“Aunque muchos crean que soy más grande, tengo 30 años” – GENTE Online
 

“Aunque muchos crean que soy más grande, tengo 30 años”

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Celina Rucci, vedette, de contundentes 100-63-92, chica Playboy 2004 y licenciada en Comunicación Social de la UBA. Tiene carácter fuerte. Escucha atenta y contesta sin vueltas.

–¿Está entre las mujeres que se quitan edad?
–Aunque muchos crean que soy más grande, tengo treinta. En mi vida quemé etapas: no viví la adolescencia. A los 18 tuve a mi hijo, Uriel, y salté de niña a mujer. Hoy tiene 12 años. Te diría que fuimos como hermanitos, crecimos juntos.

–Una curiosidad: ¿dónde nace la comunión entre la licenciada en Comunicación y la vedette?
–Desde muy chica llevo adentro la vedette. Después tuve mi etapa intelectualosa, en que todo me parecía frívolo, hasta que alcancé una madurez donde pude unir las dos cosas.

–¿Y dónde se unen?
–¿Escuchaste hablar de cuerpo sano, mente sana? Ahí lo unís…

–Celina, necesito que el lector siga… ¿Le molesta que la apunten como la “Vedette K”?
–¡Los periodistas me tienen harta con eso! ¡No tenemos trato familiar! (se refiere a su parentesco –concuñada– con Julio De Vido, ministro de Planificación). Le están vendiendo una información errónea a la gente. Me molesta incluso como colega.

A simple vista, Celina Rucci sería una suerte de sapo de otro pozo en el mundo del teatro de revista. Una chica que pertenece a una familia marcada a fuego en los años de plomo de nuestro país. Es sobrina nieta de José Ignacio Rucci, el sindicalista asesinado por Montoneros en septiembre del ’73. Hasta hace un año creía que su padre integraba la lista de desaparecidos de la última dictadura militar. En esto del marketing político, lleva un apellido perfecto para luchar por un lugar a nivel nacional o provincial dentro de las conocidas listas sábana. Pero decidió dar pelea por otro lado. La contienda de 2007 fue: ¿quién aparece más cerca de Miguel Angel Cherutti en la marquesina de Incomparable, en el teatro Neptuno de Mar del Plata? Ese es el mundo de Celina, una chica que fue mamá a los 18 y que nunca abandonó su sueño de calzarse las plumas. Junto a su hijo, Uriel, y con un marido guardabosques, Claudio Minnicelli, que le negocia los contratos (“Yo doy el okay con la cifra”, aclara ella) y que no la deja sola. “Le pido que esté todo el día encima mío. Así no doy lugar a que nadie me invente romances”, se defiende.

–Usted es una de las pocas que no tienen pruritos con el rótulo de “vedette”.
–Algunas se avergüenzan; yo estoy orgullosa. Prefiero que me digan vedette y no modelo. Un desfile no tiene comparación con el vértigo que te genera subir todos los días al escenario. Acá no podés fallar.

–La vedette está ligada al escándalo…
–Puede ser. Pero, más que escándalo, yo noto parte de un entretenimiento que sigue debajo del escenario, fuera del teatro.

–Entonces las peleas son armadas.
–No, a veces nacen. Pasa que, en mi caso particular, yo no me creo nada de lo que me dice la otra persona. Y tampoco digo nada para que la otra se lo crea.

–Pero se dicen cosas fuertes: Moria llegó a compararla con un camionero.
–Ella dijo que yo tenía voz de camionero. Y me parece cómico, porque sé que no es así. Después inventaron que estaba peleada con Carmen Barbieri. No voy a tener una discusión con una compañera, no me parece lógico.

–¿Siente que puede ser la sucesora de Moria?
–Yo no voy a suceder a nadie, porque me llamo Celina Rucci. Si sigo con este trabajito de hormiga pude ser que consiga un nombre.

–¿Se ve encabezando una compañía el año que viene?
–Creo que no. Todavía necesitamos nombres de más peso. Yo estoy bien en el lugar que ocupo hoy. Aprendo mucho. Cuando encabece quiero estar muy segura. No es sólo bajar última las escaleras, tenés que ser la contención de toda una compañía… Miguel Angel Cherutti es una muy buena cabeza.

