Los registros oficiales acreditan que la última vez que Máxima de Holanda vino a Argentina fue en diciembre de 2018, durante la Cumbre del G20. Sin embargo, de acuerdo al biógrafo de la realeza, Rick Evers, asegura que la reina viaja asiduamente a este país, pero que lo hace “a escondidas”.
Estaba programado un viaje para diciembre del año pasado, con toda su familia, pero ante lo que se generó por la pandemia hizo que se cancelara. Incluso, a esto se le sumó el descontento del pueblo holandés por sus vacaciones en medio del caos que se vive a nivel mundial, pero sobre todo en los Países Bajos. La idea era pasar Navidad y Año Nuevo en suelo argentino.
Evers, en el libro que acaba de publicar Máxima, más que Majestad, sostiene que la reina no utiliza el avión privado cada vez que viene a Argentina de incógnito, sino que lo hace en vuelos de línea, por la noche. En sus páginas sostiene que de esta manera, no solo apuesta la bajo perfil, sino pasa inadvertida y gana tranquilidad.
Resalta que tiene un modus operandi que hasta el momento le dio resultado y que lo utiliza cada vez que viene. Además de procurar hacerlo en un vuelo nocturno, viaja en clase ejecutiva, es la última en bajarse del avión y una vez en tierra, la espera un auto en la pista. Por ser miembro de la realeza no pasa por los controles migratorios.
Rick, que sigue de cerca cada uno de los movimientos de la reina de Holanda, cuenta que ella aprovecha el vuelo para trabajar y organizar su agenda. El motivo por el que lo hace, y no aprovecha para descansar, tiene que ver con tener el mayor tiempo libre una vez que aterriza, para poder ver a su familia.
Por otro lado, de acuerdo a las sospechas, gente cercana a la política acredita que la reina estuvo en Buenos Aires en febrero de 2020. No hay registros oficiales, pero si periodísticos de esa fecha sostienen que fue un viaje relámpago, de tan solo un día, y que luego de volvió a Holanda.
