«Cómo no voy a estar enamorada de Corcho si antes nadie me había tratado así» – GENTE Online
 

"Cómo no voy a estar enamorada de Corcho si antes nadie me había tratado así"

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Ese no es el Corcho? Está mucho mejor que en las fotos. Es bárbaro. Miralo,
es un bombón…
" Sol Bunge había quedado impresionada. Y ese comentario, el
que le hizo a una amiga en un bar de Avenida del Libertador, fue sin querer el
comienzo de todo. Ahí mismo empezaron las miradas de mesa a mesa. Ella,
intentando escuchar los problemas de su íntima. El, tratando de seguir una
conversación de negocios. El juego de seducción pareció terminar cuarenta
minutos después, cuando Jorge Rodríguez llamó al mozo, pagó su cuenta, se
levantó de la mesa y se fue.

Ella creyó que no lo volvería a ver. Pero al minuto, recibió la primera
sorpresa: un hombre vestido de traje se presentó como el chofer del señor Jorge
Rodríguez para entregarle un papel que decía: "Sos impresionante. Me
encantaría que me llames
". Abajo, claro, figuraba el número de su teléfono
celular.

Era un miércoles de noviembre de 2003 y Susana Giménez ya había confesado
públicamente que su relación de tres años con Jorge Rodríguez estaba "casi"
terminada. Eran las cuatro de la tarde de ese mismo miércoles cuando Sol se
atrevió a llamarlo, por primera vez, presentándose como "la chica
impresionante del bar
".

¿Quien reemplazo a Susana? Sol Bunge: 30 años, curvas infartantes. La novia
de Jorge Rodríguez nació en Las Lomas de San Isidro el 12 de febrero de 1973. Su
padres, Hernán José Cirilo Bunge (médico, ex dueño de la distinguida y extinta
Clínica del Sol y de la empresa de medicina prepaga Tim) y Mónica Menéndez, se
casaron el 4 de septiembre de 1969 para tener, ocho meses más tarde, a Xavier
(24), su único hermano. La separación de sus padres, todos recuerdan, fue uno de
los golpes más duros que recibió de chica. Y, aunque hoy mantiene una buena
relación con Rossana Gherardi (la nueva pareja de su papá) y con sus
hermanastros Flavia y Santiago, todavía trata, en sus charlas de terapia, aquel
episodio.

Se sabe también que es sobrina de Wenceslao Bunge (ex vocero de Alfredo
Yabrán), que es amiga íntima de los tres hijos del ex presidente Fernando de La
Rúa, que hizo toda la escuela primaria y secundaria en el colegio Saint Mary
of the Hills
, que acostumbra a veranear en Punta del Este, que además del
castellano, habla a la perfección inglés e italiano, que practica yoga, que
trabaja en una empresa internacional y que desde los 24 años vive sola en el
barrio de Palermo.

Su nombre se hizo público en octubre del año 2000, cuando todos la señalaban
como la novia de Aíto, el hijo menor del todavía Presidente de los argentinos. "No
soy la novia de Aíto, nos conocemos desde hace años y somos muy amigos
",
confesó Sol a GENTE en aquel entonces. Hoy, la misma pregunta gira entorno a su
relación con otro hombre: el ex de Susana.

El primer encuentro. Sucedió aquel mismo miércoles de noviembre. A la hora
del llamado de Sol, un auto con chofer enviado por Rodríguez la pasó a buscar
por la puerta de su casa (ubicada al 3.300 de la calle República Arabe Siria)
para llevarla hasta las oficinas que su amor tiene en la calle Dardo Rocha al
2200, en Martínez. "Te cambiaste", observó él. "No, sólo me puse el
reloj
", le aclaró ella. "Algo más también", dedujo Rodríguez mirando
fijo sus pechos. Sol se ruborizó: esa tarde llevaba corpiño y él había notado la
diferencia. Los poquísimos que siguieron la intimidad de la pareja aseguran que
después de ese encuentro nunca más se separaron. Ella comenzó a pasar las noches
en el loft que Rodríguez tiene en la zona de San Martín, remodelado por el
reconocido decorador Juan Ricci. Y él no dudó en quedarse a dormir algunos días
en el departamento de su nueva chica. Hasta compartieron románticos fines de
semana en Yellow Rose, la misma chacra en la que Rodríguez y Susana
disfrutaron de sus aventuras y desventuras esteñas durante los últimos seis
años.