–¿El año que viene el precio de la Rucci será otro?
–Eso no lo manejo yo. Ya saben con quién tienen que hablar…

¿LO PRIMERO ES LA FAMILIA? En 2004, Celina Rucci fue elegida Miss Playboy Argentina. Ese fue su pasaporte a la fama… y a las polémicas. Enseguida empezaron a tejerse todo tipo de hipótesis sobre los lazos que la unían con el poder. Su marido, Claudio Minnicelli, es hermano de la ex síndico del Nación, Alessandra Minnicelli, esposa del ministro Julio De Vido.

En 2007, después de casi 30 años, encontró a su padre, a quien consideraba un desaparecido de la dictadura. Y les encontró sentido a los siete años consecutivos que la tuvieron recostada frente a su terapeuta. “Fue recuperar el 50 por ciento de mi identidad perdida. Para mí era un desaparecido, pero en un momento dejé de buscarlo y dije: ‘Que me busque él’. La terapia me permitió, no sé si perdonarlo, pero creer en la versión que él me dio de las cosas. Ahora empezamos a escribir otra historia”.

–¿Qué relación tiene con él?
–Vive en Río de Janeiro y hablamos todos los días por radiollamada. Es insólita la naturalidad con la que nos manejamos. A veces me llama y digo: “No, ahora estoy ocupada, no te puedo atender”. Pensar que hace un tiempo ni sabía que existía...

–Hablando de la familia: ¿le aporta a su carrera que la presenten como la concuñada de Julio De Vido?
–No, podría ser la concuñada del verdulero. Yo no tengo trato, ni diálogo. ¿Si tengo más prensa por eso? Si fuera así podría haber hecho la tapa de cuanta revista hubiera querido, y no lo hice.

–¿Por qué no asistieron a su casamiento el ministro y su mujer?
–Porque estaban de viaje. Pero muchas veces la prensa habla antes de investigar. Yo me pregunto: ¿antes de publicar pavadas, por qué no investigan? Claudio tiene relación con su hermana, Lali, pero ellos son un matrimonio ocupado, que tiene sus tiempos.

–Celina, su marido le maneja los contratos. ¿Usted lo consulta cuando tiene que hacer una producción ligera de ropas?
–No, porque Claudio no es celoso. Pasa tanto tiempo conmigo y es tan seguro de sí mismo que no tiene por qué celarme.

–Me da la sensación de que es una mujer de mal carácter…
–Tengo un carácter muy fuerte, que viene de una crianza sin hermanos ni un papá que me defendieran. Eso me hizo una caparazón. No tengo problema en plantarme delante de nadie. Por ejemplo, cuando tuve que hacerlo delante de Sofovich, lo hice.

–¿En su casa es igual?
–Mi casa es un punto aparte y el mal carácter se vuelve pura espuma. Ahí soy una leona, nada me perturba. Por lo único que me la puedo creer es por la familia maravillosa que formé.

–¿Quién lleva los pantalones en la pareja?
–Depende: cada vez que Uriel trae el boletín hay que retarlo. De eso me encargo yo, porque soy la madre. Aunque cuando la situación se complica puedo pedir ayuda.

Peinó: Christian Rey
Agradecimientos: Ossira, Centro Naval, Club Motonáutico, Raptor Buceo, Sandra Dillon

Amante de la pesca y la navegación, Celina posó con look Tomb Raider. “Tengo un carácter muy fuerte, fruto de una crianza sin hermanos ni un papá que me defendieran”, asegura.

Amante de la pesca y la navegación, Celina posó con look Tomb Raider. “Tengo un carácter muy fuerte, fruto de una crianza sin hermanos ni un papá que me defendieran”, asegura.

“¡Los periodistas me tienen harta con mi parentesco con  De Vido! ¡No tenemos trato familiar! Le están vendiendo una información errónea a la gente. Me molesta incluso como colega”

“¡Los periodistas me tienen harta con mi parentesco con De Vido! ¡No tenemos trato familiar! Le están vendiendo una información errónea a la gente. Me molesta incluso como colega”

“Claudio no es celoso. Pasa tanto tiempo conmigo y es tan seguro de sí mismo que no tiene por qué celarme. Siempre estoy muy cerca de mi marido. No doy lugar a que me inventen ningún romance”

“Claudio no es celoso. Pasa tanto tiempo conmigo y es tan seguro de sí mismo que no tiene por qué celarme. Siempre estoy muy cerca de mi marido. No doy lugar a que me inventen ningún romance”

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