asegura.

La imagen, tomada en los comienzos de la banda, fue incluida en 1989 en el disco debut de Los Auténticos Decadentes.

La imagen, tomada en los comienzos de la banda, fue incluida en 1989 en el disco debut de Los Auténticos Decadentes.

Veinte años después de aquellos inicios, Cucho Parisi confiesa: “<I>A veces, por ser doce, tenemos más fisuras que otros grupos, y también tenemos que trabajar más, porque somos doce a dividir la plata</i>”.

Veinte años después de aquellos inicios, Cucho Parisi confiesa: “A veces, por ser doce, tenemos más fisuras que otros grupos, y también tenemos que trabajar más, porque somos doce a dividir la plata”.

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