Aquí, un testimonio cercano de esos días: "En diciembre venían los fines
de semana, en plan romántico, casi de luna de miel. Pero en enero, mientras el
padre de Rodríguez estuvo secuestrado y Susana estaba en Miami, Jorge envió a
Sol y a sus hijos a vivir a
Yellow Rose con custodia incluida. El decía
que quería protegerlos y que por seguridad prefería que estuvieran en Uruguay y
no en la Argentina. Es más, en esos tiempos, era ella quien manejaba al personal
de la chacra, se encargaba de las compras y de entretener a los nenes
".

Amor secreto. Dicen que por respeto a La rubia, como Rodríguez apodaba
cariñosamente a la diva, le pidió a Bunge absoluta discreción. Y ella respetó el
pacto a morir. Nadie, ni siquiera Xavier -su hermano y mayor compinche- supo de
la relación entre ella y el Corcho hasta el último sábado, cuando la vieron
llegar a Punta del Este de un vuelo privado en el que también viajaba el ex de
Su. A cambio del silencio, Rodríguez recompensó la relación con otras pruebas de
amor: a la semana de conocerla le presentó a sus hijos, Iara, de 15 años, y Juan
Manuel, de 14, fruto de su matrimonio con la contadora Ana Vilardebó. Con una
sola frase, "Sol, la novia de papá", consiguió que Bunge se sintiera
única.

Con ella no necesitó de 720 rosas amarillas, ni de exóticos safaris por el
Africa, ni de solitarios de brillantes de 25 mil dólares. Para conquistar a su
nueva chica, a Rodríguez le alcanzó un mensaje escrito de su puño y letra que le
dejó sobre la almohada después de pasar juntos la primera noche: "No me
equivoqué: sos impresionante
".

Los sic de Rodriguez. Las frases fueron el arma de seducción en esta nueva
relación. Aquí, algunas de ellas:
- "No le puse Yellow Rose a la chacra por Susana. La bauticé así porque
cuando la compré encontré un rosal seco con una única rosa amarilla abierta,
espléndida
".

- "Hace ocho meses que estoy separado de Susana. Si la acompaño a algunos
eventos es porque ella me lo pide como un favor de amigo, y por las cosas que
viví a su lado siento que no la puedo defraudar
".

- "Para mí, todas las mujeres que están a mi lado son divas. Si fueras
verdulera, me levantaría a la mañana para lustrarte las manzanas
".

Mientras tanto, en la intimidad de su departamento de Palermo, Sol Bunge le
confiesa a un íntimo: "Cómo no voy a estar enamorada de Corcho si antes nadie
me había tratado así
".

Mientras tanto, en Yellow Rose, Susana Giménez sigue presente. En el
vestidor del cuarto principal están sus ropas y sus zapatos. En el baño, sus
cremas. En los portarretratos, sus fotos. Por fuera, nada ha cambiado todavía…

Así, dicen, la trata Jorge Rodríguez. Para conquistarla no necesitó rosas amarillas, joyas ni excéntricos viajes. Con una tarjeta alcanzó para que Sol Bunge cayera a sus pies.

Así, dicen, la trata Jorge Rodríguez. Para conquistarla no necesitó rosas amarillas, joyas ni excéntricos viajes. Con una tarjeta alcanzó para que Sol Bunge cayera a sus pies.

Para mí, todas las mujeres que están a mi lado son divas".">

"Para mí, todas las mujeres que están a mi lado son divas".

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