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Y para Italia se fue. O volvió. Diego Maradona aterrizó en Roma con la idea de tomarse unas vacaciones y relajar. Lo invitó su amigo Salvatore Bagni, con quien compartió camiseta y cancha en la época del Napoli. Y para la ocasión, el anfitrión le tenía todo preparado: una suite matrimonial con jacuzzi y vestidor en la imponente casa que se construyó en Cesena (al nordeste de su país) y la inscripción paga para que juegue la prestigiosa Madani Cup de golf que se celebra todos los años en Marignano. El crack sólo tuvo que desempacar sus valijas. El resto estaba planeado…

EN COMPAÑIA. Verónica Ojeda, la chica de 32 años nacida en Villa Fiorito (como él), la mujer que no lo abandona ni a sol ni a sombra en estos últimos tiempos, llegó con él. Y, una vez más, lo siguió a todas partes. A bordo del carro de golf, que el crack piloteó, recorrieron todo el campo, hoyo por hoyo. De excelente humor, incluso, posaron de a dos para los cientos de fanáticos que deseaban llevarse una foto de El Diez como recuerdo. A las seis de la tarde del domingo 23, Diego había anotado puntos en cada uno de los 27 hoyos (una vuelta y media). ¿El resultado final? Cuarenta y dos puntos: ganó el primer lugar en la segunda categoría. Sí, señores: Maradona se alzó con el título San Giovanni de la prestigiosa Madani Cup. Un comunicado oficial decía: “superó incluso al vicepresidente del Riviera Sport, Giulio Gustavo Bertuccini (quien sacó 40 puntos), y a Domenico Parma (quien hizo 39)”. Más tarde, su amigo Bagni le contaba a la prensa: “Diego está en óptima forma. Le tengo organizado un partido de fútbol amistoso e íntimo, que jugaremos en mi cancha privada”.

LA PALABRA DEL DIEZ. Días antes de ganar el trofeo, la prensa española lo sorprendió en el aeropuerto de Barajas. Entonces, Maradona accedió a charlar de lo que más le gusta y sabe: fútbol. Según cuenta el periodista del diario Marca, se encontró con “un nuevo Diego” –luego de haberse sometido a una cirugía estética facial, contó el cronista español–, simpático y dispuesto a hablar de todo. En síntesis, dijo:
- “Fernando Gago no está jugando como sabe en el Real Madrid, pero va a ganar esta batalla… Creo en él”.
- “Para mí fue una decisión totalmente acertada la del Real Madrid de contratar al alemán Bernd Schuster. Lo digo con conocimiento de causa, porque yo lo quise llevar a Boca hace un año, pero él se quiso quedar en el Getafe, porque tenía contrato. Es un hombre de palabra y tuvo ética con su club”.
- “Sólo digo que el hecho de que haya venido al Madrid es una buena salida para Javier Saviola. Me alegro por él”.
- “Es un pecado para el fútbol que Riquelme no juegue”.
- “Me gustaría dirigir en México. Es un país lindo y con infraestructura. No me estoy vendiendo, pero sí tengo ganas de ir allí”.
- “A veces me dan deseos de entrenar. Después del Mundial tenía muchísimas ganas de ir a la Selección (argentina), pero eso se olvidó, pese a que me lo habían prometido…”.

Cuando se apagó el grabador, Diego subió al avión, un vuelo que lo llevaría sin escalas a Roma, donde lo esperaba su amigo Salvatore y un premio que aún no imaginaba...

Al volante de su carro de golf, Diego da pelea al título San Giovanni. ¿Su copiloto? Verónica, la chica de Fiorito que presenta a todos como “mi chica”.

Al volante de su carro de golf, Diego da pelea al título San Giovanni. ¿Su copiloto? Verónica, la chica de Fiorito que presenta a todos como “mi chica”.

Golpe, espera y sonrisa… Así, Diego fue mejorando su score en cada hoyo. De excelente humor, posó junto a su novia para los cientos de fanáticos que deseaban retratarlo. Verónica lo siguió y acompañó a lo largo de todo el campeonato.

Golpe, espera y sonrisa… Así, Diego fue mejorando su score en cada hoyo. De excelente humor, posó junto a su novia para los cientos de fanáticos que deseaban retratarlo. Verónica lo siguió y acompañó a lo largo de todo el campeonato.

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