-Okay, ¿dónde quieren que hagamos el re
portaje: acá abajo, en la estación de
servicio, o allá arriba, en un sitio que jamás en sus vidas olvidarán? -consulta
él.
-…
-Listo. Suban que los llevo.
Pantalones camuflados verdes ("Ideales para experiencias exigentes"), camiseta
blanca sin mangas ("El sol local te tuesta fuerte"), alpargatas gastadas negras
("Sólo es más cómodo andar en patas") y cabello y barba rubios ("Me pegué un
baño para homenajearlos"). Resuelto, ante la falta de respuesta, el muchacho
mete el cambio y acelera lento. "Disculpá, hermano -le pregunta rato después a
un anciano-. ¿Cómo encaro hacia la Garganta del Diablo?". "Derecha -le
responden-. Pero, ¿vos no sos…?". Sonríe y avanza. "¿Los acerco -invita a un
grupo de turistas que trepa lentamente el ripio-. "¡Genial! -saltan de un
tranco-. Pero, ¿vos no sos…?". Acepta y continúa. "Jefe, ¿ya nos pasamos del
mirador?" -le consulta a un baquiano, cuando las piedras del sendero prenuncian
casi el fin del mundo-. "Sí, amigo -le confirman-. Pero, ¿vos no sos…?". Es. Es
Facundo Arana (30) quien media hora luego estaciona su Toyota Hilux modelo 1997
gris a 2856 metros de altura, frente al cordón montañoso de Tilcara.
-Llegamos. ¿A que nunca hicieron una nota subidos tan alto? -comienza a preparar
el mate de cuero.
-…
-Entiendo que se queden mudos. Hace dos meses y una semana que a mí me viene
sucediendo lo mismo.
"PRIMERO, MI PAIS". En realidad, no hace dos meses y una semana sino siete años
que Jorge Facundo Arana Tagle empezó a hacer el viaje. Sólo que en la mente.
Tras aquel debut actoral con Canto rodado (93), su carrera tomó tal vértigo que
jamás pudo bajarse del carrusel laboral. Tanto que decidió comenzar a indagar
las virtudes de su tierra durante los descansos de trabajo que la fortuna le iba
entregando en el interior. Así descubrió parte del sur (Río Negro, Neuquén),
cuando filmaba la película Chiquititas, Rincón de luz (enero/marzo 2001), y así
descubrió parte de Misiones, cuando grababa la novela Yago, pasión morena (abril/agosto 2001).
"No obstante, siempre lo tomaba como una actividad dentro
de otra -confía-. Anhelaba convertirla en prioridad. Por dos razones extra. Una,
que no concibo conocer el extranjero sin haber conocido antes profundamente mi
suelo. Y dos, no creo que afuera haya mejores lugares que en la geografía que
nos tocó durante la repartija del planisferio". El epílogo de 099 Central, a
inicios de noviembre, le regaló la posibilidad de consumarlo. Claro, ya había
comprado la casa rodante.
"Usada, de 2,2 x 3,40 x 2,10 metros. Con baño, ducha, cama chica de dos plazas,
cocina, mesa. Pensábamos recalar en terrenos bravos; ¿para qué una a estrenar? Chequeé que estuviera bien el chasis, le compré ruedas reforzadas y listo",
explica. Y pronto aparecieron los amigos ofreciendo accesorios. Hasta uno
médico, que preparó el botiquín. Isabel (Macedo, 26, su pareja y colega) se
encargó de organizar detalles. Antes de partir, pasaron lista, coincidiendo en
cargar lo indispensable: 1 par de zapatillas para trekking, 1 de alpargatas, 1
de zapatos de neoprene, 2 musculosas, 1 camiseta, 2 buzos, 1 campera abrigada, 2
ponchos. Todo duplicado. Aparte de pilas ("Tratamos de evitar sustancias
inflamables, como el gas"), provisión de fideos, arroz, sardinas en lata, agua
potable y galletas. En el diciembre recién nacido, dejaron Buenos Aires
acompañados por Pampa, su ovejero húngaro kubasz. "Ahhhh -interrumpe Arana-,
y
una bitácora de viaje de National Geographic que vamos llenando".
"¿EXISTIRA UN PUEBLO SIN LA CALLE… LEON GIECO?". A sus palabras, Facundo le suma
el mapa Rutas Argentinas que ahora despliega sobre la camioneta, mientras relata
los tramos transcurridos. "Anotá cada parada efectuada", invita como intentando
puntualizar para más tarde explayarse. No lo logra. Casi todos los destinos le
roban un comentario. Palermo, Zárate, Entre Ríos ("¿Puede ser que cobren los
bonos con 30% de recargo?"), Gualeguay, el río Uruguay ("Sobre cierto pequeño
lago que forma vimos con asombro un tornado"), Concepción de Uruguay ("Justo
José de Urquiza al alcance de la mano"), Villa Elisa, Parque Nacional El Palmar
("El país tiene 32 parques nacionales. Conozco 5 y cada uno al que ingreso me
resulta más rico en flora y fauna que el anterior"), Federación ("Localidad cuya
ciudad original quedó bajo el agua por la construcción de la Represa de Salto
Grande. Una herida que nunca cicatrizará"), Parque Nacional Pre Delta y Capital
Federal.
