“Aunque esté en la cárcel, cada día creo más en su inocencia” – GENTE Online
 

“Aunque esté en la cárcel, cada día creo más en su inocencia”

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Jorge Mangeri (45) no para de llorar en prisión. Está deprimido, triste, paranoico y teme por lo que le pueda pasar a su mujer, Diana Saettone (42). El informe elaborado por el SPF (Servicio Penitenciario Federal) respecto a su estado mental es tan claro como preocupante: “Se encuentra en situación de vulnerabilidad que condiciona su conducta. Se recomienda que esté en forma permanente en un espacio que cuente con la posibilidad de visualización hasta tanto se advierta mayor estabilidad emocional”. Lo firman la psicóloga Daniela Santamaría y la médica psiquiatra Rosana Granato y obra en el quinto cuerpo del expediente. Digamos que lo que las profesionales remarcan y advierten es porque en la cárcel temen que el portero intente suicidarse. Esa es la mayor preocupación de las autoridades del penal, de los abogados defensores, Miguel Angel Pierri y Marcelo Biondi, y de la familia, en especial de su esposa, que lo visitó el lunes 24 de junio y el viernes 5 de julio, y pudo estar a solas “con el hombre de mi vida”, como ella lo define. Diana sigue confiando ciegamente en él, porque lo ama y porque si no, su mundo se derrumba. Lo cree incapaz de cometer un acto semejante, sobre todo porque ella –según les expresó en privado a sus letrados– nunca advirtió una actitud violenta ni relacionada con algún tipo de intimidación sexual que le llamara la atención. ¿Qué dice Saettone respecto de su marido en la intimidad? “Aunque esté en la cárcel, cada día creo más en su inocencia”.

Por su lado, el doctor Pierri toma muy en cuenta las advertencias de los especialistas del SPF, que fueron los responsables de redactar el Informe Psicológico-Psiquiátrico que se le practicó al ingresar a la Unidad 19. El abogado se plantó frente a Mangeri en su última visita y le dijo: “Tengo el ADN obtenido de las uñas de Angeles que te involucra. Decime la verdad de lo que pasó o te c... a trompadas”. El portero se quebró –algo propio de su endeblez psicológica–, pero nunca admitió ante su defensor haber cometido el hecho, ni cosa parecida. Pierri está convencido de que en el crimen participaron dos personas. De hecho, hay otro ADN masculino en las muestras obtenidas, además del de Mangeri. El abogado espera ansioso que el juez de la causa cite a todos los personajes que pueden resultar sospechados en el caso para tomarles muestras de sangre, con la intención de cotejarlas con aquella todavía no identificada. Otro dato: la defensa irá por la nulidad de la causa, entre otras cosas porque:

● Tiene comprobado que no se respetó la cadena de protección que exige el protocolo para la conservación de los ADN obtenidos del cadáver de Angeles Rawson.

● Sabe que la imagen del portero vestido con gorra y chaleco de la Policía Federal cuando concurría a declarar como un simple testigo, no significa otra cosa que la fiscal, María Laura Asaro, ya tenía en la mira al encargado y la acusación posterior fue un mero trámite.

● También duda de la no aparición de ADN en las cuerdas con que fue maniatada la víctima, debido a que alguien debió manipularlas para realizar las ataduras.

Volviendo a la estada del portero en prisión, otro temor que tienen sus abogados es que, por vergüenza –algo muy común que padecen aquellos que no conviven habitualmente con el delito y se hallan privados de su libertad–, su cliente se cierre aún más y no proporcione información ni siquiera a sus defensores. Pierri está convencido de que su defendido encubre a alguien y no es tan culpable como dice la Justicia. Su desafío será demostrarlo ante la ley. Lo cual no es poco.

Diana camina, vianda en mano, rumbo al sector donde son requisadas las visitas. La esposa de Mangeri concurrió al penal de Ezeiza el lunes 24 de junio y el viernes 5 de julio, y estuvo cara a cara con él.

Diana camina, vianda en mano, rumbo al sector donde son requisadas las visitas. La esposa de Mangeri concurrió al penal de Ezeiza el lunes 24 de junio y el viernes 5 de julio, y estuvo cara a cara con él.

Una imagen de la fiesta de casamiento de Jorge Mangeri y Diana Saettone. El con camiseta de la Selección argentina y una guirnalda en la cabeza. Ella luciendo su impecable y blanco vestido de novia. Todo era diversión e ilusiones.

Una imagen de la fiesta de casamiento de Jorge Mangeri y Diana Saettone. El con camiseta de la Selección argentina y una guirnalda en la cabeza. Ella luciendo su impecable y blanco vestido de novia. Todo era diversión e ilusiones.

La esposa del portero apura el paso para llegar puntual al salón donde los presos reciben a las visitas. Le llevó yerba mate y galletitas saladas y dulces para el desayuno y la merienda. Mangeri se integró bien al sector 1H con sus compañeros de pabellón, se levanta temprano, concurre al patio con el resto de los reclusos, y luego del almuerzo se dedica a leer. Su estado emocional es inestable. Por eso lo tienen bajo vigilancia permanente.

La esposa del portero apura el paso para llegar puntual al salón donde los presos reciben a las visitas. Le llevó yerba mate y galletitas saladas y dulces para el desayuno y la merienda. Mangeri se integró bien al sector 1H con sus compañeros de pabellón, se levanta temprano, concurre al patio con el resto de los reclusos, y luego del almuerzo se dedica a leer. Su estado emocional es inestable. Por eso lo tienen bajo vigilancia permanente.

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