Cuando en el verano Marina se tiró sobre la arena para proyectar el año, pensó: "Quiero trabajar para chicos". Y soñó con una obra de teatro. Se imaginó siendo Gretel en el clásico de los hermanos Grimm, Hansel y Gretel. Todavía no sabía que iba a tener que posponer el trabajo para chicos ajenos por su propio hijo. De novia hace varios meses con el economista Javier Martínez -hijo del novelista Tomás Eloy Martínez-, una tarde de marzo confirmó la noticia que reconoce como la más importante en su vida: estaba esperando un bebé. "Si así es estar embarazada, voy a estar embarazada toda la vida", dice feliz como nunca, sexy como siempre, mirando su panza de casi cuatro meses.
-¿Cómo es Marina Vollmann mamá?
-Más completa que nunca. Esto es lo mejor que me pudo haber pasado. No hay nada en el mundo más perfecto. Antes era yo con mi alma y mi pareja. Ahora ya no… Antes siempre estaba apurada y no sabía por qué. Ahora ya no.
-Y antes decías "las relaciones amorosas son mi punto débil". ¿Ahora ya no?
-Sigo pensando lo mismo. El amor es difícil y hay que trabajar para eso. Pero estar embarazada te une un montón. Tener un hijo es unirte a tu pareja para toda la vida. Y esta es la unión más importante de mi vida. Javier es el hombre más importante en mi vida.
-¿Están pensando en casarse?
-Eso ya no se usa, ¿no? Nunca fui Susanita, nunca soñé con casarme de blanco. Al contrario, me gusta mucho más estar de novia y embarazada que decir "mi marido". Javier nunca, en el fondo, me va a tener y yo a él tampoco; creo que así vamos a durar toda la vida.
-¿Cómo lo imaginás a él como padre?
-Es el hombre más tierno del mundo…
Y seguramente va a ser el padre más tierno
del mundo.
Marina Vollmann mamá también es Marina en su casa de Palermo Viejo, es Marina productora de teatro con su empresa SV Producciones, es Marina actriz que pospuso sólo por un tiempo sus sueños sobre las tablas. Lejos quedaron los días como modelo y su participación en El Show de VideoMatch. Por otra parte, su pareja, Javier Martínez, es también el hijo de Tomás Eloy Martínez.
-¿Tu hijo va a tener un abuelo ideal para los cuentos antes de dormir?
-Sí, va a tener un abuelo escritor, un abuelo divino. Tomás está muy feliz con este nuevo nieto. Ojalá pueda estar en Buenos Aires para cuando nazca. Y las abuelas desde acá, Pinky -la mamá de Javier- y mi mamá Lina ya lo empezaron a mimar como locas. Las dos familias están muy felices.
-Hace poco supieron que va a ser varón...
-Sí, y el padre está chocho. Yo también. Me va a amar siempre, perdidamente. Por supuesto lo que más me importa es que sea sano, que esté bien. Pero nada es casual. Dios sabe lo que hace. Como yo nunca entendí a los hombres… Dios me manda un varón.
-¿Tenés miedos?
-En la Argentina de hoy, lamentablemente todos tenemos miedo. Con las cosas que están pasando ya es difícil salir sola sin preocuparse. ¡Imaginate con un hijo! Cuando oía por televisión el llanto de la mamá de Cristian, el chico secuestrado en Tigre, se me partía el alma. Ahora entiendo esa frase: "Que no me lo toquen porque mato". Hablando del tema con mi obstetra, él me dijo: "Bienvenida al mundo de los miedos, de ahora en más siempre vas a tener miedos. Primero durante el embarazo, después cuando nazca, después cuando crezca…". Pero por suerte también sentenciaba: "¡Te vas a acostumbrar!"
-¿Crees que vas a ser una mamá sobreprotectora?
-Espero no serlo, pero todas dicen lo mismo y todas terminan igual. Y después los hijos crecen y son padres y terminan entendiendo…
-Vas a ser mamá a los 34, ¿te parece una buena edad?
-Sé que mi hijo llegó en el momento que tenía que llegar. Me molestan mucho eso prejuicios de que "tenés que ser madre antes de los 30", es una ridiculez instalada socialmente que no tiene ningún sentido. Mi hijo llega en el momento ideal, hice todo lo que debía hacer, trabajé, me divertí, viví sola, viajé…
Actuó en Sexo, mentiras y dinero durante el año pasado, debutó en cine el último febrero, condujo el programa Tendencia, renunció a los tres días porque no se sentía cómoda y, casi de inmediato, supo que estaba embarazada. No leyó ningún libro sobre el tema, prefiere hablar con mujeres que hayan pasado por lo mismo. Mira y admira cada bebé que se cruza en la calle, aunque ella y Javier todavía no se pusieron de acuerdo por el nombre. No se cuida con las comidas, camina mucho, cuando visita a su mamá da la vuelta a la Quinta de Olivos, le hacen masajes especiales, practica yoga dos veces por semana, está por empezar gimnasia para embarazadas.
-¿Y en noviembre, cuando nazca?
-Me voy a morir cuando lo vea. Tener un hijo es de lo único que no te arrepentís en toda la vida. Sueño con ese momento. Lloro cada vez que me hago una ecografía.
El próximo verano Marina se tirará sobre la arena entre mamaderas y pañales, y volverá a soñar. Proyectará en familia junto a su novio y su bebé. Se imaginará Gretel. Esta vez, con un hijo entre los hombres que la aplaudirán.
por Analía Sivak
fotos: Santiago Turienzo
producción: Josefina Bencardini. Maquilló: Malala Lagos con productos Dior. Asistente: Cristian Honorato. Peinó: Gonzalo Ramos para Roberto Giordano.
Agradecemos a Design Suites, La Lengerie, Figlio Mio y Lonté.
Mi hijo llega en el momento ideal, hice todo lo que tenía que hacer, trabajé, me divertí, viví sola, viajé…", dice Marina embarazada y feliz.">
"Mi hijo llega en el momento ideal, hice todo lo que tenía que hacer, trabajé, me divertí, viví sola, viajé…", dice Marina embarazada y feliz.
El amor es dificil y hay que trabajar para eso. Pero estar embarazada te une a tu pareja para toda la vida"">
"El amor es dificil y hay que trabajar para eso. Pero estar embarazada te une a tu pareja para toda la vida"
