«Al vestuario de Las Leonas no entra un solo hombre» – GENTE Online
 

"Al vestuario de Las Leonas no entra un solo hombre"

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Tener un hijo sería el mejor gol de mi vida, pero por el momento sólo
pienso en llegar a la final del Mundial”. Vanina Oneto se debate entre la
ambición de la jugadora de hockey con vistas al próximo mundial
de Australia y la de mujer. Ahora resume su vida y su carrera en números:
“Tengo 29 años, hace 18 meses que estoy casada con el médico
gastroenterólogo Andrés Findor, hice 128 goles en 167 partidos oficiales,
conseguí 8 títulos internacionales con la selección argentina,
juego en San Fernando, estudio periodismo y cobro una beca de la secretaría
de Deportes de 800 pesos al mes”. Supone que el 2004 será un buen
año para tener un hijo. Y quienes la conocen aseguran que está acostumbrada
a lograr las metas que se propone…

–¿No sentís
que el hockey te relegó como mujer? Varias veces dijiste que te gustaría
ser madre…

–Para nada. Ser mamá es un sueño, pero
creo que todavía no llegó el momento. Tengo pensado jugar hasta
los Juegos Olímpicos de Atenas en el 2004 y retirarme con el oro. Yo muero
por ser madre, pero quiero serlo full time y ahora sería muy difícil.
Mis hijos van a tener prioridad absoluta: el día que tenga uno, chau selección,
chau hockey, chau todo.

–¿Cómo hacen Las Leonas para
mantenerse exquisitas pese a practicar un deporte tan rudo?

–Fácil:
nos maquillamos los moretones… (ríe). La estética femenina
la cuidamos siempre. ¿Sabés qué hacemos las jugadoras 20
minutos antes de salir a la cancha? Estamos todas maquillándonos frente
al espejo. Eso sí: cuando entramos al campo de juego nos olvidamos de todo.
Pero fijate que cuando una jugadora se cae, apenas se levanta, empieza a retocarse
la pollerita y el pelo.

–Hasta ahora siempre han cosechado piropos
por parte de la platea masculina. ¿Qué es lo que más seduce
a los hombres de una jugadora de hockey?

–Todos se ratonean con nuestras
piernas. Les llama la atención que una mujer tenga el cuerpo bien marcado:
piernas, abdominales, etcétera. Me acuerdo de cuando estábamos en
China y salíamos en tops: todos los hombres nos miraban enloquecidos. Por
lo demás, preguntale a mi marido…

–Preferiría
preguntárselo a tus compañeras de equipo. A propósito: ¿cómo
es un vestuario de Las Leonas?

–¡Eso es algo que un hombre nunca
va a saber! (ríe). En el vestuario de Las Leonas no entra ni un solo hombre.
Por una cuestión de cultura, las jugadoras de hockey argentinas somos más
bien pudorosas y nos bañamos en duchas individuales, con cortinas. Es un
trámite: nos bañamos rápido, nos cambiamos, y listo. Sé
que en Europa es diferente, allá se bañan todas juntas… El
resto, lo de cantar y festejar, siempre está, como en todo vestuario. También
están las que se enojan y golpean armarios.

–¿Te
molesta que siempre las comparen, desde el punto de vista de la popularidad, con
la selección de fútbol?

–Es un orgullo, me encanta el
fútbol. Si alguien viene y me pregunta: “¿qué es el
hockey?”, yo le digo que es lo mismo que el fútbol: son once contra
once que corren detrás de algo redondo. Además, es el mismo planteo
táctico-técnico. La diferencia es que en el hockey no hay off-side
y hay que hacer los goles desde dentro del área. Es por eso que la gente
se enganchó tanto con nosotras. Y por los resultados, por supuesto: en
los últimos años ganamos la medalla de oro en los Panamericanos
de Winnipeg 1999, la de plata en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 y
fuimos campeonas del Champions Trophy 2001 en Holanda…

–En
China fueron subcampeonas. Si no ganan el oro en Australia, quizás algunos
medios hablen de fracaso…

–Puede ser. Es por culpa del exitismo
que hay en la Argentina. A la gente le cuesta entender que tanto en el hockey,
en el fútbol o en cualquier otro deporte, te puede ir bien o mal. El margen
de error es inmenso, por eso no creo que la selección de fútbol
haya fracasado. Además, que alguien comente que un jugador con la camiseta
argentina puesta vaya para atrás me parece inconcebible.

–¿Cómo
imaginás tu futuro: levantando nuevos trofeos o cambiando pañales?

–En
ese orden: espero levantar la Copa del Mundo, jugar los próximos Juegos
Olímpicos y después ser mamá.


por Manuel Sarrabayrouse
fotos:
Christian Beliera

Vanina Oneto luce orgullosa la medalla de plata que consiguió junto a Las Leonas en la última edición del Champions Trophy.

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Con cinco tantos, se consagró como goleadora del torneo.

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