Las llaman wags. El nombre es una sigla formada por las iniciales de woman and girlfriends in soccer (“mujeres y novias en el fútbol”). Para nosotros, en buen criollo, son botineras de nivel internacional.
REINA VICTORIA. Hablar de botineras de primera línea sin empezar por Victoria Beckham (36) no sería justo para la ex Spice. Reina de las wags, coronada por la prensa británica, dio el puntapié inicial y marcó el camino a las que siguieron. Fue tapa de mil revistas y gastó una fortuna en su guardarropas. Así se convirtió en un ícono del fashion.
En la selección británica germinaron otras grandes exponentes del rubro. Alex Curran (27), esposa del mediocampista Steven Gerrard, es toda una celebridad. En 2002 terminó su noviazgo con el empresario Tony Richardson... ¡porque conoció al jugador del Liverpool! Cinco años después se convirtió en botinera “con papeles”. Ahora es columnista de moda del Daily Mirror y enseña a las británicas a salir de shopping con la tarjeta del marido.
Otra estrella en ascenso es Coleen McLoughlin (24), la mujer de Wayne Rooney. Criada en un hogar humilde, enamoró al goleador con tan sólo 16 años. Rápida de reflejos, estudió y se convirtió en escritora. Logró acomodarse socialmente, fue tapa de Vogue, cobró dos millones de dólares por su autobiografía y se ganó un lugar como columnista estrella de la revista de celebridades Ok!
ESCANDALOS. Las traiciones y divorcios controvertidos son moneda corriente en el mundo de las wags. Pero hay dos casos que llamaron la atención de toda la prensa europea. El primero es el de la modelo alemana Julia Gödicke (26), quien en 2009 rompió un breve noviazgo con el defensor Marcell Jansen... ¡para meterse en la cama de su compañero, Christoph Metzelder! De aquella noche de pasión (“única”, jura ella), nació una hija. Pero lo más curioso es que poco después del parto, Marcell se reencontró con Julia y decidió darle una nueva oportunidad. Más lejos aún llegó el culebrón inglés: el defensor Wayne Bridge renunció a su selección después de enterarse de que su capitán y amigo, John Terry, había tenido un romance con su mujer, la modelo Vanesa Perroncel. Todo terminó en escándalo. Y en mil tapas del diario The Sun, obvio.
DIVINAS Y POPULARES. El término wags se popularizó en Alemania 2006, cuando las chicas lindas del fútbol coparon las plateas para ver a sus enamorados. Inevitable: llamaron la atención de todos. Las que eran modelos aumentaron sus cachets. Y algunas que nunca habían fantaseado con pisar una pasarela, de repente se descubrieron posando para las marcas más importantes del fashion. Pero en Europa, como en la Argentina, las wags se dividen en categorías. Porque, parece, no todas son iguales. La cantante Jamelia, novia del jugador Darren Byfield, crack del Bristol City, dividió las aguas. Por un lado ubicó a las wags con perfil de ejecutiva, estilo señora, como Beckham o Rooney. “Son mujeres empresarias, chicas con trabajo propio”, dijo. Por otro lado puso a las “chicas malas”. Y precisó: “Son aquellas que sólo se dedican a gastar la plata de sus novios”.
LOCAS POR EL SHOPPING. El sueño de ser botinera se repite en todo el mundo. “Muchas mujeres se endeudan porque quieren salir de shopping, al igual que las esposas de los futbolistas”, advirtió la señora Rooney. Pero no todas las marcas quieren que las wags luzcan sus diseños. Ya lo dijo Lisa Armstrong, editora de Modas del diario londinense The Times: “La sobre exposición de ciertos estilos hizo que algunos artículos de lujo se volvieran demasiado populares”. ¿El mejor ejemplo? La cartera Birkin, de Hermès, un accesorio tan repetido entre las wags que las clientas tradicionales de la maison francesa dejaron de comprarlo. 
Sylvie Van der Vaart es actriz y modelo. Con su evidente belleza, sedujo al mediocampista holandés Rafael Van der Haart. Se casaron y tienen un hijo.
Alex Curran es la mujer del crack inglés Steve Gerrard. Junto a Victoria Beckham, es considerada una de las primeras wags. Tiene su programa de televisión, donde enseña a ir de shopping.
Eva Anderson es la mujer de Martín Demichelis.
Antonella Roccuzzo es amiga de la infancia y novia de Lio Messi. Mantiene un perfil bajísimo.
