Anne Elizabeth Alice Louise del Reino Unido aterrizó el pasado 18 de noviembre en las Islas Malvinas, donde colocó una ofrenda floral en el "Monumento de la Liberación" y se reunió con antiguos desminadores.
La visita de la hermana menor del actual rey Carlos III causó cierto ruido, ya que, de esta manera, la corona está enviando un claro mensaje al Gobierno argentino sobre la postura de Reino Unido relacionada con la soberanía de las islas Malvinas. El acontecimiento se da tras la aceptación de Inglaterra por negociar la devolución de las Islas Chagos.
La noticia de la llegada de la princesa Ana fue publicada por la cuenta oficial de Twitter de la familia real británica. La hija de la difunta reina Isabel II estuvo acompañada por su esposo y vicealmirante, Sir Tim Laurence.
Como parte de su itinerario, la hermana de Carlos III colocó una ofrenda floral en el “Monumento de la Liberación”, que contiene los nombres de los soldados británicos caídos en Malvinas y dialogó con los desminadores, que fueron los encargados de quitar las minas de los campos tras la guerra.
Asimismo, compartió algunas recepciones con miembros de la comunidad e hizo entrega de algunos presentes a escuelas primarias y secundarias de las Islas.
La visita oficial se da también en el marco de las celebraciones en las Malvinas por los cuarenta años de la “liberación”, tal como ellos recuerdan a la guerra que comenzó el 2 de abril de 1982 y finalizó en junio de ese mismo año.
El Reino Unido y las negociaciones con las Islas Chagos
Hace algunos días, Reino Unido comenzó a negociar la liberación territorial de las islas Chagos, por lo que aumentaron las expectativas de que también pueda iniciarse una conversación sobre las Islas Malvinas. Sin embargo, esta visita real deja clara la postura de Gran Bretaña referida a los territorios del Atlántico Sur.
Cabe remarcar que la historia de las Islas Chagos es un poco distinta a la de las Malvinas, ya que el dominio de Reino Unido comenzó en el siglo XX. Debido a un acuerdo con Estados Unidos para que pueda operar una base norteamericana en una isla cercana, los británicos comenzaron en 1966 a expulsar gradualmente a la población de las islas del archipiélago del Océano Índico, hasta deportar por la fuerza a los últimos habitantes en 1973. Desde ese momento, la isla quedó completamente bajo el dominio de Londres.
