“Como mi mamá, soy simple, coqueta, sensible, y me juego por la persona que quiero” – GENTE Online
 

“Como mi mamá, soy simple, coqueta, sensible, y me juego por la persona que quiero”

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Hace diez, once años, vengo entrevistando a tu mamá y, aunque en esos diez, once años, te nombró en cada nota, debo admitir que jamás escuché tu voz y que me llamó la atención el intransigente bajo perfil que te acompañó hasta hoy –le comentamos a la hija de Araceli González, luego de presentarnos y antes de iniciar el reportaje.

–…Bueno. Lo que escuchás es mi voz, y te adelanto: ni hablo de mi noviazgo con Nico (Nicolás Cabré) ni me va el estilo de producciones onda diva, confesando: “No me siento sexy”. ¿De acuerdo? ¿Aceptás?

–Okay, aceptamos. Rompamos el hielo. Hablemos de Nico.
–¡¿Qué?!

–¿Te sentís sexy ahora que empezaste a salir con un galán de los quilates de…?
–Uf, qué bolu… Disculpá. ¿Me jodés, no?

–Acertaste.

Mejor aclararlo. Porque la chica tiene carácter. Bah, en realidad tiene esos cuatro ingredientes que componen el plato más delicioso que puede ofrecer una mujer: temperamento (se ha explicado y lo ratificará en la siguiente frase: “El carácter no lo heredé de nadie, es mío”), juventud (17 cumplidos el 19 de agosto), belleza (evitemos el lugar común de indagar de dónde proviene) y… “No vamos a charlar sin descanso de la vida de mi pobre madre, ¿verdad? De nenita me preguntaban si era su hija, y respondía que no. Dejémosla un poco en paz, ¿dale?”, nos da pie para añadir el último ingrediente: personalidad. La misma que le permite auto-contradecirse sin pecado. “Antes juraba que nunca me iba a exponer a los flashes, y acá me encontrás, lanzando una campaña de ropa. ¿Y qué? A los 12 ya me gustaba pintarme con mi prima Nati, y que nos sacaran fotos. La única diferencia es que éstas se van a publicar”, admite el flamante cuerpo y la flamante cara de Delaostia.

–Diez minutos atrás, por teléfono, Pancho Dotto, eterno manager de Araceli y cercano manager suyo, nos mencionaba, textual: “Las diseñadoras Natalia Morano y Lola Canavosio no pueden creer la soltura con que Florencia posó y lo que transmite delante de la cámara. ‘Parece una top experimentada’, agregó”. También adelantó que le llegaron propuestas para gráficas de ropa interior. ¿Sos consciente de que comenzaste a transitar la misma ruta que tu madre?
–Sí. Igual, todavía no me considero modelo. Me divierte, y listo. Tampoco afirmaría que repetiré sus pasos. Menos aún lo de actuar. He recibido ofertas para conducir un programa, para trabajar en Floricienta, para aparecer en Mujeres asesinas, y me abrí.

–Haber descubierto tan desvestida y brava a tu madre en Mujeres asesinas capaz que te espantó.
–¿Espantarme? Si yo la convencí. Se negaba, y le mandé: “¿Siempre vas a encarnar papeles de santita? Animáte, que te va a salir bárbaro”. Y mirá cómo le salió. Me encantó su participación. Además, mató con el lomazo que mostró.

0,4 centímetros de delantera”, bromea respecto de sus propias lolas. “Hay lo que hay –insiste Flor o Tota (“a secas”, según pide que la llamen; “No Flopi, no Flopy, please”)–. Sí, sé mi peso: 49 kilos; mi calzado, 38; mi altura, 1,68. El resto de las medidas, desconozco”, sostiene la morocha de ojos color miel nacida el 19 de agosto de 1988 en Haedo, que adora a su hermano Tomás, luce dos tatoos (una mariposa, en la cintura, y el símbolo de la suerte en el omóplato izquierdo), webea poco en internet (“Ingreso para abrir los mails del ídolo de mi papá –Rubén Torrente–, desde Mallorca, España”), ama las pilchas (“Mamá y yo podemos armar desastres adentro de un shopping. Mamá peor que yo, lógico. Por suerte, me calza perfecto lo que se compra”, festeja), dibuja, colecciona relojes y zapatillas (“Perdí la cuenta del número de pares que guardo en el placard”), es hincha de Racing Club, fana de la Coca Cola light, Alejandro Sanz, Ricardo Arjona y Bebe y sintoniza poca tele, si bien se descostilla de risa con Caiga Quien Caiga y Duro de domar.

–Los dos programas del 13, el canal cuya programación, ¡oh, feliz coincidencia!, dirige Adrián Suar, el ex de Araceli.
–Los dos del 13 hasta diciembre. Me enojé con Adri: “¿Cómo dejás ir CQC a Telefe? Sos un bolu…”, disculpá.

