En los minutos finales, cuando los integrantes del equipo del Tango Rally Team ajustan los últimos detalles, a Victoria Bosch (27) le transpiran las manos. Afuera del auto, en el circuito de Andalgalá –pueblo minero ubicado a 250 kilómetros de la capital catamarqueña– el termómetro indica que la temperatura es de 29 grados; pero sentada en la butaca del navegante, Vicky puede dar fe de que “la sensación térmica ¡supera los cuarenta!”. El ajuste del triple cinturón de seguridad es tan fuerte que la farmacéutica cordobesa siente que los huesos de las clavículas se le van a partir. Antes del inminente debut corriendo en un auto de rally, otro auxiliar se acerca y le coloca el casco protector. Ahora sí, pulgar en alto, sonrisa nerviosa y un “¡vamos, mi amor!” cuando el motor se pone en marcha. A su lado, David Nalbandian (25), el hombre que hace nueve años comparte su vida, la mira, le sonríe y le pregunta: “¿Estas lista?”, y cuando recibe el “sí” de su novia, pone primera y sale a las pistas.
Las tres vueltas al circuito de 1.200 metros a bordo del Mitsubishi Lancer Evolution IX de su amigo Marcos Ligato durarán cerca de cuatro minutos, y servirán como “recorrido de bautismo” para la pareja, que llegó a Catamarca con la excusa de disfrutar del Master Rally de Andalgalá. Y aunque siempre tratan de ir a todos lados juntos, para ellos éste no es un viaje más. Hace una semana debieron soportar los rumores que hablaban de una supuesta crisis, cuando aparecieron publicadas unas fotografías de David y Victoria Vanucci saliendo de un bar de San Isidro. Con las imágenes en la mano, varios medios hablaron de un aparente romance entre el tenista y la vedette. “Es increíble cómo se inventan cosas, sin pensar en las consecuencias que eso puede traer”, dice el jugador que hoy ocupa el puesto número 22 del ranking mundial de tenis. Con ellos, GENTE vivió tres días en las sierras catamarqueñas. Y acá, la primera nota juntos.
–Este sábado 29 de septiembre será un día especial en la pareja: el debut de David como piloto y el tuyo, Victoria, como navegante...
David: Es verdad. En un principio no iba a correr, porque sólo vine a divertirme, pero al final no aguanté y me terminé subiendo.
Victoria: Para mí fue una linda experiencia. Nunca antes me había subido a un auto de rally, y hacerlo al lado de David fue una sensación increíble.
–David, ¿elegirías a Victoria como navegante?
–¡No, le falta voz! (carcajadas). Un chiste. La verdad es que por ser la primera vez, se la bancó bastante bien. Igual a ella la elijo como mujer, como novia y como compañera.
–¿Y vos, Victoria, elegirías a David como piloto?
–Sí, claro. Maneja muy bien, es muy responsable y se nota que tiene calidad. Cuando salió a correr le saqué algunas fotos, porque quiero guardar este momento.
–¿Cómo se conocieron?
Victoria: Nos presentó María Eugenia, mi hermana, hace nueve años. Los dos éramos muy chicos, pero nos enamoramos ni bien nos vimos.
David: Llevamos una relación muy larga, muy linda, casi perfecta. Después de mi mamá, Vicky es la mujer más dulce que conocí. Por eso lo de la semana pasada nos dio un poquito de bronca. Se inventaron muchas mentiras y se dijeron cosas que joden.
–¿Cómo fue el tema de las fotos, David?
–Había ido a comer un asado a la casa de Martín Jaite y me llamó un amigo diciéndome que estaban en el Bar Unico. Fui, y al rato vino Victoria (por Vanucci) con unas amigas. A ella la conozco, porque habíamos compartido un partido de exhibición en Carlos Paz hace un año. Y fue un encuentro como el que podés tenér con cualquier chico o chica conocido, nada más…
–¿Pensaste que te iba a traer un problema de este tipo?
–No, para nada. Vi cuando nos hicieron las fotos y no le di importancia. Estábamos todos en grupo, algo natural.
–¿Y qué pasó cuando te mostraron las revistas?
–Me dio mucha bronca, no lo podía creer. Un fotógrafo llega a una redacción con una foto de un famoso con una chica al lado, y ellos inventan cualquier cosa. Sé que un poco es el precio de la fama, pero te da mucha bronca. Te repito: tengo una excelente relación con mi novia y estoy muy bien. No tengo necesidad de estar con nadie más.
–¿Vos, Victoria, qué pensaste?
–Y... Te da bronca, porque son cosas que trascienden más allá de nuestra pareja y terminan haciéndole mal a la familia y a los amigos. Pero yo hace nueve años que lo conozco a David y sé qué persona tengo al lado. No me gustó, claro, pero él me explicó cómo había sido todo, y le creo. Pero la verdad es que para los dos fue un momento muy feo.
–¿Cómo lo superaron?
Victoria: Con confianza. Con una confianza ciega del uno hacia el otro… algo que es fundamental en toda pareja: creer en el otro.
David: Seguro. Ahora, por ahí, podemos compartir muchos más viajes juntos… Pero al principio eran largas semanas sin vernos, a kilómetros de distancia, algo muy duro de llevar. Pero aprendimos que la única manera de seguir es confiando. Igual entiendo que debe ser difícil para ella abrir una revista y ver que a tu novio se lo vincula con otra persona. Pero también lo es para mí, porque tenés que desmentir un invento.
–Se supone que no hay crisis, entonces…
Victoria: Es que estamos diez puntos, nos miramos y ya sabemos lo que el otro quiere o necesita. Algo muy lindo...
–Estando tan bien, ¿qué esperan para casarse?
David: Como toda pareja… Con Vicky, de a poco, vamos planeando nuestro casamiento.
–¿Hablan de hijos también?
Victoria: Siempre hablamos de todo…
David: Por supuesto. Agrandar la familia es uno de nuestros deseos. Pero, por ahora, estamos muy bien así. Igual, es un sueño que vamos a cumplir.
Victoria y David posan con la ciudad de Andalgalá de fondo. “Para mí es muy bueno que ella me acompañe. La necesito mucho”, asegura el tenista.
A los besos. Así estuvieron David y Victoria durante todo el fin de semana.
“Llevamos una relación muy larga, muy linda, casi perfecta. Después de mi mamá, Vicky es la mujer más dulce que conocí”
