El locutor de radio y televisión reveló que tiene “muchas ganas de trabajar” en un proyecto televisivo de su propia creación: su “Fontana pregunta”.
–Acaba de cumplir ochenta y ocho años y conserva la sonrisa y el tono de voz de sus veintiocho. ¿Cómo está hoy?
–Gracias a Dios, muy bien, y festejando todos estos años, que aparecieron de golpe. Pero bueno, es para resistirlos y seguir en la lucha.
–¿Imaginaba que iba a vivir tanto?
–¡No! ¿Pero sabe qué? Cuento con una voluntad de adolescente –una palabra que quizás no me corresponda–, pero la elijo porque tengo muchas ganas de trabajar. Puede parecer un poco insólito considerando las posibilidades que el país les da a los hombres y mujeres con voluntad a esta altura del partido. Pero yo me siento bien y me gustaría trabajar, para tener mi mente ocupada. Quiero evolucionar en lo mismo que he realizado hasta ahora.
–Entonces va por el lado de la radio y la televisión…
–Sí. La radio me encanta, pero quiero tener un programa muy importante en televisión… Me gustaría hablar con la Lufrano (N. de la R.: Rosario, presidenta de RTA, Radio Nacional y TV Pública) para poder hacerlo.
–¿De qué sería?
–De preguntas y respuestas. Y se llamaría Fontana Pregunta. Ya lo tengo escrito. Yo me siento bien, coordino bien y recuerdo todo. En fin, más elementos no me hacen falta. Sólo me falta el personaje del jurado, que es el más importante, y el equipo de producción.
–¿Tiene en mente a alguien para su jurado?
–Sí, me gustaría que sea Felipe Pigna. Es el indicado para el programa. Lo conozco, he leído mucho de lo que ha escrito y me interesa su capacidad de razonamiento y su profundidad con los personajes. Ojalá estemos juntos y este proyecto se pueda hacer realidad. ¡Ganas me sobran!
“Es un honor que me quiera para su proyecto”
Por Felipe Pigna (historiador)
Cacho fue un poco la voz de mi infancia, que se escuchaba en mi casa con el Fontana Show, con sus grandes locutoras y su humor. Con el tiempo tuve la suerte de conocerlo y entrevistarlo: descubrí a una persona extraordinaria, muy cálida y con un lindo criterio de escucha y reflexión. Me habló de cómo era su casa, de su vida en un conventillo y de los logros que iban consiguiendo sus padres. Me impactó esa mirada desde lo popular, de su vida y sus orígenes humildes; esa capacidad de reflexión y esa tremenda humildad, habiendo sido el más grande durante tantos años. Con el tiempo se dio una cosa de mucho cariño: siempre me llamaba con calidez cuando empezaba algún programa. Tengo una profunda admiración por Cacho y es un honor que haya pensando en mí para su proyecto. Por supuesto que cuenta conmigo. Ojalá podamos hacer algo juntos. Sería un enorme placer.
