“Antes competíamos, pero ahora nació algo más noble y auténtico” – GENTE Online
 

“Antes competíamos, pero ahora nació algo más noble y auténtico”

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En el show business hay algunas verdades teologales. Tan rígidas como antiguas, y referidas a las grandes estrellas. Para no ir muy atrás (a Grecia o Roma, digamos), recalemos en la ópera, el teatro y el cine (mudo y sonoro). Dicen así: 1) Para una estrella no hay nada peor que otra estrella. 2) Las estrellas no miran hacia abajo. 3) Las estrellas no sólo compiten: ¡se odian! 4) Las estrellas jamás piden perdón. 5) De fórmula.

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Pero los milagros suceden. Dos estrellas nativas (Catherine Fulop y Araceli González), además de coincidir en muchos aspectos –edad, belleza, divorcios, amores, hijos adolescentes, éxito, rating, trabajo sólo cuando les gusta el proyecto, tapas de revistas y una capacidad increíble para pasar de diosas a amas de casa en apenas segundos–, están unidas, y sin amistad previa, por la más fuerte de las cadenas: la solidaridad. El magnífico sentimiento de hacer algo por los demás. Las cosas sucedieron así...

Este año, encuentros fortuitos en actos solidarios. Palabra va, palabra viene, descubrieron lo mismo que el Principito: que lo esencial es invisible a los ojos. He aquí el testimonio de Fulop: “A fines de abril viajamos a Salta para un festival organizado por la Fundación Fausto (Fundafa) y la Parroquia María Reina. Objetivo: vender bonos en las mesas de una cena solidaria y recaudar dinero a fin de construir un salón de usos múltiples y un comedor infantil para el Centro de Atención Integral del Niño en Situación de Riesgo y Discapacidades, del Barrio Aráoz, Salta. Esa noche nos miramos profundamente por primera vez y empezamos a entendernos”.

–Cathy, ¿qué cosas tiene en común con Araceli?
–Un montón. No nos dábamos cuenta, porque trabajábamos todo el tiempo. A veces la vorágine ciega y ensordece. Pero somos muy fuertes y peleamos contra la corriente.

–¿Cuál?
–La que nos juzga como dos mujeres bellas, con mucho continente y poco contenido. Peor que una simplificación, una injusticia.

–¿Y qué les haría justicia?
–Que además de vernos bellas nos vean como somos realmente: madrazas. Las dos con dos hijos y una carrera como actrices. Además, dos mujeres de corazón grande. Por eso estamos a full en proyectos solidarios. ..................................................................

Encuentro en Salta. Cathy (45) le confiesa a Ara (43) su pasión por la fotografía, concretada en “el calendario que estoy produciendo para Fundalam (Fundación Lactancia y Maternidad)”. Y Ara se le une: “Voy a organizar una cena de ayuda al Centro de Rehabilitación Pilares de Esperanza. ¿Venís?”. Primer paso: Cathy fue y Ara la invitó a su casa: “¿Querés sacarnos fotos a mí y a Toto para el calendario? ¡Me encantaría!”. Si alguna vez hubo hielo, se derrumbó como el glaciar Perito Moreno.

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–¿Le costó mucho convencer a Araceli para aparecer en el calendario?
–Nada. ¡Aceptó al toque! Le mandé una maqueta con la idea desarrollada, le mostré fotos de otras mujeres, y le confesé que ella fue una de las primeras en las que pensé.

–¿Por qué?
–Muy simple: porque es hermosa, amorosa, protectora, exitosa y madraza. Póker de virtudes.

–¿Quiénes más están?
–Son doce. Todavía no están todas elegidas, pero la condición es que sean madres famosas y aparezcan con sus hijos. Por eso elegí a Mabby Autino, que es como mi hermana, a Patricia Sosa, a Verónica Lozano, a Valeria Bertuccelli, a Martina Gusman y su pequeño Mateo, a Elenora Wexler y su hija Miranda, a Maru Botana con sus hijos y a Margarita Barrientos con los diez suyos.

