Caso Fernando Báez Sosa: los testimonios más escalofriantes del juicio – GENTE Online
 

Caso Fernando Báez Sosa: los testimonios más escalofriantes del juicio

A una semana de que comience al juicio contra los rugbiers, los testimonios de las personas que presenciaron la golpiza, muerte y autopsia del cuerpo del joven de 18 años, han comenzado a conmocionar al país entero al describir cómo fueron los hechos. 
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A tan solo dos semanas de haber comenzado el juicio a los rugbiers por el asesinato de Fernando Báez Sosa los relatos de los testigos, sobre lo ocurrido el 18 de enero de 2020 a la salida del boliche Le Brique, se vuelven diá tras día más escalofriantes debido al grado de violencia que detallan.

Hasta el momento han declarado más de 30 personas, algunas de las cuales pertenecían al vínculo cercano de la víctima, otras se trataban de especialistas de la salud que examinaron el cuerpo, personal de la policía y otros tantos testigos, que debido a haber estado presentes en el lugar fueron convocados por la Justicia o se presentaron por voluntad propia para descubir la verdad de lo ocurrido aquel verano.

Oscar Rossi, suegro de Fernando Báez Sosa: "No le deseo a nadie ver lo que yo vi en el cuerpo de Fer"

Uno de los testimonios más desgarradores fue el de Oscar Rossi, el padre de Julieta Rossi, la novia en aquel entonces de Fernando Báez Sosa. El hombre fue el primero en tener que reconocer el cuerpo del muchacho y como padre quedó horrorizado por las condiciones en las que se encontraba.

"Sonaba mi celular. Era mi hija que me llamaba: ‘Papá, por favor, venite a Gesell que Fernando está en el hospital y yo en la comisaría’, me dijo. ‘En el hospital, ¿cómo?, le dije y enseguida sentí que un chico le decía: ‘Estamos en una fiscalía y Fernando en el hospital”, recordó el hombre sobre la secuencia en la que su hija le solicitó ayuda.

Fernando Báez Sosa y su novia, Julieta Rossi.

Además brindó algunos de los detalles del cuerpo de Fernando después de la autopsia, ya que como adulto responsable presente en la localidad fue el primero que debió verlo, incluso antes que sus propios padres. “No le deseo a nadie ver lo que yo vi en el cuerpo de Fer. Ni al peor animal en el medio del campo. A ningún papá le deseo ver a Fernando acostado y esperando que lo ingresen a un cajón, dijo acongojado por la secuencia que jamás quiso haber tenido que presenciar.

Julieta no pudo estar presente para brindar declaración ya que como explicó su padre no se encontraba en condiciones para afrontar este duro momento, teniendo en cuenta que está bajo tratamiento psicológico debido a un síndrome de estrés post traumático“El primer año lo pasó recluida en la habitación. Con el apoyo psicológico, pudo empezar a hacer lo que habitualmente hacía”, explicó Rossi.

Diego Duarte, médico forense: " Nunca vi algo semejante"

El médico de la Policía Científica de Pinamar, Diego Duarte, se hizo presente en el sexto día de audiencias y expuso los resultados que hayó al estudiar el cuerpo del menor. La víctima presentaba la mayoría de los golpes en la cara y en el cráneo. Zonas vitales del cuerpo. Los golpes fueron multidireccionales e hicieron el impacto suficiente para dañar el cerebro contra la pared ósea. Nunca vi algo semejante en un cuerpo", expresó el especialista asombrado por lo descubierto.

Pero las hemorragias no solo fueron cerebrales en el cuerpo de la víctima sino que como confirmó la perito Silvina De Piero, distintos órganos vitales se habían visto afectados de la misma manera. "Recibí un pool de vísceras para analizar muestras del pulmón, bazo, hígado, cerebro y cerebelo. En el informe final pudo constatarse que Fernando sufrió hemorragias cerebrales y pequeños focos hemorrágicos, en el hígado y pulmón", precisó.

Manifestantes piden justicia por Fernando Báez Sosa a casi 3 años de su asesinato en Villa Gesell.

Tomás Bidonde, turista testigo de la golpiza

Tomás Bidonde, el turista que presenció la brutal golpiza que recibió Fernando hasta la muerte jamás pudo borrar de su memoria la imagen en la que vio morir al joven que hoy tendría su misma edad. “Cuando lo veo de frente, le está pegando y golpeando al chico que después fallece. Recuerdo que ya casi al final le pega dos patadas en la cabeza, como puntinazos, y después recuerdo que lo agarra de la cabeza y le vuelve a dar dos o tres patadas”, indicó ante los jueces.

Bidonde también pudo señalar en la escena del crimen a Ciro Pertossi, quien le habría pegado “en la espalda y a los costados del cuerpo”. Luego manifestó que habían otros dos chicos de espaldas a él que “eran de tez blanca y de contextura grande”, aunque no pudo precizar de quienes se trataba.

Al finalizar su declaración el muchacho fue consultado por la fiscalía por qué había decidido unirse a declarar en este juicio al que se presentó de forma individual, sin ser llamado por la justicia. “Estaba shockeado, estaba mal después de lo ocurrido. Un día prendí la tele y escuche al padre de Fernando y volví de entrenar llorando y dije que iba a llamar a Fiscalía. Mi mamá me dijo que no, pero después llamé y avisé lo que había visto”, argumentó el muchacho, que al terminar de declarar se unió en un abrazo con los papás de Fernando Báez Sosa.

Marcos Acevedo, taxista de Villa Gesell: "Parecía que quería pedir ayuda, pero no podía"

Marcos Acevedo contó frente al estrado judicial la secuencia fatal que presenció aquel 18 de enero de 2020, en el que se encontraba trabajando con su taxi por la zona. “A Fernando lo sacaron del boliche de buen modo, él quería volver a ingresar, pero el patovica se negó. Entonces cruzó la calle. Lo vi tomando un helado, mientras sacaban a otros chicos que estaban exaltados", comenzó diciendo el hombre sobre el nítido recuerdo de aquel día.

"Había uno de camisa oscura, que estaba muy fuera de sí. Al principio se quedaron sobre la vereda. Fueron camino a la Avenida Buenos Aires, pero no llegaron. Volvieron y fueron derecho a Fernando y a otros chicos que estaban ahí. Recuerdo que empiezan a pegarle sin mediar palabra, le decían: ‘Negro de mierda’ y un montón de barbaridades más”, continuó.

Rugbiers acusados de asesinar a Fernando Báez Sosa.

También señaló que habían dos personas de sexo masculino, que no podía llegar a precizar si se trataban de amigos de Fernando, que intentaban ayudar al joven. Desde su perspectiva durante la golpiza "la persona (Fernando) estaba inconsciente o no podía ni siquiera defenderse". "Era como que quería pedir ayuda, pero no podía. Un chico de camisa blanca le pegó tres o cuatro piñas a Fernando y después un chico de camisa oscura le pegó patadas”, concluyó.

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