“Alfredo es romántico, transparente… un tierno” – GENTE Online
 

“Alfredo es romántico, transparente… un tierno”

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Mariela, dígame: ¿cómo hizo De Angeli para conquistarla?
–El sabía que a mí me agradaba y es un hombre que no pierde el tiempo. Fiel a su estilo, imponente, fue directo al grano. Me sacó tan rápido que no me dio tiempo ni de pensar.

–¿Podría decirse que Alfredo es un padrillo cotizado?
–Ja, ja. Sin doble sentido, te digo que me encanta su forma de ser. Alfredo es romántico, transparente… Un tierno, una persona completa y hermosa.

–¿En algún momento se lo confundió con su hermano?
–No, Alfredo puede ser parecido a otra persona, pero lo conocería con los ojos cerrados, porque es un ser único.

¿Se acuerda de aquel gaucho de boina borravino, bombachas batarazas y camisa a cuadros, que gritaba “¡minga nos van a poner de rodillas…!”, con la dentadura incompleta? El hombre ha cambiado. Se lo nota aggiornado. Ya no grita, contesta pausado, y ahora lo vemos de camisa blanca, saco y pantalón de vestir oscuro: elegante sport que le dicen. Entre sus íntimos, Alfredo De Angeli (52) acepta –en voz muy baja– que su cambio de estilo tiene un motor: una mujer. “Sí, che, estoy enamorado…”.

Ahora camina entre los corrales de la Sociedad Rural y ostenta su título de neo-galán obtenido hace poco más de un año. Cuando llega a un lugar público, “el Alfredo” parece meterse en la piel de un ídolo de la talla de Sandro. Y el target de “sus nenas” es muy amplio: chicas de cuarenta, cincuenta… y también de 60.

Aunque a él, parece, le gustan un poco más jóvenes. Sobre todo por la rubia de pantalones ajustados que lo sigue de cerca. Ella lleva un tapado de lana merino, botas y bolso de cuero Blaqué –de producción entrerriana–, gafas Karina Rabolini y un reloj Cartier. ¿Quién es la distinguida dama? “Soy la novia de Alfredo…”, se presenta algo tímida, justo cuando cumplen cinco meses de noviazgo.

Su nombre es Mariela Allaix (37, quince años menor) y pertenece a una familia de productores descendientes de inmigrantes suizos e italianos. Hace un año, junto a sus primos y su hijo Mauro (12), estuvieron en cada corte de ruta en Colón, aunque ella es de otro palo: el fashion. Sí, la novia de Alfredo De Angeli pertenece al mundo de la moda. Vivió en Europa durante parte de 2002, se perfeccionó y hasta diseñó el vestuario de las taquilleras chicas pop Ella baila sola. Aquí –entre Colón y Baires– tiene su propia empresa, que exporta a Brasil, España e Italia. Además, emplea a más de cincuenta jubilados y discapacitados, que trabajan sus tejidos de lana.

CUANDO ALFRED CONOCIO A MARY. “Desde que nos vimos, no nos separamos más…”, jura ella. El encuentro se dio el último día de febrero de este año en Bolacua, un club de campo de Hugo Rodríguez, un industrial y hotelero de Colón. El empresario le festejaba el cumpleaños a su mujer, Rita, y creyeron que era el momento ideal para una presentación. “Tenemos una chica para vos…”, le dijeron a De Angeli. Mariela se había cruzado con el líder de la Federación Agraria de Entre Ríos en varios cortes, pero Alfredo siempre estaba en otra cosa. “El año pasado lo quise saludar un par de veces y él no me dio ni la hora…”, comenta. Pero aquella noche todo cambió. La reunión fue divertida, y su centro fue el extrovertido gaucho, que terminó de conquistar a la diseñadora con sus historias y su verborragia habitual.

–¿Cómo siguió la historia, Mariela?
–Me había acostado a las cinco de la mañana. A las nueve y media, me llama Alfredo y me invita a viajar a Capital, inventando todas las excusas posibles: “¿Me acompañás a Buenos Aires? No me animo a viajar solo y los muchachos que me acompañan no pueden venir…”.

