«Aunque no parezca, tengo mi carácter: cuando digo no, es no» – GENTE Online
 

"Aunque no parezca, tengo mi carácter: cuando digo no, es no"

Actualidad
Actualidad

A Marcela Kloosterboer no le gusta perder. Mejor dicho, ni lo tolera. Un
ejemplo caprichoso: cada vez que juega a las cartas contra sus tías (tiene seis,
y apuestan 1 peso cada partida), si pierde, se le arruina el día.

-¿También fue un gran desafío conquistar a Mariano Martínez, el chico lindo de
la televisión?
-...No. Para nada. Nunca me lo tomé de esa forma. Para mí, el amor no tiene nada
que ver con la competencia...

Lo dice convencida. Sin embargo, aquella vez dejó fuera de juego a Lola Ponce,
la mujer con la que el galán estuvo cuatro años en pareja. Claro que la ex
Chiquititas no quiere hablar de eso. Tampoco de las flores que alguna vez le
envió Hernán Crespo para seducirla. Ni siquiera tiene ganas de reconocer o negar
si es cierto su affaire con Nicolás Cabré. Es que detrás de ella hay mucho más
para contar que sus romances mediáticos y vendibles.

-Kloosterboer, ¿qué hay detrás de tus personajes?
-Detrás del personaje siempre está la persona. Y esa persona, o sea yo, soy...
normal. Mucho más normal y natural de lo que la gente se imagina.

-Contame cómo eras de chica.
-De chiquita era mala (ríe). No era mala, hacía maldades... Tenía una prima muy
compinche, Paz, de mi edad, con la que estaba todo el día, y en el barrio (se
refiere a Vicente López) éramos de temer. A los 9 años nos íbamos hasta la
avenida del Libertador a parar los taxis y le decíamos: "Esperá acá que ahora
viene mi mamá...
", salíamos corriendo y lo espiábamos desde atrás de un árbol.
Si algún taxista hila fino y me recuerda, hoy le pido disculpas.

-¿Te rebelaste alguna vez?
-(Piensa) ...Creo que no: más que rebelde, siempre fui traviesa. Si no,
preguntale a mis preceptoras del colegio secundario (desde los 4 años fue al San
Gabriel de Vicente López).

-¿Qué hay con tus preceptoras del secundario?
-Preguntales, las volvía locas. Tuve miles de amonestaciones. Un día con una
amiga, Meme, se nos ocurrió romper una ventana con un borrador, por ejemplo.
Maldades terribles...

-En esos tiempos ya eras famosa. ¿Te afectaba la popularidad?
-...Creo que de chica sí, un poco. Hoy no. Me la banco bien. Siento que no me
privo de nada por ser conocida. Pero de chica, si me paraban, yo decía: "No, no.
Yo no soy la de tal o cual programa.
.." y me escapaba.

-¿Por qué elegiste esta profesión?
-Creo que por vocación. A los 8 años, como me encantaba disfrazarme, le dije a
mi papá que quería estudiar teatro, y él me llevó a una escuela, por mi barrio,
donde estudié cuatro con Cristina Iturri. A los 12, me presenté a un casting,
quedé en Amigovios y así empecé.

-Intentaste tomarte un año sabático, pero no pudiste…
-(Ríe). No, no pude. La verdad es que esa fue la intención, pero me llegaron
propuestas tan tentadoras que terminé volviendo... Lo de tener una participación
en Los simuladores me encantó. Cuando leí la historia, que trataba de una modelo
bulímica, no pude decir que no.

-¿Un drama que te tocó de cerca, tal vez?
-No fue mi caso ni el de ninguna amiga, pero es un drama muy actual que está
asociado a la búsqueda de la perfección. Hoy las chicas creen que no comiendo,
teniendo unos kilos menos, se van a ver mejor, van a quitarse tal o cual
rollito... Es complicado el tema, lo que más me sorprendió es la cantidad de
hombres que también lo sufren. La moda es una presión: te meten todo el tiempo
chicas hiperflacas, perfectas, operadas...

-Vos arrancaste muy joven. ¿Nunca caíste en eso?
-Jamás fui una obsesiva con mi cuerpo, para nada. En realidad, no soy obsesiva
con nada. Y eso que en esta profesión arranqué de muy chica, a los 12 años, una
edad en la que te podés confundir...

-¿Te sentís una chica sexy?
-No sé... Soy muy relajada. Si seduzco, lo hago desde un lugar muy natural
porque no me va el estar en pose, el divismo. Quizás ahora seduzca eso: la mujer
más alcanzable y real. Yo nunca tuve rollos con mi cuerpo, siempre fui de comer
cualquier cosa menos carne... Soy vegetariana desde hace 12 años. Cuando tenía
8, vino una tía a visitarme desde Holanda y se puso a contar cómo mataban a los
animales para comerlos y me impresionó tanto que le dije a mi mamá que no quería
comer carne nunca más.