Respiro y breve aclaración de Facundo: "Regresamos para las Fiestas. En enero
fuimos a Miramar, mi balneario veraniego, surfeamos y regresamos a encarar la
segunda partida, retrasada cuatro días por mal clima. Coincidimos con Isabel en
evitar viajar de noche y con tormenta". Entonces, retomaron. Ruta 9. Santa Fe.
Rosario. Cañada de Gómez. Córdoba. Villa María ("¡Qué belleza!"). Villa Allende,
Sierras Chicas ("Asfalto perfecto, un festival de imágenes"). Jesús María. Deán Funes. Tucumán ("Buscamos sábalos dentro del río en el que mi tío Hugo me enseñó
a cazarlos con lanza. Quedaron riquísimos"). Lules. San Salvador de Jujuy.
Salta. Metán ("Historia e historia"). Jujuy nuevamente. Salinas Grandes ("Aunque
no lo crean, yendo por la Cuesta del Ipan se nos apunó la camioneta. No sé de
mecánica y me pegué un c…"). Tiraxi, cerca de Yala ("Ahí se perdió Pampa. No la
encontrábamos. Apareció a la vera del río con la pata trasera lastimada.
Desbarrancó fiero. De no hallarla, nos quedábamos"). Calilegua. Purmamarca.
Tilcara. ("¿Existirá un pueblo sin la calle… León Gieco?").
"ADONDE EL VIENTO NOS LLEVE". Sabe el porteño que será complicado compilar las
cuatro horas de entrevista. "Confío en tu síntesis", desafía quien de viaje
despierta a las 6AM ("Los cambios de sensación térmica te obligan. Hemos sentido
de 0 a 56 grados"), jura haber probado el té de coca y haber observado todos los
amaneceres, atardeceres y noches posibles ("Conmueve ver interminables estrellas
fugaces y satélites"), y suele preparar asados y guisos, aunque cae rendido ante
las comidas regionales. Quien acostumbra a bañarse y lavar la ropa en los
espejos de agua ("Sin jabón, para cuidar la naturaleza"), añora su saxo, no
compra diarios ni ve televisión, y escucha las radios locales. Y quien cayó
rendido ante su mujer: "Me sorprendió Isa. Usa machete, como yo, trepa cerros,
como yo, se mete en desiertos y selvas, como yo, maneja y cocina genial. Cuando
regreso un par de días al centro por equis campaña, se queda encargada. Es una
leona con cuerpo de bambi. ¡Me-a-pu-né-an-tes-que-e-lla! Adorable".
-¿También lo maravilló la gente que conoció?
-Esto es 50% paisaje, 50% gente. Encontré mucha pobreza digna. Del estilo
"aunque no pueda mandar a mis hijos al colegio, yo les enseñaré a leer". Nadie
te pide; te venden. Hablé con el jefe piquetero de acá, don Romero, y me
impactó: "Cuidamos y respetamos a los turistas. Lo nuestro se llama hambre, no
circo". La policía de Tucumán te detiene para sugerirte qué visitar, no para
coimearte. Palpé un enorme sentimiento de pertenencia. El que tanto necesitamos
como país. No escuché piropos. Sin embargo, me asombraron las miradas.
Transparentes y sinceras. Modestamente, sentí que algunas mujeres me piropeaban
con los ojos. Y obvio, confirmé que las argentinas son las más lindas del mundo.
-¿Y cómo sigue, si sigue la travesía? Rechazó ofertas de los canales 9, 13,
Telefé y del extranjero. ¿Año sabático, Arana?
-Dudo. Tal vez para junio… Iremos adonde el viento nos lleve. Lo único seguro es
que ni imaginamos cuándo regresaremos -redondea con sus ojos más celestes que
nunca. Quizás el reflejo de tanto cielo puro.
por Leonardo Ibáñez
fotos: Alejandro Carra
(enviados especiales a Tilcara y Purmamarca, Jujuy)
No creo que afuera haya mejores lugares que en la geografía que nos tocó durante la repartija del planisferio",
piensa.
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La imponencia de Purmamarca, en Jujuy, con los cerros multicolores, y el carisma de Arana, en lo alto, con su sonrisa plena de satisfacción. "No creo que afuera haya mejores lugares que en la geografía que nos tocó durante la repartija del planisferio",
piensa.
Olí aromas indescriptibles, oí sonidos de animales que no podría precisar. Ví colores salidos de la paleta de un pintor. El país que habitamos es cosa seria"
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"Olí aromas indescriptibles, oí sonidos de animales que no podría precisar. Ví colores salidos de la paleta de un pintor. El país que habitamos es cosa seria"
