En los últimos días, la variante Ómicron del coronavirus preocupó al mundo entero, en medio de un Europa con varios países transitando un rebote, y una América Latina tratando de salir a flote, Ómicron podría poner en jaque el sistema sanitario internacional, según indicó la OMS.
Sin embargo, la falta de información sobre la nueva cepa aún es mayoritaria, una de las principales incógnitas es la gravedad que la nueva variante puede causar. En ese sentido, los especialistas barajan dos alternativas, una más esperanzadora que otra.
De confirmarse que Ómicron es más transmisible, como todos los datos preliminares parecen indicar, esta irá sustituyendo a la Delta, que ha sido capaz de hacerse mayoritaria en prácticamente todo el mundo, y podría causar más contagios y esto, en función de su agresividad, puede traer más hospitalizaciones y muertes.
En tanto, si los resultados de la cepa de Ómicron indican que es mucho más leve, como apuntan algunos médicos en Sudáfrica, la nueva variante podría llegar a significar una buena noticia para la tan esperada etapa de "convivencia con el coronavirus".
En esa línea, los profesionales de la salud señalaron que uno de los futuros plausibles para el coronavirus es que en la convivencia con él, a base de infecciones, vacunaciones y protección con pastillas, se convierta en un patógeno estacional al estilo de la gripe o del catarro.
Asimismo, las propias mutaciones del virus podrían acelerar el proceso hacia este escenario. Y la variante Ómicron no es otra cosa que un gran número de mutaciones juntas. Lo que abre una pequeña puerta de esperanza.
Últimos informes de Ómicron
Aunque todavía quedan muchas incógnitas por resolver para saber el impacto que tendrá en la salud pública. Los primeros datos anticipan que contagia más, pero no se sabe a ciencia cierta cuánto; se cree que produce síntomas más leves, pero no hay la suficiente cantidad y variedad de población (en edades y estado inmunitario) como para conocer si es así.
Algo, que es capaz lo que más preocupan, es que cada vez parece más claro que puede esquivar las vacunas y la inmunidad natural a la hora de infectar, pero es muy probable que estas mantengan la protección frente a la enfermedad grave.
En este marco, estas variables componen la ecuación que determinará el futuro de la Ómicron. Uno de los escenarios que sopesa la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que sea más contagiosa y que la gravedad sea igual o algo menor que las variantes conocidas hasta ahora, nada indica por ahora que sea peor.
En un informe epidemiológico reciente de la OMS, aseguran que la nueva cepa sido detectada en 57 países y que su tipo está empezando a aumentar su presencia en el sur de África. “Incluso si la gravedad es igual o incluso potencialmente menor que la de la variante Delta, se espera que las hospitalizaciones aumenten si más personas se infectan y que habrá un lapso de tiempo entre un aumento en la incidencia de casos y un aumento en la incidencia de muertes”, explica el escrito.
Por qué aunque fuera un poco más leve causaría más muertes
Respecto al por qué Ómicron causaría más muertes aún presentando síntomas leves, todo es cuestión de estadística señalan los científicos: si es capaz de contagiar a muchas más personas, aunque las probabilidades de enfermar para cada individuo bajasen, el número bruto de decesos para el conjunto de la población sería superior.
Para que sea una buena noticia, su capacidad de causar enfermedad preocupante debería ser mucho menor que las anteriores. Por el momento se conocen pocos casos graves con Ómicron, pero lo cierto es que hasta ahora ha afectado mayoritariamente a personas jóvenes, para los que el Covid suele manifestarse de forma leve.
Refuerzo de vacunas y Ómicron
La respuesta inmunitaria a las variantes viene mediada por la adquirida de forma natural o por la inducida por las vacunas. Recientemente, Pfizer desveló datos de un ensayo que muestra que la respuesta de los anticuerpos ante la Ómicron es muy baja tras dos inyecciones, con lo que su capacidad de infección sería mayor. Pero con una tercera dosis se recupera una capacidad similar a la que tenían las vacunas con las primeras variantes.
En ese marco, los estudios que hay hasta ahora sobre la interacción de la nueva variante con las vacunas se basan en la producción de anticuerpos neutralizantes, que son un buen indicador para predecir la capacidad infecciosa de un virus, pero no para saber la respuesta del cuerpo para frenar la enfermedad más grave.
“La reacción que producen tanto las vacunas como la infección natural es mucho más profunda que la generación de anticuerpos”, expresó Federico Martinón, asesor de vacunas de la OMS. Se genera también una inmunidad celular que es capaz de evitar el Covid más grave aunque el virus penetre en el organismo.
Transición del Coronavirus en una enfermedad de convivencia
Los especialistas remarcan que se sabe poco de cómo los coronavirus que conviven con el ser humano y causan sus males llegaron a ser lo que son hoy. Algunos expertos creen que en su día pudieron causar enfermedades más graves y expandirse por el mundo, y que a base de infectar y reinfectar, de mutar y de que el organismo se acostumbre a ellos, se convirtieron en esos patógenos molestos pero inocuos que causan mocos, tos, dolor de garganta y unas décimas de fiebre, en el peor de los casos.
Por lo tanto, con el SARS-CoV-2 podría pasar algo parecido en el futuro. Por lo que, se baraja que nueva variante del coronavirus, Ómicron, quizás sea un paso en esa dirección.
