Cristian se despide de la soltería en Buenos Aires. ¿Nostálgico?
-Estoy feliz
de haber encontrado a Gabriela. No veo la hora de verla vestida de blanco.
-¿Qué tienen planeado? ¿Descontrol?
-No, divertirnos. Vamos a cenar junto a un grupo de amigos. Tengo ganas de
bailar toda la noche y disfrutar de una velada romántica. Quién sabe, quizá
hasta me tome un par de copas de más. ¡Vamos a festejar!
Cristian Castro (27) volvió a pisar tierras porteñas de la mano de su prometida,
la paraguaya Gabriela Bo (21), para -¡nada más ni nada menos!- celebrar su
despedida de soltero. El cantante mejicano llegó el jueves por la noche junto a
la bellísima nativa de Asunción y se refugiaron en el departamento que la
familia de la joven (su padre, Eduardo, es un empresario millonario; tiene
medios de comunicación, bancos y tabacaleras, entre otros negocios) posee en la
calle Rodríguez Peña, casi Libertador.
El fugaz viaje a nuestro país tiene como
excusa oficial la prueba final del vestido de novia en María Vázquez. La prenda
-un obsequio de Estela, Norma, Claudia y Lidia, las dueñas de la firma- está
diseñada a base de guipure francés y gasa de seda natural. Es sabida la
debilidad que tiene la futura novia por la marca: en total se llevó nueve
vestidos y gastó 2000 dólares. "Como adelantaron la fecha para el sábado 8 de
marzo y aprovechando la amistad que nos une con Gabriela, les propusimos hacer
la despedida en Buenos Aires", contó Estela Vázquez.
Dicho y hecho: previo paso
por la peluquería Impagliazzo y Lamensa, los novios partieron a las diez y media
de la noche del sábado para la disco Asia de Cuba. Allí tuvieron una cena junto
a un grupo de amigos argentinos. Comieron sushi, bailaron y brindaron con agua
mineral. ¿Dónde quedó la promesa de chocar copas hasta el amanecer? "Cristian es
un obsesivo en el cuidado de su voz, por eso no toma alcohol", explicó uno de
los comensales presentes. El plato fuerte de la despedida fue el baile de una
odalisca que sonrojó al hijo de Verónica Castro. A las cuatro de la mañana, con
un pensado operativo de seguridad, el cantante partió con su troupe en una
camioneta Renault Kangoo de vuelta a Recoleta. El domingo a la tarde salieron a
pasear por las calles de San Telmo. Cristian aprovechó para sorprender a
Gabriela con medialunas. Después prosiguieron con su sesión de compras y pasaron
por el Musimundo de Callao y Santa Fe, donde Gabriela completó su ajuar con
discos. Parece que si hay algo que caracteriza a la pareja es la ansiedad: a
pesar de tener como fecha de boda el 22 de marzo -un día antes del cumpleaños de
Gabriela-, el hijo de la actriz Verónica Castro decidió adelantarla para dar el
sí por Civil el próximo 8 de marzo en Asunción. La ceremonia se realizará en la
residencia de los Bo y contará con 400 invitados -que se hospedarán en un lujoso
hotel cinco estrellas, propiedad de la familia- entre los que se encuentran Fito
Páez, el trío cómico Midachi, Marcelo Tinelli y Susana Giménez. La fiesta tendrá
la actuación estelar del propio novio, quien endulzará los oídos de los
presentes con un minirrecital. Se especula que uno de los invitados más
esperados es el padre de Cristian, con el cual está distanciado desde hace
varios años. Si hay algo que ofuscó a la pareja durante su estadía en la
Argentina fue la continua desmentida sobre el probable embarazo de Gabriela. "Es
mentira. Dentro de nueve meses se van a dar cuenta de que no está embarazada",
dijo Cristina Bo, consultada por GENTE. Antes de partir para Asunción y ultimar
los preparativos, el cantante latino lanzó sus últimas frases de hombre soltero.
-Hubo rumores de supuesto embarazo, adelantaron la fecha de la boda. ¿Por qué
tanto apuro por llegar al altar?
-Simplemente porque estamos enamorados.
-Por lo general una despedida de soltero se festeja entre hombres y con alguna
que otra picardía…
-Yo preferí estar al lado de mi mujer. Con Gabriela me despido de la soltería
para siempre.
El domingo hicieron shopping en el Musimundo de Callao y Santa Fe. Gabriela no compró ningún disco de su futuro marido. La pareja disfrutó de una caminata romántica por las calles de San Telmo.
Cristian Castro y Gabriela disfrutaron de una cena con amigos en Asia de Cuba. Bailaron toda la noche, comieron sushi y brindaron con agua mineral porque "Cristian es un obsesivo en el cuidado de su voz", según dijo un íntimo amigo. Después disfrutaron del show de una odalisca made in Argentina.
