Covid-19: Quiénes son los científicos argentinos que trabajan contrarreloj para desarrollar un kit de diagnóstico rápido – GENTE Online
 

Covid-19: Quiénes son los científicos argentinos que trabajan contrarreloj para desarrollar un kit de diagnóstico rápido

"Tenemos la oportunidad de mostrar todo lo que sabemos, lo que estudiamos y lo que somos capaces de desarrollar", señala la genetista Ivana Primost

Débora Marcone, Ivana Primost y Federico Pereyra-Bonnet trabajan con pasión (y contrarreloj) en un kit de detección directa del SARS-COV2. Toda su vida se formaron para un momento como éste y, aunque reconocen que el contexto es crítico, se enorgullecen por tener “la oportunidad de mostrar todo lo que sabemos, estudiamos y somos capaces de desarrollar”.

Esta pandemia está evidenciando el valor que tenemos los científicos para el país”, dice Débora Marcone. Ivana Primost y Federico Pereyra-Bonnet coinciden con ella en que es un momento especial para la ciencia ya que en todo el mundo se está trabajado con datos abiertos y eso impulsa el avance de nuevas respuestas. A nivel local, destacan que los profesionales están a la altura de las circunstancias, a pesar de años de abandono a la tecnología y la salud.

La principal herramienta que tenemos contra el coronavirus es la información”, sentencia la genetista Ivana Primost para justificar porqué se sumó -con entusiasmo- al equipo liderado por el doctor Federico Pereyra-Bonnet (biólogo e investigador de CONICET).

El proyecto busca validar la tecnología CRISPR como método de diagnóstico válido para el diagnóstico de coronavirus.Venimos trabajando hace más de un año para aplicarlo a diagnóstico”, explica en su laboratorio dentro de la Facultad de Agronomía de la UBA. “Hace ocho años estamos desarrollando esta tecnología y hace poco más de un año nos dimos cuenta de que podía servir para detectar dengue. Hace dos meses (N. de la R.: sí, antes de que el virus llegara a la Argentina) empezamos a trabajar con coronavirus. Nos preguntamos cómo podíamos hacer para que la biotecnología tuviera bases robustas y pudiera ser aplicada en la pandemia. Enseguida supimos la importancia de buscar expertos. Convocamos a la doctora Debora Marcone (bioquímica especializada en virología respiratorioa e investigadora de CONICET) y a la licenciada Primost. Ambas habían vivido otra epidemia, en la época de la gripe H1N1”, comenta. 

Hace ocho años estamos desarrollando esta tecnología y hace poco más de un año nos dimos cuenta de que podía servir para detectar dengue", cuenta Federico Pereyra Bonnet
Hace ocho años estamos desarrollando esta tecnología y hace poco más de un año nos dimos cuenta de que podía servir para detectar dengue", cuenta Federico Pereyra Bonnet

Está orgulloso por las redes que se formaron tanto a nivel profesional como en la estructura del proyecto que surgió por iniciativa de la startup CASPR Biotech -impulsada por la incubadora GridX-, funciona bajo normativa CONICET y actualmente integra la Unidad Coronavirus COVID-19 que aúna esfuerzos de diferentes ministerios y organismos estatales. Sin embargo, la excelencia profesional de los involucrados y el apoyo del gobierno no parecen ser suficientes para contrarrestar un factor clave que juega en contra: el tiempo. Y una desventaja que aparece como consecuencia de décadas de baja inversión en salud, tecnología y producción: la falta de insumos.

“Esto es algo nuevo, pensábamos desarrollar los kits en más de un año. Pero entramos en un contexto de urgencia y debemos acelerar todos los procesos. Mandamos a más de 15 investigadores del equipo a Estados Unidos para avanzar en el aparato de diagnóstico. Mientras tanto, los que estamos acá tenemos acceso a muestras”, detalla. Y agrega: “Nos encontramos en un escenario de incertidumbre. No sabemos cuándo va a estar listo, estamos dando lo mejor para que sea pronto”. 

Están al tanto de los diversos proyectos relacionados a coronavirus que se llevan a cabo no sólo en el país sino en el ámbito internacional. “Hoy el COVID-19 es prioridad. ChemTest y Fundación Cassará también están impulsando nuevos modelos de test”, explica el biotecnólogo y enfatiza el valor de compartir la información para potenciar el conocimiento. “Hay tanto en juego, que no hay espacio para la competencia”, señala y Primost lo interrumpe: “Nos mueve algo más, tenemos la oportunidad de mostrar todo lo que sabemos, lo que estudiamos y lo que somos capaces de desarrollar”. Entonces, Pereyra-Bonet destaca: "El Malbrán secuenció 3 virus diferentes y esa información nos sirvió para comprobar que el kit que estamos desarrollando será útil. A su vez, ellos leen lo que publicamos nosotros. Ojalá siempre tuviéramos siempre este escenario -sin la pandemia, claro-, porque entonces la ciencia avanzaría mucho más rápido”. 

-¿Por qué es tan importante tener un test rápido?

Primost- La principal herramienta que tenés contra el coronavirus es la información. No hay una vacuna ni una medicación que hoy puedas dar al paciente para que se cure. Mientras antes tengas el resultado del paciente sospechoso, tanto si es positivo como si es negativo, va a ser mejor para él y para quienes lo rodean. 

Marcone- Aparte, impacta en la epidemiología ya que permite tener datos certeros sobre la circulación del virus y separar a los pacientes en cohortes: positivos por un lado y negativos por otro. 

