El es un dulce total -dice ella.
Ella es un bombonazo -dice él.
No es la publicidad de ninguna golosina -decimos nosotros- sino la ratificación de un romance que había trascendido, aunque todavía no registraba pruebas contundentes.
Agustina Cherri, 18, actriz protagónica, y Luis Scalella, 22, estudiante de Economía, son novios. "Novios desde hace un año, cuando compartimos laburo en
Rodrigo, la película", memoran juntos. Ella era el personaje central del filme. El, ayudante e hijo del productor homónimo. Ahora añaden, apuntando al lente de
GENTE: "Vinimos de vacaciones, para descansar en una chacra (la de Mónica, madre de Lucho).
Así que, si querés, trabajá libremente pero, please, no nos pidas que posemos onda tortolitos", ruegan con naturalidad.
Sin la típica histeria que suelen demostrar los personajes mediáticos descubiertos de cara al mar, se zambullen en las aguas turquesas desafiando el frío del último fin de semana. Después, recorren sobre su
Jeep Cherokee las polvorientas calles de José Ignacio mirando ropa adentro distintos negocios y abandonan por completo el low profile. "Ma, sí, ¿por qué negarlo? Estamos superenamorados", resumen los chicos -ya no tan chiquititos- mirándose con complicidad y de reojo.
De caminata, de bronceado, de caricias, de charla, en fin, de romance.
Agustina, sus interesantes curvas, y Luis disfrutan el mar de la costa uruguaya.
