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Amarte es un placer

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Es toda una belleza Lucila Polak (apellidada Solá para los estadounidenses), con aire sofisticado y una mirada penetrante, de esas que las cámaras adoran captar. Largas piernas de modelo (apadrinadas por Pancho Dotto en su momento), escote con vértigo de precipicio y el gesto convencido, lúcido. Fue, durante siete años, la mujer de una leyenda del arte, el multifacético Al Pacino, 40 años mayor que ella y maestro sin tiempo del oficio que Lucila ama: la actuación. Pero si algo le ha enseñado la historia al magistral Pacino, es que no todas las relaciones perduran. ¿Qué pensará al verla ahora, despreocupada y sonriente, al lado de otro hombre famoso? Porque las últimas imágenes no mienten: la argentina de 33 años está viviendo un loco romance con el novio de América, un mujeriego incurable que abraza la vida con pasión y desenfreno. Luis Miguel, de él se trata, la toma del brazo y se pasea con ella bajo las luces de neón de Las Vegas. Le dedica canciones de amor. La hace sonrojar frente al público y sin red. Juntos reviven viejos encuentros, que vaya uno a saber qué secretos guardan.

AMOR, AMOR... La relación entre Lucila y el cantante nacido en Puerto Rico –pero mexicano por adopción– es uno de los temas de moda en la farándula internacional, por supuesto. No sólo porque ella viene de cortar con Pacino sin que se conocieran demasiados detalles de la ruptura, sino porque ahora aparece vinculada con un artista “misterioso”, que intenta ocultar su vida a toda costa. Difícil. Los fotógrafos ya lograron captar algunas escenas, donde la pareja no disimuló su buena onda, con miradas cómplices y risitas de ocasión. La última incursión de Luismi en Las Vegas, que coincidió con la pelea entre Maravilla Martínez y Julio César Chávez, terminó de revelar la verdad entre ambos. Allí, el crooner no dudó en incluir a Polak en su propio show, que dio en el legendario hotel Caesars Palace, uno de los más lujosos de la Ciudad del Pecado. Sobre el escenario, Lucila le hizo los coros a Luismi, quien varias veces se dio vuelta para mirarla, hacerle gestos sugerentes y hasta dedicarle el tema Con tus besos. “El rocío de tus pechos/ es como beber de un manantial”, le cantó a la argentina, al tiempo que le guiñaba un ojo. Vaya seductor a sus jóvenes 42 años...

EL DESEO. La historia empezó a ganar más páginas en los tabloides cuando trascendió un detalle clave: Luis Miguel y Lucila ya se conocían. En 2008, la actriz filmó un videoclip con él para el disco Cómplices (el nombre no podía caerles mejor a los rumores maliciosos). Para darle ambiente al tema Te desean, ambos caminaban por una playa desierta, con arrumacos y caricias furtivas incluidas, acompañando las frases románticas del clip. ¿Esa es la única conexión que se puede rastrear entre El Sol y Lucila? Atención: hay quienes afirman que, para ese entonces, algo había sucedido entre ambos. Y que, sorprendidos durante la gira que el cantante llevaba a cabo por Estados Unidos, se identificó a Lucila como “una misteriosa compañía”. Lo que nadie sospechaba era que podía tratarse de Polak, quien en ese entonces estaba en pareja con el actor que le dio vida a Sérpico. Sin poder confirmar la versión, el rumor seguirá instalado, a la espera de las distintas desmentidas.

EL SUEÑO AMERICANO. Lucila –hija del abogado y político Federico Polak, de estrecha relación con el ex presidente Raúl Alfonsín, de quien fue vocero– lleva alrededor de una década intentando fortuna en el ambiente hollywoodense, sin demasiada suerte. Obtuvo papeles en pequeñas producciones, participó de varios castings y aclaró una y mil veces que haber sido la pareja de Al Pacino no le abrió tantas puertas como la gente imagina. Ya separada del exitoso modelo Máximo Morrone, con quien tuvo a su hija Camila (14), conoció al intérprete de Scarface durante una cena que dio un poderoso abogado en Los Angeles. Confesó que, a pesar de haberse enfrascado en una seductora charla con él, que duró más de una hora sobre la terraza, no sabía de quién se trataba. Ni siquiera había visto El padrino...

El pasado verano, Lucila y su hija estuvieron veraneando en Punta del Este, sin la presencia de Al. “Todavía no conoce la Argentina. Me encantaría que viniera, pero no le gusta para nada el acoso”, reconocía Polak cuando nada hacía presumir que en unos pocos meses sobrevendría la crisis. Y el final de una relación que se alimentaba de las pequeñas cosas, como las galletitas de limón Havanna, que Pacino solía pedirle a su novia. Luis Miguel, por su parte, terminó hace poco su noviazgo con la modelo estadounidense Brittny Gastineau, quien al parecer lo tenía bastante cansado: no paraba de dar detalles de la convivencia a través de las redes sociales. Y eso, lo sabemos todos, pone de muy mal humor a Luismi. ¿Será Lucila la chica que estaba necesitando? Más discreta, igual de impactante y con muchas armas de seducción, la argentina pisa fuerte en el esquivo corazón del cantante. Será cuestión de esperar al próximo bolero, a ver cómo sigue la historia.

La última incursión de Luismi en Las Vegas, que coincidió con la pelea entre Maravilla Martínez y Julio César Chávez, terminó de revelar la verdad entre ambos. Allí, el crooner no dudó en incluir a Polak en su propio show.

La última incursión de Luismi en Las Vegas, que coincidió con la pelea entre Maravilla Martínez y Julio César Chávez, terminó de revelar la verdad entre ambos. Allí, el crooner no dudó en incluir a Polak en su propio show.

Risas, miradas que lo dicen todo, y un amor que ganó las páginas de las revistas del mundo. Luismi y Lucila, aunque quieran, ya no pueden esconderse. Belleza sin fronteras.

Risas, miradas que lo dicen todo, y un amor que ganó las páginas de las revistas del mundo. Luismi y Lucila, aunque quieran, ya no pueden esconderse. Belleza sin fronteras.

A los 33 años, Lucila dejó atrás su carrera como modelo, para intentar suerte en el competitivo mundillo de Hollywood. Ser la mujer de Pacino  no la ayudó demasiado.

A los 33 años, Lucila dejó atrás su carrera como modelo, para intentar suerte en el competitivo mundillo de Hollywood. Ser la mujer de Pacino no la ayudó demasiado.

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