Alejo Milanesi, uno de los imputados en la causa por el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell en enero de 2020, fue sobreseído ayer por la Cámara de Apelaciones de Dolores. Además, el tribunal confirmó que los otros ocho rugbiers acusados continuarán en prisión a la espera del juicio oral, tras rechazar una serie de nulidades que habían sido planteadas por la defensa.
Máximo Thomsen, de 20 años; Ciro Pertossi, también de 20; Luciano Pertossi, de 19; Lucas Pertossi, de 21; Enzo Comelli, de 20; Matías Benicelli, de 21; Blas Cinalli, de 19; y Ayrton Viollaz, de 21, y que cumplen prisión preventiva en la Alcaidía 3 del penal de Melchor Romero, serán juzgados por el delito de “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”.
La decisión sobre Milanesi no fue unánime sino por mayoría de la sala integrada por los jueces Fernando Sotelo, Susana Darling Yaltone y Luis Defelitto. El joven de 19 años ya se encontraba en libertad desde el 10 de febrero de 2020. Su sobreseimiento se suma al de Juan Pedro Guarino, de 19 años, que también había sido acusado en un primer momento.
En aquel momento Fernando Burlando, abogado de la familia Báez Sosa, había pedido que igualmente se lo llevara a juicio junto a los imputados, algo que fue aceptado por el juez de Garantías David Mancinelli.
Sin embargo, este miércoles la Cámara de Dolores revocó la decisión del magistrado y lo sobreseyó en forma definitiva, ya que la fiscal que investiga la causa había considerado que no hay pruebas en contra de Milanesi ni de Guarino, que ya había sido sobreseído.
Según trascendió, Milanesi no fue reconocido en ninguna ronda de testigos ni tampoco hubo elementos que lo involucraran en el crimen, más allá de su presencia en Villa Gesell con el resto del grupo.
Fernando Báez Sosa, que tenía 18 años cuando fue asesinado, fue atacado a golpes y patadas la madrugada del 18 de enero de 2020 a la salida del boliche “Le Brique”, ubicado en la avenida 3 en pleno centro de Villa Gesell, adonde había ido a bailar con unos amigos.
Pocas horas después del homicidio del joven estudiante de Derecho, que vivía en la Ciudad de Buenos Aires y había viajado a la Costa Atlántica a pasar unos días de vacaciones, la Policía detuvo a 10 rugbiers que vivían en Zárate y que habían alquilado una casa a pocas cuadras de donde ocurrió el violento crimen. Aunque dos de ellos, los mencionados Milanesi y Guarino, finalmente fueron liberados.
