Después de la nota donde te confesé que me gustaría pasar una noche con Madonna, me llamaron e hice notas para México, Colombia, Perú y Chile. Pero ésta es la primera vez que voy a contar cómo me imagino que puede ser nuestro encuentro. Yo no soy lesbiana ni me gustan las mujeres, pero a Madonna la admiro… ¡y con ella puede pasar de todo!”, dice Luciana Salazar antes de ponerse la galera negra e imitar a la reina del pop en Confessions Tour. “Es que nosotras dos nos parecemos: somos rubias, chiquititas, sexuales, talentosas y transgresoras”, jura.
–¿Cuando nació tu devoción por ella?
–Desde chiquita… Es la única artista del mundo que sigo desde siempre. En la Argentina aún no se escuchaban sus temas, y mis primos ya me mandaban sus casetes desde los Estados Unidos. Hoy, cuando acabo de cumplir 28 años, te puedo asegurar que soy su mejor fan, y que me encanta jugar a ser la Madonna del país.
–¿Qué te va a pasar cuando la veas?
–Siento que me voy a quedar muda, paralizada. Creo que ella es la única mujer por la que me dejaría dominar, porque le gustan los juegos eróticos tanto como a mí.
–¿Te gusta que te dominen en la intimidad?
–No…, a nosotras dos nos encanta dominar. Ojo, no me gusta el sadomasoquismo, pero soy muy ratonera y me encanta reinventarme, disfrazarme y complacer siempre a mi pareja. Aunque en el sexo no coincidimos en todo, porque ella organiza sus días para tener relaciones sexuales, y yo no puedo porque no tengo una pareja estable: me adapto al momento…
–¿Cómo te adaptás cuando un hombre te sorprende?
–Siempre estoy preparada para el hombre que me gusta. Soy muy coqueta, tengo lencería lindísima, y hasta cuando duermo sola me pongo ropita sugestiva… Me encanta mirarme al espejo antes de dormir, sentirme sexy, ratonearme conmigo, porque me alimenta el ego.
–¿Cómo te imaginás una noche con Madonna?
–No puedo imaginarla, porque me da vértigo… Pero no me dejaría dominar totalmente por ella: me encantaría que jugáramos un poquito, y que para entrar en calor tuviéramos una lucha erótica, pero sin violencia, con muchas caricias, besos y mimos al principio. Antes que una conexión sexual, carnal, me gustaría tener sexo tántrico, para que durara más y fuera más espiritual.
–Ella tuvo muchas relaciones con mujeres…
–Sí, creo que se acostó con Naomi Campbell y Sandra Bernhard… Pero a mí no me gustan las mujeres, y ni siquiera Madonna me excita sexualmente desde lo hormonal; me conecto espiritualmente, porque tiene un aura único.
–Pero en los videos eróticos de Playboy estuviste con mujeres…
–Sí, pero ahí estaba actuando, jugando, y sólo había besos. Creo que con la única mujer que estaría es con ella, porque lo que realmente me gusta mucho son los hombres.
–De los hombres que tuvo ella, ¿cuál te gusta más?
–Guy Ritchie… Es uno de los más interesantes que tuvo, y me gusta porque es rebuscado, misterioso, como Roger Federer. También hay un deportista argentino que me gusta, pero no puedo nombrarlo por respeto a la otra persona…
–Por cierto, últimamente te vinculan con Juan Martín Del Potro y con Lionel Messi… ¿Qué hay de cierto?
–Sí, los conozco. Pero eso no significa que tengamos algo. Que la gente piense lo que quiera…
–¿Por qué no lo desmentís?
–Porque no me gusta hablar de mi vida privada. Me inventan romances todo el tiempo porque soy un símbolo sexual. Pero no cuento ni desmiento nada: trato de resguardar a mi pareja…
–En el facebook aparecen seis amigos tenistas… ¿Qué tenés que ver con el mundo del tenis?
–Empecé a jugar a los cuatro años, y dejé a los dieciséis. Mi tío es entrenador y quería prepararme para competir, pero no quise: prefería divertirme. Sin embargo, estoy arrancando: voy a entrenarme al Vilas Club, y tal vez encuentre un buen coach.
–¿Es verdad que Luis Miguel fue tu mejor amante?
–Fue uno de los mejores amantes que tuve, sí, y la pasamos muy bien. Pero no sé si fue el mejor. Lo que me pasó con Luis es una linda historia para contarles a mis nietos...
–Madonna jura que en una noche tuvo trece orgasmos. ¿Cuál fue tu record?
–Con mi primer novio tuve diez orgasmos en una noche, y él, seis. Es que soy multiorgasmica… La primera vez que tuve un orgasmo fue a los cinco años, sin tocarme, en la cama de mis papis, mientras hacía gimnasia y miraba la tele. Mi mamá quiso reprimirme, y entonces empecé a hacerlo a escondidas.
–Madonna tuvo una relación muy tormentosa con Sean Penn… ¿Vos también con alguien?
–Sí, el final de la relación con mi primer novio fue obsesivo, tormentoso y heavy… ¡Parecíamos Romeo y Julieta! Nuestro modo de amarnos no era normal…
–Madonna conoció a Carlos León, el padre de su hija Lourdes, en una carrera de ciclismo. ¿Conociste algún novio en un espectáculo deportivo?
–No, no soy de amores casuales, no voy de boliche en boliche, y me cuesta enamorarme. Me preguntan por qué salgo siempre con famosos, y la respuesta es muy simple: porque es el ambiente donde me muevo.
–¿Tuviste algún novio tenista?
–Sí, salí con un tenista chileno, pero no el que todos piensan. No lo nombro porque quiero resguardar todas mis historias de amor.
–¿Cuando cerrás una historia, es para siempre?
–No, soy muy retroactiva… Vuelvo a salir con los mismos. Soy un animal de costumbres, y últimamente me cuesta mucho ponerles punto final a las historias. Cuando estoy con alguien no me relajo, me siento observada, a veces soy caprichosa, maricona, y hasta puedo parecer una rubia tarada, pero te juro que no lo soy: en cinco años de carrera siempre me reinventé, y logré todo lo que me propuse.
–¿Qué vas a hacer para conseguir marido?
–Nada especial. Ese hombre llegará… cuando llegue. Por ahora, mi cabeza está puesta en el disco que quiero grabar y en la película que voy a filmar el año que viene en San Luis con María Grazia Cucinotta. El día que quiera formar una familia va a ser para dedicarme a full.
“Me encantaría que, para entrar en calor, Madonna y yo tuviéramos una lucha erótica, pero sin violencia, y al principio, con muchas caricias, besos y mimos”.
“Hasta cuando duermo sola me pongo ropa sugestiva. Me encanta mirarme al espejo antes de ir a dormir, sentirme sexy, ratonearme conmigo, porque me alimenta el ego”.
“A veces soy caprichosa, maricona, y parezco una rubia tarada, pero juro que no lo soy. En cinco años de carrera siempre me reinventé y logré todo lo que me propuse”.