-¿Te lo aceptó?
-Al principio, no, me insistía, pero finalmente cedió. Yo siempre adoré a los
animales, el cuento de mi tía me llevó a tomar una decisión drástica.

-¿Y qué comés?
-De todo: quesos, verduras, pastas, tortas… Fui al médico por controles y todo
bien, sólo una vez me encontraron un poco anémica, se ve que mi metabolismo se
acostumbró. El problema es que me encanta cocinar, preparo algunos platos con
carne, pero no puedo cortarla. Me da cosa cortarla. Algo que jamás haría es
ponerme a desmenuzar un pollo, por ejemplo. Encima, si te enterás cómo tienen a
esos pobres animales, te morís: todo el día bajo una luz artificial para que
crean que es de día y coman todo el tiempo. Es algo cruel, muy cruel... Hay
gente que no lo entiende: "¿Vas a salvar a las vacas por no comer carne?", me
preguntan. Y sí, obvio, yo colaboro con mi granito de arena.

-En el arte culinario, ¿cuál es la especialidad Kloosterboer?
-Una tarta re sencilla, pero me la piden todos: lleva huevo, queso crema y queso
gratinado. Me encanta inventar distintas salsas para las pastas. Ahora una amiga
me regaló un libro de cocina vegetariana y estoy experimentando.

-Después de Son amores, ¿qué hiciste en tu tiempo libre?
-Mientras grababa, me quejaba porque no tenía tiempo libre para hacer todo lo
que tenía ganas. Y cuando lo tuve, mi primera pregunta fue: ¿ahora qué hago?
Síntoma típico, ¿no? Después, ordené mi cabeza y empecé a hacer cosas: me anoté
en el gimnasio, en yoga, tomé clases de guitarra, canto, piano...

-Veo que te proyectás hacia la música...
-No, para nada. La idea es poder tocar o cantar frente a mis amigos y no
espantarlos, dejar que vuelvan (ríe). Ni en la época de Chiquititas cantaba...
Cris (Morena) quería que lo hiciera, pero no me dio nunca la voz. Hay un solo
videoclip de esa época donde supuestamente canto, pero no era yo. ¡Listo, lo
confesé! (más risas...) Ah, otra cosa que hice en este tiempo libre fue rendir
las materias del colegio. Ahora, para recibirme, sólo me falta Literatura de
quinto.

-¿Cuántas te llevaste?
-...Matemáticas, Sociedad y Estado, Cultura, Biología, Catequesis... De todo.
Además, confieso: nunca me gustó estudiar, de verdad lo hice por obligación,
porque está bueno terminar.

-En estos meses de descanso, supongo que habrás tenido tiempo de sobra también
para pensar. ¿Qué replanteos te hiciste?
-Muchos. Porque cambié, cambié... Mientras iba al colegio mi obligación era
estudiar, ahora mi obligación es mantenerme, encontrar mi profesión. Esto lo
saqué de hablar conmigo misma, de bucear... Hoy sé que me encantaría hacer cine.
Y teatro también. Teatro hice con Chiquititas y Son amores, pero eran obras
basadas en un programa de televisión, me gustaría hacer teatro independiente o
una obra original. La madurez te lleva a eso: a saber qué querés.

-¿También sabés qué no harías jamás?
-Desnudarme, por ejemplo. Quizá si es una escena cuidada e imprescindible para
una película, para el cine, lo aceptaría. Pero hoy, cualquiera se quita la ropa
porque sí, por dos puntos de rating en televisión, y eso me parece vergonzoso.
Yo no lo haría. Es más, rechacé algunas tiras porque me parecían demasiado
zafadas.

-Sos pudorosa, entonces.
-Muy. Tengo mis límites. Y también mi carácter. Así como me ves, cuando digo no
es no. En una escena de Los simuladores mi personaje tenía que desfilar en ropa
interior, yo lo agarré a Damián Szifrón y le dije: "Todo bien, pero si podés
contar lo mismo con más ropa te lo voy a agradecer"
. El desfile quedó, pero en
remerita.

Marcela Kloosterboer, que nació el 5 de julio de 1983 bajo el signo de Cáncer,
es hija de Cristina (50 años, psicóloga) y Peter. "Hace un año y medio que mi
papá vive en los Estados Unidos. En realidad, mis papás se separaron cuando era
chica
", cuenta.

-¿Algún trauma pendiente de aquellos tiempos?
-La verdad que no.

Tiene un hermano varón: Tomás, o Tomy, de 21 años, que estudia Ingeniería en
Informática y es instructor de esquí. "Todos los veranos se va cuatro meses a
los Estados Unidos a dar clases",
cuenta ella. Hoy, es su mejor amigo.

