“Bach y Mozart también eran jingleros” – GENTE Online
 

“Bach y Mozart también eran jingleros”

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Anel Paz es guitarrista. Y de los buenos. Se graduó con honores en el prestigioso Guitar Institute of Technology. Dio clínicas junto a Marty Friedman, de Megadeth. Dirigió el proyecto Heavy Tango, de Nacha Guevara. Y grabó Otra patada en los huevos con Los Violadores. En 2001, la marca Ibanez lo designó Endorser Internacional (léase “guitarrista exclusivo”). Ahora prepara el lanzamiento de su nueva banda: El General Paz y la Triple Frontera.

Fernando Buriasco es bajista. Aunque alguna vez quiso cambiar la música por las motos. “De carrera, categoría 750 Supersport”, aclara. No tiene el físico de Sebastián Porto… De todas formas, viajó a Daytona y corrió algunos circuitos. Pero la casualidad lo empujó hasta la casa de Stanley Clarke, un virtuoso del bajo. “Es como si dejase la moto para tocar el bajo y, de pronto, termino en lo de Randy Mamola. Algo suena mal, ¿no?”, asegura.

Gianni Dusio es guitarrista. Mientras desarrollaba su proyecto musical, empezó a trabajar en una agencia de publicidad. Al tiempo apareció un creativo con una idea para el comercial del Banco de la Nación. Después de la crisis de 2001, proponía un mensaje de esperanza. Con la bandera argentina en el medio, por supuesto. “Ya lo tengo, sólo me falta la música”, dijo. El Tano Dusio lo escuchó y, sin timidez, pidió una oportunidad… Esa misma noche, los tres músicos crearon su primer hit: Levanta Pacha Mía. Se trata de un jingle publicitario concebido como canción, que vendió veinte mil copias y mereció Disco de Oro. Resume Gianni: “Esa canción nos la pidieron de miles de escuelas para hacerla sonar a la hora de izar la bandera. La tocamos por todo el país, fuimos a la televisión… Y, al final, renuncié a mi laburo”.

En mayo de 2003 fundaron Supercharango. Hoy la presentan como “una agencia de contenidos musicales”. Grabaron los últimos discos de Sandro y el doble Nos sobran los motivos de Joaquín Sabina. También a Pappo, Charly, La Portuaria, Gustavo Cerati… Además producen bandas como 12 Monos y Nerdkids. Y hace poco hicieron la banda de sonido de Luisa, la opera prima del director Gonzalo Calzada. Pero, lo saben, forman el equipo de creativos musicales más codiciado por los publicistas. Algunos de sus últimos éxitos: ¡Qué bolú!, para Fibertel; ¡Foto-foto!, de Personal; la chacarera Drapie, para General Motors; Un día Mariana, para Renault…

–¿Les molesta que los reconozcan como jingleros?
Fernando
: Depende de cómo hagas tus jingles. Nosotros les damos el mismo tratamiento que a una canción... Si quisiéramos, los podríamos editar en un disco.
Gianni
: El concepto jinglero es antiguo. La música que está en la televisión no tiene mucha diferencia con la que se edita en discos. Muchas veces, las marcas compran a las bandas derechos de sus canciones para ponerlas en un comercial.
Anel: ¿Cómo puede ser peyorativo? Si Bach y Mozart eran jingleros.

–Por favor, desarrollá tu teoría…
Anel:
Primero, hay que establecer qué se entiende por jinglero. Pero si tomamos su acepción más común, que define a quien compone a pedido, no tengas duda: Bach y Mozart eran jingleros. Bach componía para la Iglesia, Mozart para la Corte. El músico, a lo largo de la historia, siempre tuvo que estar avalado y/o bancado por alguien. El negocio fue cambiando con el tiempo, pero el concepto es el mismo: el músico que ayer era apoyado por la discográfica Sony, hoy busca el sponsoreo de la marca Sony.
Fernando: Igual, antes que jingleros o productores, somos músicos. Hicimos la Costa, cargamos nuestros equipos.

–¿Cómo es su método de trabajo para comerciales?
Gianni:
Muchas veces nos sentamos en la mesa con los creativos y compartimos la idea del comercial. Así salió ¡Qué bolú! Otras veces trabajamos sobre ideas exclusivamente nuestras. Pero en algunas oportunidades viene la agencia con una idea concreta y nos pide que le pongamos música.
Fernando: De cualquier manera, siempre terminamos en un operativo comando bastante caótico, resolviendo una campaña para Latinoamérica en 48 horas. En publicidad la exigencia es enorme y los tiempos, muy cortos.

–¿Cuántas canciones para comerciales compusieron?
Gianni:
Mil y pico de temas. Podemos decir, sin pecar de soberbia, que una parte importante de la tanda es nuestra.
Fernando: Hay temas que no buscan convertirse en hit. Con la música del comercial de Aerolíneas Argentinas, el del chico que tiene la sombra de un avión encerrada en una cajita, ganamos un montón de premios. ¡Y nadie se acuerda de cómo sonaba el aviso!

–¿Saben de antemano cuándo tienen un hit?
Gianni:
Lo ves venir. Además, hay factores que ayudan. Por ejemplo, si el tema es para un aviso de una telefónica, seguro que se va a escuchar. ¡Si las telefónicas son las empresas que más pautan en televisión!
Fernando: Es igual a lo que pasa en la industria discográfica: todos conocemos los temas de Babasónicos… ¡porque los pasan doscientas veces por día en todas las radios!
Gianni: Si en diciembre te encargan la música para un comercial de una telefónica, es muy probable que estés componiendo el hit del verano.
Fernando: En algunos portales de Internet el tema más bajado es ¡Qué bolú!, por delante de los hits de la banda que se te ocurra.

–Si son capaces de interpretar lo que puede funcionar en publicidad, ¿deberían tener también facilidad para componer éxitos del pop?
Gianni:
La fórmula es aplicable. Aunque la exigencia en la publicidad es mayor a la de la música pop.
Anel: Ya no hay fronteras entre la música publicitaria y el pop. Algunos quieren defender el concepto de “arte puro” dentro del pop… Si fuese así, ¿por qué todos los temas duran tres minutos y medio? ¿Por qué no hay canciones sin estribillos?

–¿Los sorprende la repercusión de sus canciones en el público?
Gianni:
Muchísimo. Nos dieron premios importantes, Lápiz de Oro y de Platino, el Jerry Goldenberg… Y todos sabemos que los premios sólo son importantes cuando se ganan. Pero, hasta hoy, la mejor recompensa fue escuchar a mi hija cantar mis canciones sin saber que las había compuesto su papá.
Fernando: Me impresiona que cada vez que alguien levanta una cámara, siempre aparece otro que canta: “¡Foto, foto, foto!”.

asistente de fotografía: Nicolás Mellino

Anel, Gianni y Fernando, en los estudios Supercharango. “A veces tenemos que resolver una campaña para Latinoamérica en 48 horas, mediante un operativo comando”, aseguran los autores un millar de jingles.

Anel, Gianni y Fernando, en los estudios Supercharango. “A veces tenemos que resolver una campaña para Latinoamérica en 48 horas, mediante un operativo comando”, aseguran los autores un millar de jingles.

“En algunos portales de Internet, el tema más bajado es ¡Qué bolú!, por delante de los hits de la banda que se te ocurra”, dicen sorprendidos los Supercharango.

“En algunos portales de Internet, el tema más bajado es ¡Qué bolú!, por delante de los hits de la banda que se te ocurra”, dicen sorprendidos los Supercharango.

¡Qué bolú!, para Fibertel, fue el tema publicitario del último verano

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