–Imagino una cena romántica en Puerto Madero…
–¡No! Fuimos a un programa de televisión y, antes de volver, comimos un sándwich de jamón y queso en un barcito de Palermo. El no fuerza situaciones: se muestra como es, sencillo.

–¿El sábado decidieron “blanquear” la relación?
–En realidad nunca nos escondimos, pero es la primera vez que lo acompaño a un lugar tan expuesto. Igual se iba a dar, porque hace cinco meses que no nos separamos.

–¿Le molesta que reparta tantos besos entre sus fans?
–Es que Alfredo es muy auténtico, simpático, y yo respeto lo que él eligió. Lejos de ponerme celosa, me emociona escuchar las cosas que le dice la gente, es muy fuerte.

–Es cierto que usted trabajó para Karina Rabolini?
–Sí, el 16 de febrero hicimos las gráficas de su campaña en Colón. Usamos mi ropa y quedó encantada.

–¿Qué va a decir Scioli cuando sepa que Rabolini contrata a la mujer de un opositor?
–Alfredo ha criticado mucho al Gobierno, y eso tal vez no le guste al gobernador. Pero Karina es una mujer independiente y quiso trabajar conmigo. No hay que mezclar la moda con la política.

–Hablando de moda, ¿usted le cambió el look?
–Alfredo me pide que me ocupe, y a mí me gusta ayudarlo. ¡Le prohibí esas chombas que usaba antes! Un día lo vi por tele en el Congreso y le dije: “Ese bremer gris no va más…”. El no está pendiente de su imagen, porque no tiene que vender nada: lo suyo es un concepto más profundo. Tampoco quiero cambiarlo, porque me encanta como es…

–¿Tienen pensado convivir, o es muy pronto?
–Ahora queremos disfrutar esto. Estamos mucho tiempo juntos y nos organizamos para tener nuestras reuniones en Buenos Aires los mismos días, y acompañarnos. Pasamos mucho tiempo en el campo, porque con Alfredo es difícil estar tranquilos en lugares públicos.

–Tendrán que hacer un viaje por Europa...
–Sí, ya lo tenemos pensado. Queremos viajar a Venecia y al sur de Italia, donde están las raíces de la familia De Angeli…Mariela es separada, tiene un hijo, vivió en Europa y es diseñadora de modas. “Lo estoy aggiornando”, acepta. Y en los nuevos trajes de De Angeli se nota.

Mariela es separada, tiene un hijo, vivió en Europa y es diseñadora de modas. “Lo estoy aggiornando”, acepta. Y en los nuevos trajes de De Angeli se nota.

Mariela es diseñadora de modas y marca su propio estilo. El sábado, en la Rural, llevó un saco de su colección, tejido con dos agujas en lana merino que hilan ellos mismos. Su reloj  es un Cartier, y el anillo que luce en su índice es regalo de su hijo Mauro. Las gafas, de Karina Rabolini, a quien le produjo la campaña otoño-invierno.

Mariela es diseñadora de modas y marca su propio estilo. El sábado, en la Rural, llevó un saco de su colección, tejido con dos agujas en lana merino que hilan ellos mismos. Su reloj es un Cartier, y el anillo que luce en su índice es regalo de su hijo Mauro. Las gafas, de Karina Rabolini, a quien le produjo la campaña otoño-invierno.

Alfredo con un look muy distinto al que le conocimos en tiempos de su “¡minga nos van a arrodillar…!”. Ahora viste de elegante sport, pero conserva el carisma de siempre. Y se nota que le sirvió para conquistar a su novia, quince años menor.

Alfredo con un look muy distinto al que le conocimos en tiempos de su “¡minga nos van a arrodillar…!”. Ahora viste de elegante sport, pero conserva el carisma de siempre. Y se nota que le sirvió para conquistar a su novia, quince años menor.

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