-¿Te cela?

-No. Bah, él dice que no es celoso, pero cuando conoce a mis novios es re
distante: los mide. Después, se afloja, pero de entrada es medio ortiba.

-¿Con Mariano fue así?
-Con todos, ¿no te digo?

-El misterio existe, después de todo. Hoy vivís una historia real que comenzó en
la ficción, ¿o no?
-...Sí.

-Porque vuelve María a Son amores...
-En realidad no iba a volver. Bah, sí: iba a tener una participación de unos
meses, ahora me llamaron para quedarme hasta que termine el programa y acepté
porque está buena la historia: vuelve el amor entre María y Martín...

-¿Y cómo anda el amor entre Marcela y Mariano?
-...Bien. Gracias.

-Ya están viviendo juntos...
-No.

-¡¿Cómo que no?!
-(Ríe). No. Yo sigo viviendo con mi mamá y mi hermano. No es cierto eso que
dijeron. Me quedo en su casa, como él de repente viene a la mía. Pero todavía
vivo con mi mamá.

-¿Creés en el amor eterno o preferís vivir más el día a día?
-No. Para estar con alguien tenés que creer que va a ser para siempre, si no es
perder el tiempo. No es que empiezo una relación y digo: "Me quiero casar, tener
hijos..."
. Pero si estoy con alguien es porque vale la pena, porque creo que es
la persona para formar una familia el día de mañana, que el amor es para
siempre. No me va el touch and go, nunca me lo tomé así. Por algo, siempre salí
con chicos que ya conocía. Nunca acepté salir con alguien que vi una noche en un
boliche, de una noche. Mi primer novio, por ejemplo, fue el mejor amigo de mi
hermano, su amigo de toda la vida. Eso fue a mis 13, ni besos nos dábamos, era
todo muy platónico todavía.

-¿Y el primer beso, quién te lo dio?
-Fue con un chico del club cuando jugaba hockey. Estuvimos de novios cuatro
meses y tardé tres meses y medio en darle el primer beso. Casi todas mis amigas
habían dado picos y yo no me animaba. El día que dije, bueno, se lo doy y chau,
fue espantoso, porque nos habíamos ido a un lugar, como atrás de un árbol, y mi
papá me fue a buscar... Justo cuando le estaba dando el beso, anuncian por los
altoparlantes: "Marcela Kloosterboer la busca su papá...". ¡Nooo, me quería
matar!

-¿Te hicieron sufrir alguna vez por amor?
-Sí, cuando era chiquita. Esas cosas de que te gusta un chico que no te da ni la
hora y vos morís al verlo, pavadas.... Lo tenía idealizado. Tenía 13 años...

-¿Y en las relaciones más adultas?
-No, de grande ya no idealicé. Fui mucho más realista.

-De Martínez, ¿qué te enamoró?
-De Mariano me gustó él, todo, como persona. Nos divertimos mucho juntos. Me
gusta compartir cada instante con él: una comida, una película, los buenos y los
malos momentos. Después de todo, las parejas están para eso.

-¿Ves lejano el casamiento?
-Lo veo.

-¿No le temés al compromiso entonces?
-Hoy no. Por ahí de chica le tenía un poco de miedo. Igual, no me casaría por
Iglesia. Estoy un poco descreída de la Iglesia, pondría la firma por Civil
únicamente... Y más adelante también me encantaría tener hijos, no tantos como
mis abuelos maternos, que tuvieron siete, pero sí dos o tres...

-¿Como te resulta el volver a trabajar con tu pareja?
-Bien. Tengo ganas de volver a Son amores y a trabajar con él. Ya trabajamos
juntos estando en pareja el año pasado y nos llevamos muy bien frente a las
cámaras.

-¿Y afuera?

-Afuera… es maravilloso.

por Mariana Montini
fotos: Santiago Turienzo
producción: Sergio Bárbaro
maquilló: Paula Marchesi para Mabby Autino. Peinó: Sergio Ganim para Roberto
Giordano
agradecemos a Hotel Reina, Susila Tantrik, Peuque y Marcelo Rey

Aunque todavía vive con su madre asegura que siempre hizo lo que quiso. Sus próximas ambiciones: hacer cine, teatro independiente y, más adelante, tener dos o tres hijos.

Aunque todavía vive con su madre asegura que siempre hizo lo que quiso. Sus próximas ambiciones: hacer cine, teatro independiente y, más adelante, tener dos o tres hijos.

Nunca acepté salir con alguien que ví una noche en un boliche. Mi primer novio, por ejemplo, fue el mejor amigo de mi hermano"">

"Nunca acepté salir con alguien que ví una noche en un boliche. Mi primer novio, por ejemplo, fue el mejor amigo de mi hermano"

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig