Sector B. Fila 77. Asiento 23. Sobre la izquierda del escenario, ansiosa pero no nerviosa –según aclaró ella– Debora Bello (30) se ubica junto al pasillo. Rodeada de amigas, está lista para disfrutar (como una fanática más) del show de Diego Torres (35), su novio desde hace dos años y medio. Intenta pasar inadvertida, pero no lo consigue. Ni bien la reconocen, las mujeres que suspiran por él (su hombre) se le acercan para pedirle una foto, un autógrafo. Sonriente y paciente, ella accede.
Minutos antes de las 22 las luces del estadio José Amalfitani se apagan. Entonces, las exclamaciones y gritos del público recrudecen. Sobre las pantallas gigantes se proyecta un mapa que se detiene en cada uno de los países que Diego recorrió en los últimos tres meses de visita y promoción: España, México, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador. Por ahí anduvo con su nuevo disco, Andando… Destinos a los que Débora lo acompañó. “No vine ayer a la prueba de sonido porque quería sorprenderme. Sólo sé que aparece acá adelante”, anticipa. “Ahí está”, exclama en voz más alta, y se pone de pie. Vestido de negro, con corbata blanca y sombrero, Diego hace su irrupción caminando sobre una cinta, con el tema Andando. Junto a él, cantan las 35 mil personas que llenan Vélez. Y entre ellas, Debora, claro.
Al finalizar el segundo tema, arranca un segundo show. Porque las intervenciones, plagadas de humor y anécdotas, estarán siempre presentes entre canción y canción. “Tanta preparación, y finalmente estamos aquí. Los días previos uno desea cuidarse, comer sano, no salir, porque quiere estar bien para el debut. Pero un día despierta y descubre un grano. Y cómo enfrentarse a ese grano que insiste en permanecer: ‘Aquí nací y aquí me quedo’”, dice imitando un tono español bien logrado. Debora festeja la ocurrencia: “Así es él. Todo el tiempo hace bromas. Mirá cómo se ríen. ¿Cómo resistírsele?”.
–¿Su personalidad es el secreto de su éxito?
–Totalmente. Es un seductor nato.
–¿Te cantás todo? ¿Sabés todas las letras?
–Sí. Vi nacer este disco desde la nada, desde que sólo había una palabra que era un posible tema. Este show es la culminación del trabajo hecho en prácticamente un año.
–¿Un año que sirvió también para afianzar la relación entre ustedes?
–Estamos muy bien. Sabemos cómo estar presentes a pesar de nuestras carreras profesionales. No importa en qué lugar del mundo esté, cuando puedo hago mis valijas y voy con él.
–¿Estuviste en Los Angeles durante la grabación del disco?
–Tal cual. Es la primera vez que comparto todo el proceso de producción. Salvando las diferencias, es como tener un hijo. Conocer el deseo, imaginarlo, trabajar hasta lograrlo y luego disfrutarlo.
A los clásicos ¡Diegoooo, Diegoooo! de la tribuna que se impacienta, se suma de inmediato un ¡Em-ba-ja-dor, em-ba-ja-dor! por el reciente título con el que lo acaba de honrar la UNICEF. Los acordes marcan el inicio de otro tema. Bello reconoce: “Es la ranchera”, moviendo de lado a lado su cuerpo de 1,77 de largo cuando sorprende en escena Julio Caccia, el papá de Diego, vestido de mariachi. La ovación del público fue inmediata. “Lo reconocen por el video”, deduce Débora. “Fue idea de Diego su participación y Lole no lo dudó”.
Ahora se escucha: “Me pregunto cómo será el día cuando llegues por fin a mi vida/ me pregunto cómo será el día en que pueda abrazarte y cantar/ que mi vida al fin se ha iluminado por un haz”. Es la letra de Por un haz compuesta por Diego Torres e inspirada en su deseo de convertirse en papá. “¿Cuántos hijos vamos a tener y cuándo?”, consulta desde el escenario.
–No me voy hasta escuchar tu respuesta…
–Los que Dios quiera, y dentro de un tiempito. El 2007 es año de gira. Cuando escuché este tema por primera vez no podía parar de llorar… Lloraba y lloraba.
–Me imagino. ¿Será en el 2008, entonces?
–Ya va a venir. No queremos que sea sólo por el berretín de tener un hijo. Tenemos que disponer de tiempo para disfrutarlo.
–¿Antes habrá casamiento?
–Los papeles no son un tema para nosotros. Si llega, será como el obsequio que nos haremos por haber hecho las cosas bien. No nos importa la legalidad, sino todo lo demás, que tiene que ver con la relación del día a día.
–La última: ¿qué te pareció el show?
–Muy bueno. La puesta en escena está a un nivel súper alto. El audio fue increíble. Aunque sea mi novio, soy muy musical y puedo opinar desde ese lugar. Además, he ido a otros shows internacionales y puedo comparar. Cuando uno conoce al artista, se involucra desde otro lado: te importa que salga todo bien. Me sentí como parte de este espectáculo.
Intentó pasar inadvertida, pero no pudo. Cantó, bailó y festejó todas las humoradas de Diego sobre el escenario, como una admiradora más.
Diego Torres comenzó el recital con Andando, el tema que da nombre a su séptimo disco. “No usaba corbata desde la primaria”, bromeó en escena.
Débora, feliz, en el cóctel para invitados vip.
