Comporta, la playa blanca que se extiende ininterrumpidamente a lo largo de 60 kilómetros, a una hora y media al sur de Lisboa, se ha erigido como uno de los últimos rincones vírgenes del Atlántico europeo, que ha atraído a celebridades como Madonna; la cantante Carla Bruni y su marido, el expresidente francés Nicolas Sarkozy; el diseñador de los icónicos zapatos de suela roja, Christian Louboutin; Farida Khelfa, la nueva musa de Schiaparelli; la familia Casiraghi; los actores Harrison Ford y Kirstin Scott-Thomas; y las socialités españolas Vicky Martín Berrocal y Tamara Falcó, entre muchas otras.
Comporta tiene muchas facetas: arrozales, altas dunas de arena, el delta del río Sado, hectáreas de pinares, demasiados mosquitos, pueblecitos aletargados rebosantes de casas encaladas pertenecientes a granjeros y pescadores, con ventanas enmarcadas en azul y tejados rojos que crujen.
Tras décadas en el anonimato, en la región del Alentejo, ha sido apodada como Los Hamptons portugueses por su paisaje de dunas y vegetación marina que, gracias a leyes ambientales, ha logrado escapar de la urbanización masiva.
La zona mantiene un escenario de casas de pescadores y agricultores, canales que mantienen verde una zona de por sí seca y árida, almacenes de arroz y una línea de mar despejada. En palabras del artista Jason Martin, residente en esta zona, estamos ante “el último Salvaje Oeste de Europa”
El lujo y lo ecológico conviven en perfecta sintonía en esta superficie de 12.500 hectáreas, entre el estuario del río Sado y el mar.
Su carácter único, relajado y sofisticado, ha inspirado incluso un libro, Comporta Bliss, escrito por Carlos Souza, embajador de Valentino, y su expareja Charlene Shorto de Ganay, y publicado por la prestigiosa editorial Assouline. Más de 250 páginas dedicadas a este remanso de vida slow perfecto para un fin de semana o una estancia más duradera.
Las fincas que pueden alquilarse en Comporta destacan por su enorme respeto al medio ambiente. Tanto es así que muchas tienen como suelo la misma arena.
