«Aunque resigné dinero, elegí volver a la Argentina» – GENTE Online
 

"Aunque resigné dinero, elegí volver a la Argentina"

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-Loco yo?! -acusa mitad desafiante, mitad bromista, Gabriel Andrés
Corrado.
-Disculpe el atrevimiento. No se enoje, pero si ayer nomás residía en Europa, con trabajo fijo y ofertas varias y variadas y hoy aceptó cruzarse a América para subsistir en medio de la incertidumbre y ganar 3,65 veces menos (según el último cierre del dólar libre), no encuentro otra palabra para definirlo.
-Admito que regreso cuando la mayoría quiere irse. Sin embargo tengo mis motivos de peso. El principal, pese a que suene tipo respuesta trillada, es la historia que me propuso encabezar Claudio Villarruel, director de
Programación y Contenidos de Telefé. Increíble historia. A 12 mil kilómetros de distancia sentí que me convocaba Bielsa. Y después, bueno, un mes atrás me enteré de que a 50 metros de donde vivíamos en 2001 con mi familia, la
ETA puso una bomba para boicotear el verano local. Si a ello le añadís el atentado a las Torres Gemelas, los que se inmolan causando desastres en Medio Oriente, Colombia y las garrafas explotando durante la asunción del presidente Uribe y la consumada globalización general, concluís: No sólo nosotros estamos jodidos. El mundo está jodido. Y del mundo, me sigo quedando con mi tierra.

-Lindo eslogan para las próximas elecciones. ¿Asistimos al lanzamiento…?
-Pará. Lo de loco, me lo banco. Lo de político…

-Entonces desarrollemos así, de frente, sin discursos mediáticos, punto punto, su particular visión del retorno. 
De entrada, háblenos sobre esa increíble historia.
-Se me puso la piel de gallina al escucharla. Máximo corazón (que arranca el martes 20 de agosto a las 20) es una comedia romántica dramática escrita por Claudio Lacelli y Oscar Tabernise, y narrada desde otro lugar. Arranca cuando Máximo Martinelli, esposo feliz y encargado de imagen de varios famosos, parte con la mujer Lucila (Emilia Mazer) hacia Cariló, ansiosos porque ella quede embarazada. Ocurre que finalizada la inolvidable noche, a Lucila la matan. Mientras, lejos, muy lejos Luján (Valeria Bertucelli), necesita trasplantarse un corazón, o de lo contrario morirá. Incluso desconociendo la receptora, Máximo dona el de Lucila, que lo recibe Luján. A partir de allí, el destino los cruza y se desarrolla una increíble historia de mutua atracción, con el espectador como cómplice y profesionales grossos en escena, entiéndase Cecilia Dopazo, Jorge Marrale, Diego Peretti, Carola Reyna, Guido Kaczka y Federico Olivera. Nos parece el mejor momento para despegar de la brutal realidad. Escogimos ofrece
r una hora de algo diferente.

-¿Qué fue lo que más le llamó la atención de la brutal realidad, apenas llegó?
-Afuera suelo informarme bastante por Internet. Leo Clarín, La Nación, Ambito
Financiero
. Pero a través de la computadora no podía "respirar" mi país. Y al pisarlo y "respirarlo" encontré una tristeza terrible. Gran bajón. Por eso lo del título
Máximo corazón. Es hora de que cada uno pongamos el corazón al máximo desde el humilde lugar que nos toca en la sociedad. Argentina aparece herida, no muerta. Busquémosle salida. Porque con planes, a un chico hambriento se lo puede alimentar. Ahora, enfocar el futuro de manera negativa, impide empezar a subir cualquier montaña.

-¿Y cómo propone treparla?
-Si la devaluación significa que ingresen divisas en dólares por el campo, apuntemos allí. Si la devaluación significa que venga a filmar Antonio Banderas, apuntemos allí. Nuestra tele, gracias a la calidad que muestra, interesa afuera. Yo por ejemplo, ando en conversaciones para protagonizar un unitario de 13 capítulos con inversiones de mi patria y de la madre patria. Propongo que generemos. ¿Quién dijo que todo…?

-¿Corrado viene a ofrecer su máximo corazón?
-Reitero, a partir del humilde lugar que nos toca. Aunque resigné dinero, elegí volver. Siempre enfoqué mi carrera primero con intuición y luego con mente. Tanto perteneciendo a compañías under que salían de gira onda gorra por el Interior, como actualmente, que llevo 15 temporadas de carrera. Jamás dejé que primara lo económico ante mis decisiones. Sé que quienes andan con los bolsillos vacíos sueñan con irse. Pero tampoco la solución es irse.

-Usted se fue.
-Seguro, llevando un contrato laboral. Resulta clave. He visto a compatriotas haciendo en el exterior cosas que acá no harían. Como aquellos viejos inmigrantes. ¿Te acordás de que en los 70 el típico mozo de café era gallego? Además, en España encontré montones de muchachos varados. Parte de lo que brilla no es oro. Ni hablar del tema melancolía.

-¿Nostálgico a ultranza, Gabriel?
-Reconozco que si me ponen un tango, no lloro. Lo que extrañó es lo humano. El abrazo con mis viejos Lidia (69) y Rómulo (72), a mi hermano Guillermo (43. El menor, Fernando, 30, vive en Madrid), tomar un vino rodeado de afectos. Los afectos que no cotizan en la Bolsa me superan.

-¿Los rezongos, también? ¿Su hijos ya se le retobaron, le acercaron pucheros de descontento ante semejante trajinar nómade?
-Nos cuesta armar y desarmar valijas, armar y desarmar casas. No obstante, y por suerte, lo disfrutan. Quizá se debe a contagio sanguíneo. Claro, cumplen mi sueño infantil de viajar y generar amigos alrededor del planeta. Lucas (12), desde allá, en Europa, se la pasa chateando con Mar del Plata y Buenos Aires y desde acá, en Bella Vista, con Marbella y el madrileño barrio Mirasierra. Lucía (10) luce sobre la cabecera de su cama una bandera celeste y blanca, y Clarita (3), contagiada por Josefina -la señora que acostumbra cuidarla-, arma oraciones cargadas de acento andaluz.

-Señora, mencionó. ¿Y su Constanza (35) qué? Tras 13 años y seis meses de matrimonio e innumerables aviones compartidos, ¿entre ustedes siguen siendo Máximo corazón o Máximo aguante?
-Con ella soy Gabriel, máxima pasión.

Ojos celestes, perfil característico, a los  41 años el actor enfrenta un nuevo desafío. Me encanta la adrenalina, apostar a proyectos que logren sorprenderme. Por algo abandoné la carrera de Medicina en segundo año", explica.">

Ojos celestes, perfil característico, a los 41 años el actor enfrenta un nuevo desafío. "Me encanta la adrenalina, apostar a proyectos que logren sorprenderme. Por algo abandoné la carrera de Medicina en segundo año", explica.

Laburo con el cuchillo entre los dientes pero me mantengo bien atento. Sé que soy el conductor de un Fórmula Uno en el que van varias personas", lanza el bonaerense sobre las arenas de Cariló, donde viajó con 50 integrantes del equipo de Máximo corazón. Continuaron en los estudios de Teleinde, Martínez.">

"Laburo con el cuchillo entre los dientes pero me mantengo bien atento. Sé que soy el conductor de un Fórmula Uno en el que van varias personas", lanza el bonaerense sobre las arenas de Cariló, donde viajó con 50 integrantes del equipo de Máximo corazón. Continuaron en los estudios de Teleinde, Martínez.

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