–¡Epa, qué boquita!
–Soy de put… tipo mamá. En la camioneta llega a cruzarse alguien mal y put… a dúo cual trastornadas. En mi caso, también put… a los paparazzi que nos hinchan poniéndose de guardia. Y odio los inventos. Al punto de querer salir y cag… a piñas a los periodistas mentirosos. Si nos enojamos, también nos put… con mamá. Igual, le cuento todo. ¡Todo eh! No aguanto esconderle nada.

–¿Y en qué otros aspectos se asemejan?
–Al pedir perdón. En los gestos y las formas. En que somos simples, coquetas y muy sensibles. En que nos jugamos por la persona que queremos.

–¿Diferencias?
–Una fundamental: ella no se banca algo y la convencen. Mi “no” es rotundo.

–¿Entonces no hablará, nomás, de Cabré?
–No.

Sin embargo, admitirá que en el rol de novia “soy demasiado pegajosa”, y que se vislumbra formando una familia en poco tiempo. “Por historia –y mamá viene escribiendo un libro sobre la cuestión–, las mujeres de nuestra familia terminaron solas. Pero necesito mi propia experiencia. Tampoco daría el sí a los 19, como mamá. Me imagino casada y con hijos a los veintipico. Por lo pronto, aprendí a preparar pastas caseras, salsas y varias comidas. Preguntále a mis amigas. Me enseñó el capo del tío Puchi (Ricardo)”.

Antes, Florencia Torrente –que de ninguna manera revelará su segundo nombre– deberá cerrar cuarto y quinto año del Polimodal, ciclos lectivos que cursa y cursará en un colegio próximo a su casa del country Highland, de Pilar. “Soy una alumna promedio 7, con tendencia hacia el 4 antes que hacia el 10. No resolví si seguiré estudiando en 2007, y me preocupa qué camino tomaré”, duda.

–¿Quizá lo inaugure yéndose a vivir sola?
–Saco el tema y a mamá le transpiran las manos. Me iré de casa apenas lo decida y pueda pagarme un alquiler. Lo mismo con el auto: lo tendré apenas pueda comprarme un usado. Creo en la independencia en serio. Veo un montón de pibas de mi edad a las que los viejos les regalan y regalan cosas, y no las valoran. Aparte, me revienta que alguien piense o diga que nací en cuna de oro. Mamá se rompió el cu…, disculpá. Compartíamos un departamento de dos por dos en Ardoino 440, 1º “A”, Ramos Mejía y, te aseguro, me emociona recordar cómo la peleó. Ni siquiera cambió después de lograr lo que logró: salir a la calle y hallar la ciudad tapizada de gráficas y tapas suyas. A mí, salvando las distancias, me ocurrió algo similar cuando metieron una gigantografía con mi foto en la avenida Lugones: yo transitaba por abajo y no la miraba. Mi mamá se merece lo que consiguió, porque es una gran mina y un gran ejemplo.

–¿Incluso se merece volver a formar pareja, aunque no sea con Adrián?
–Obvio. Mientras no sea con un bolu… Disculpá.

Más que un mismo perfil, Flor heredó de Ara sus ojos, su nariz… su belleza. “Le cuento todo. ¡Todo eh! No aguanto esconderle nada”, afirma la adolescente.

Más que un mismo perfil, Flor heredó de Ara sus ojos, su nariz… su belleza. “Le cuento todo. ¡Todo eh! No aguanto esconderle nada”, afirma la adolescente.

Lucha, abrazos, complicidad. Florencia y Araceli y una frase de la hija: “<I>Me revienta que alguien piense o diga que nací en cuna de oro. Mi vieja se rompió el cu… Compartíamos un departamento de dos por dos en Ardoino 440, 1º “A”, Ramos Mejía y, te aseguro, me emociona recordar cómo la peleó</i>”.

Lucha, abrazos, complicidad. Florencia y Araceli y una frase de la hija: “Me revienta que alguien piense o diga que nací en cuna de oro. Mi vieja se rompió el cu… Compartíamos un departamento de dos por dos en Ardoino 440, 1º “A”, Ramos Mejía y, te aseguro, me emociona recordar cómo la peleó”.

“<i>Históricamente, las mujeres de nuestra familia terminaron solas. Pero necesito mi propia experiencia. Tampoco daría el sí a los 19, como mamá. Me imagino casada y con hijos a los veintipico</i>”

Históricamente, las mujeres de nuestra familia terminaron solas. Pero necesito mi propia experiencia. Tampoco daría el sí a los 19, como mamá. Me imagino casada y con hijos a los veintipico

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