"Tenemos la oportunidad de mostrar todo lo que sabemos, lo que estudiamos y lo que somos capaces de desarrollar", señala la genetista Ivana Primost
"Tenemos la oportunidad de mostrar todo lo que sabemos, lo que estudiamos y lo que somos capaces de desarrollar", señala la genetista Ivana Primost

-Se critica al gobierno por no estar realizando suficientes tests… 

M- Se está testeando con criterio de caso sospechoso, que es una definición que se va modificando y actualizando con el avance de los días. Pienso que es una decisión correcta para la situación local, con recursos limitados. Si los recursos fueran ilimitados y tuviéramos millones de tests disponibles, podría hacerse de otra manera. 

-Al margen de los recursos escasos, para un científico atravesar esta situación tiene que ser muy desafiante… 

P- Sí. Un poco, es confirmar que toda nuestra experiencia tiene sentido. Es un reconocimiento saber que el camino recorrido vale la pena, especialmente teniendo en cuenta todo el sacrificio que implica hacer ciencia en argentina, que no es un dato menor. Por mi parte, miro para los costados y veo que mis colegas están a la altura de las circunstancias, yo misma me siento preparada y sé que podemos afrontar lo que se viene

Pereyra-Bonnet- Eso es increíble y en otros países del mundo capaz que no lo tenés: acá podés conseguir el especialista de lo que estés buscando.No quiero caer en el cliché de que los argentinos se destacan en cualquier lado, pero no puedo negarlo porque estoy trabajando con una bióquímica y una especialista en genética. 

-¿Qué aporte puede hacer la ciencia argentina al mundo?

M- Creo que varios. Nosotros, desde acá, con un test rápido para el diagnóstico. Hay otro grupo que lo detecta a partir del diseño de técnicas basadas en serología para detectar anticuerpos.

P- Hay otro grupo estudiando la aplicación de plasma de pacientes recuperados en quienes dan positivo. Estoy segura de que en cada grupo que mires y esté avanzando con algo vas a encontrar algún argentino porque tenemos muy buenas ideas, aunque no nos ayuda el tema de los recursos. Fijate la cantidad de gente que se puso a hacer barbijos y máscaras faciales. 

La mayoría de las personas que participamos acá ya tenemos experiencia en algún área relacionada. Yo, por ejemplo, llevo 12 años de formación en virus respiratorios y lo que estoy haciendo es aplicar mi conocimiento a esto”, dice Débora Marcone
La mayoría de las personas que participamos acá ya tenemos experiencia en algún área relacionada. Yo, por ejemplo, llevo 12 años de formación en virus respiratorios y lo que estoy haciendo es aplicar mi conocimiento a esto”, dice Débora Marcone

-¿En qué nos modificará este virus?

P-El 80 por ciento de los que nos infectemos tendremos síntomas leves, por eso es primordial tomar medidas de seguridad, no sólo por nosotros sino por los que nos rodean

M- En mi caso, que siempre investigué virus respiratorios, toda la vida imaginé que sucedería algo así. Las infecciones respiratorias nos invaden todos los años y nosotros somos quienes las transmitimos cuando, por ejemplo, vamos a trabajar con algún síntoma respiratorio y 38º de fiebre. Quizás no estamos hablando de cambiar tanto y que la gente no se vuelva a saludar sino que se tome conciencia del cuidado en la salud

P-B- A mí me da pena. La verdad es que yo espero que la vacuna llegue rápido y volvamos a abrazarnos, a tomar mate y que esto sea algo del pasado. 

M- Por otro lado, esta pandemia está evidenciado el valor que tenemos los científicos para el país. Apostar en ciencia es invertir en un futuro mejor y esto nos va a acercar a quienes gobiernan para que entiendan que siempre es necesaria la inversión en salud y en ciencia

¿Cómo funciona el kit?

Los tests podrían dividirse en dos grandes grupos: directos -cuando detectan la partícula del virus- o indirectos, cuando encuentran anticuerpo generados por la persona como respuesta a la infección. Este se encuentra en el primer grupo y a partir de una muestra nasofaríngea permite hallar una parte del genoma del virus. “No es tan rápido como el análisis serológico, que arroja un resultado en 15 o 20 minutos, pero es bastante más rápido que la PCR (sigla en inglés para Reacción en Cadena Polimersa), aparte de que no requiere equipamiento tan costoso ni personal tan entrenado”, explica Marcone. El kit incluye un hisopo nasofaríngeo para tomar la muestra y una tira reactiva. Esta es la que muestra el resultado y funciona similar a un test de embarazo: dos marcas significan positivo, una raya, negativo, dice Pereyra-Bonnet y agrega que el proceso completo puede insumir cerca de una hora.

La tecnología CRISPR está siendo utilizada por otros laboratorios en el mundo. El de CASPR Biotech fue citado en Nature -una de las más prestigiosas publicaciones de ciencia- junto a otros dos proyectos de testeos rápidos correspondientes a startups americana: una derivada de la unión entre Harvard y el MIT (Sherlock) y otra vinculada a la Universidad de Berkeley (Mammoth,con Jennifer Doudna al frente), que ya presentó la aprobación provisoria a la agencia reguladora de Estados Unidos. “Están unos pasitos adelante. Y lo celebramos porque no hace más que verificar que la técnica puede funcionar”, afirma Pereyra-Bonnet.


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