“Blanca se fue rodeada de luz y amor” – GENTE Online
 

“Blanca se fue rodeada de luz y amor”

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El dolor desconoce fronteras. En Argentina y en Chile nadie tiene consuelo. La muerte de Blanca Vicuña movilizó a millones de personas que, sin conocer a la pequeña de seis años, se habían unido en cadenas de oraciones para pedir por su salud. Pero esta vez la voluntad de Dios quiso otra cosa. Blanquita, como la llamaban sus familiares y amigos, murió el sábado 8 de septiembre a las 11.30, producto de un shock séptico y una falla multisistémica, después de luchar “como una leona” durante nueve días. Horas terribles en las que sus papás, Carolina y Benjamín, prácticamente no se separaron de ella. Juntos decidieron instalarse en la sala de espera del segundo piso de la unidad de tratamientos intensivos, en la clínica Las Condes, de Santiago, y acompañaron la internación de su pequeña. Estuvieron rodeados y contenidos por familiares, amigos y el padre Rafael Otero, quien fue su sostén espiritual y los llenó de fuerza para que no se rindieran.

“Creo en Dios”, fue uno de los primeros mensajes que Benjamín escribió en su cuenta de Twitter (@benjavicuñaMORI) a las pocas horas de haberla internado. Como la pequeña no había sido bautizada, le pidió a Otero que oficiara el sacramento. Internamente todos tenían fe, aunque sabían que la situación era difícil. Por eso, luego de recibir la gracia de Dios, Benjamín tomó la mano de su pequeña y en un gesto de amor absoluto le dijo: “Mi princesita, mi muñeca, gracias por haberme enseñado a amar. Porque hasta que vos naciste, papá no sabía lo que era dar tanto amor. Dejé de ser el centro de mi vida: hoy vos ocupás el lugar más importante”. Acto seguido, fue Carolina quien tomó a Blanca de la mano y le dedicó unas palabras: “Mi pequeña, gracias por haber iluminado nuestras vidas. Tu nacimiento nos unió como pareja y terminó de formar esta hermosa familia”.

Leé la nota completa en la última edición de GENTE. Domingo, 13.50 horas. Carolina y Benjamín ingresan al colegio Sagrados Corazones de Manquehue para la última misa a su hija. Detrás, Tania, la mamá de Pampita, acompaña a Bautista (4), que duerme en los brazos de un amigo del actor.

Domingo, 13.50 horas. Carolina y Benjamín ingresan al colegio Sagrados Corazones de Manquehue para la última misa a su hija. Detrás, Tania, la mamá de Pampita, acompaña a Bautista (4), que duerme en los brazos de un amigo del actor.

En 2011, con cinco años y jugando a las escondidas con Pampita y Bautista, en Palermo.

En 2011, con cinco años y jugando a las escondidas con Pampita y Bautista, en Palermo.

“Mi princesita, mi muñeca; gracias por haberme enseñado a amar. Porque hasta que vos naciste, papá no sabía lo que era dar tanto amor. Dejé de ser el centro de mi vida: hoy vos ocupás el lugar más importante” (De Benjamín a Blanca)

“Mi princesita, mi muñeca; gracias por haberme enseñado a amar. Porque hasta que vos naciste, papá no sabía lo que era dar tanto amor. Dejé de ser el centro de mi vida: hoy vos ocupás el lugar más importante” (De Benjamín a Blanca)

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