–Cathy, ¿Ara no temió salir mal en la foto, considerando que usted recién empieza?
–No. Le bastó mi obsesiva pasión por ese oficio. Fue una prueba de fe. Además, lo llevo en la sangre: mi abuelo y mi padre tomaron fotos de todos los hechos de nuestra vida. ¡Mi padre hasta tomó una del velorio de mi abuelo!

–¿Estudia fotografía?
–Sí: no es un salto sin red. Hace diecinueve meses que me perfecciono en el Taller Zona Imaginaria.

–¿Cómo fue la producción para el calendario?
–Fue en casa de Ara. Después de posar nos relajamos y hablamos... del amor. Ella ahora está muy enamorada y volviendo a intentar una pareja. También nos contamos sobre nuestros hijos, y nos confesamos los miedos.

–¿Por ejemplo?
–A veces siento que a Ara la discriminan en su medio, porque es linda y porque su ex tiene una productora.

–¿Nunca hubo roces entre ustedes dos, Cathy?
–Roces no. No teníamos relación... Competíamos.

–¿Y no queda ni una pequeña brasa?
–Ahora es diferente. Yo estaba cansada (y ella también) de que siempre nos llamaran para lo mismo y compararan nuestros cuerpos, nuestro humor, nuestra calidad de actrices. Eso no nos acercaba.

–¿Los celos, de algún modo, siguen?
–No, para nada. Ojo: hubo competencia, pero siempre fue sana, sin crueldad ni veneno. Pero eso fue ayer. Ahora crecimos, nació una conexión especial, hablamos por teléfono, nos mandamos mensajes, nos consultamos... Estamos construyendo algo muy lindo.

–¿Te gustaría trabajar con ella?
–Me encantaría.

–¿Y los problemas de cartel?
–Muy fácil: lo arreglamos por orden alfabético. Fulop viene antes que González, tengo unos años más que ella y tiene que respetarme como si fuera su hermana mayor.

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Y así fue como dos estrellas, contra la costumbre, la historia, la tradición y las afiladas garras de su mundo, descubrieron lo mejor que hay debajo del maquillaje, cuando el agua y el jabón dejan al descubierto lo esencial. Lo que suele ser invisible a los ojos.

Araceli y su hijo Tomás posan para el ojo y el lente de Catherine. La sesión de fotos está en marcha. Y también una amistad que crece día a día, al compás de la tarea solidaria.

Araceli y su hijo Tomás posan para el ojo y el lente de Catherine. La sesión de fotos está en marcha. Y también una amistad que crece día a día, al compás de la tarea solidaria.

Todo el backstage de la producción fotográfica de Cathy, que está armando un calendario para ayudar a Fundalam,  institución que promueve la lactancia materna. Araceli y Toto, modelos ideales, se divirtieron con ganas durante toda la sesión, que se hizo en el jardín de su casa. Para las dos estrellas, antes simples competidoras y cada una en su mundo, la tarea solidaria es hoy una prioridad.

Todo el backstage de la producción fotográfica de Cathy, que está armando un calendario para ayudar a Fundalam, institución que promueve la lactancia materna. Araceli y Toto, modelos ideales, se divirtieron con ganas durante toda la sesión, que se hizo en el jardín de su casa. Para las dos estrellas, antes simples competidoras y cada una en su mundo, la tarea solidaria es hoy una prioridad.

Después de las tomas llegó el momento de elegir, editar y retocar. El comedor de la casa se convirtió en improvisado escritorio. Araceli opina, Toto se asoma, Cathy explica, las dos juzgan... y la buena onda sopla como el buen viento.

Después de las tomas llegó el momento de elegir, editar y retocar. El comedor de la casa se convirtió en improvisado escritorio. Araceli opina, Toto se asoma, Cathy explica, las dos juzgan... y la buena onda sopla como el buen viento.

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