«Con los Juárez, los médicos santiagueños no podían decir que había desnutrición infantil» – GENTE Online
 

"Con los Juárez, los médicos santiagueños no podían decir que había desnutrición infantil"

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Santiago del Estero explotó tras los crímenes de la Dársena, las muertes
horrendas de Leila Nazar y Patricia Villalba. Desde entonces, salió a la luz,
una y otra vez, toda la pus de una administración corrupta. Ahora, veremos que a
los pobres más pobres de la provincia no sólo se los buscaba comprar con
ladrillos que llevaban los nombres de Nina Aragonés y Carlos Juárez: también se
los mataba mintiendo las estadísticas de muertes y desnutrición. Lo contó el
interventor desde hace dos meses y medio, el ex fiscal Pablo Lanusse (38) -que
en principio estará seis meses en esa función o, como esperan en la Casa Rosada,
un año-, de paso por Buenos Aires.

Según las cifras de la intervención, la mortalidad infantil en Santiago del
Estero alcanza el 25 por ciento, mientras que los números "oficiales" admitían
el 12 por ciento. La desnutrición infantil trepa, por su parte, al 38 por ciento
en niños de hasta seis años. De ellos, un 15 por ciento son casos agudos.

"Es una provincia que parece de otro siglo, y quienes la gobernaban tenían la
desfachatez de decir que estaba todo bárbaro
-se indigna Lanusse-. Era el mundo
del revés, porque los números oficiales hablaban de una provincia donde no había
mortalidad infantil, donde no había deserción escolar… Claro, se falseaban las
estadísticas…
"

-¿Cómo lo lograban?
-Sí, la mortalidad infantil estaba devaluada en un 100 por ciento, la deserción
escolar no se reconocía. Por ejemplo, con los Juárez, los médicos de los
hospitales provinciales no podían decir que los chicos tenían cuadros de
desnutrición, tenían prohibido asentar una serie de diagnósticos. Era un sistema
realmente perverso. Esto provocaba que los programas de asistencia de la Nación,
que eran fondos específicos para ciertas obras, no se explotaban. Además, uno
recibe la asistencia de salud en la medida de las necesidades que uno declara:
si yo tengo sólo dos chicos con hambre, la Nación me manda médicos sólo para dos
casos.

No extraña, entonces, que mientras el 15,1 por ciento de los hogares argentinos
estaba en la indigencia según la Encuesta Permanente de Hogares 2003, en
Santiago era un 20,4. Si de pobreza hablamos, era un 47,1 por ciento contra el
36,5 de la Nación. En realidad, esto también se explica por la escasa inversión
en Promoción Social. Según el INDEC, en promedio, entre 1993 y 2001, Santiago
del Estero destinó 52,2 pesos por cada pobre, mientras que otras provincias en
una situación similar gastaron mucho más: Catamarca, 381,8 pesos; Chaco, 96,4
pesos; y Corrientes, 104,6 pesos.

Lanusse continúa su semblanza: "Encontré algo peor a lo esperado. El deterioro
no sólo se da en infraestructura, escuelas, hospitales y caminos, o con el tema
del agua, a la que hacían llegar en camiones a determinados sitios para tener a
la gente como rehén electoral. También la pérdida de la dignidad de la persona
es terrible".


-¿Qué otros casos encontraron?
-Hay muchos, pero le puedo contar el retraso en la infraestructura escolar. Hay
más de 700 escuelas rurales en la provincia, y hemos firmado un convenio con el
ministerio de Educación de la Nación para aplicar el programa de electricidad
para escuelas rurales. Lo podría haber firmado por el anterior gobernador desde
septiembre de 2003, pero se negó a firmar. Y un dato más alarmante: en el pliego
de licitación de la empresa de electricidad local, se les impuso la obligación
de electrificar las escuelas, pero no se les puso plazo. La licitación es por 90
años, así que el maestro rural podía esperar 89 años y 11 meses para que le
terminen la obra.

-El diagnóstico es negro. Ahora, ¿qué está haciendo la Intervención para
solucionar esto?
-Acabamos de hacer dos cosas importantes: declaramos la emergencia social, en
materia de educación, sanidad e infraestructura. Sancionamos un nuevo
presupuesto que contempla gastar 1100 millones de pesos -lo que tenemos
proyectado de ingreso- y va a significar más de 400 millones de pesos para
incorporación de agentes sanitarios y obras de agua potable, que son
fundamentales y es una carencia extendida por toda la provincia.

-¿Ese dinero provendrá de impuestos, o lo girará la Nación en materia de
coparticipación?
-El 90 por ciento de los fondos que maneja la provincia en su presupuesto son
coparticipados. Y acá hay otro tema de la administración anterior: cuando
anunciaron que dejaban a la provincia con 500 millones de superávit; esa plata
es el ahorro sobre la pobreza y la marginación, porque en el 2003 tuvieron
montos ingresados para ejecutar por más de 1100 millones de pesos, y sólo
gastaron 770, esto significó que hubo 400 millones de pesos que no se usaron.

-¿Cómo está la situación política de quienes apoyaban al matrimonio Juárez?
-Mire, hoy es un problema del interventor del PJ más que mío. Pero nuestro
proyecto cuenta con un fuerte apoyo del Foro de Intendentes Justicialistas y de
distintos sectores del peronismo, quienes ya recibieron el reclamo de la
sociedad santiagueña de reformar la Constitución provincial.

-¿Por qué?
-En función de que hoy le da absoluta hegemonía al Poder Ejecutivo de turno. Y
lo más grave es que prevé un régimen electoral de composición de la Cámara:
aquel que gana con el 35 por ciento de los votos, por ejemplo, tiene el 75 de
los Diputados.

-Por último, ¿cómo va su relación con los santiagueños?
-Piden que nos quedemos más tiempo. Dicen que si la intervención se va rápido,
podrían ser víctimas de represalia en caso de que regrese el juarismo.

Pablo Lanusse en la charla con GENTE, donde hizo fuertes revelaciones.

Pablo Lanusse en la charla con GENTE, donde hizo fuertes revelaciones.

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