El pequeño Archie Harrison Mountbatten-Windsor es noticia aun desde antes de nacer. A días de haber cumplido un año su mamá lo convirtió en padrino de un ser muy especial.
Durante todo el tiempo que vivió en Inglaterra junto a su marido, el Príncipe Harry (35), la actriz Meghan Markle (38), conocida por su participación en Suits antes de convertirse en miembro de la familia real, siguió impulsando causas afines a sus ideales.
Entre sus causas predilectas están la lucha contra la desigualdad y las campañas a favor del empoderamiento femenino. Pero también el proteccionismo moviliza a la exduquesa de Sussex. Mayhew es una de las fundaciones a las que acompañó durante sus años en Gran Bretaña.
La organización busca dar refugio y cuidado a mascotas de personas en situación de calle o vulnerabilidad. Conmovida por el trabajo que realizan y especialmente por la campaña que lanzaron recientemente los colaboradores de Mayhew con el objeto de hacer frente a problemas generados a partir de la pandemia de COVID-19, Markle tomó cartas en el asunto.
Aparte de colaborar en la recaudación de fondos, la actriz nombró a su hijo Archie (1) padrino de uno de los perros del refugio. "Estoy muy orgullosa por cómo Mayhew responde a la crisis, buscando nuevas maneras de ayudar a los animales en estos tiempos de incertidumbre", expresó Markle en la carta que escribió especialmente para el anuario de la fundación.
"No se trata sólo de gatos y perros. Es acerca de todos nosotros y nuestra capacidad de actuar en comunidad", afirmó la actriz y siguió: "El cuidado de unos por otros es parte vital del espíritu humano. Mayhew siempre entendió esto". Meghan valoro el trabajo de los voluntarios y el cuidado amoroso con el que asisten a cada animal e instó a la sociedad a colaborar con la fundación.
Antes de despedirse renovó su compromiso con la organización adoptando un perro. "Como muestra de mi compromiso, acabo de apadrinar a un perro en nombre de nuestro hijo Archie. Lo hago para dar un refugio seguro a un animal que necesita ayuda", afirmó al tiempo que el pequeño Archie (que recién balbucea sus primeras palabras) se convirtió en padrino de un perro callejero.
