El vértigo de la campaña lo hizo perder entre cinco y seis kilos, pero a Pino, quién le quita lo bailado... Sí, Fernando Ezequiel Solanas (73, el director de películas tan premiadas como La hora de los hornos, Los hijos de Fierro, El exilio de Gardel o Sur) fue uno de los grandes ganadores del 28 de junio. La fuerza que encabezó, el movimiento Proyecto Sur, obtuvo en Capital Federal el 24.2 por ciento de los votos y ocupó el segundo lugar, detrás de Gabriela Michetti del PRO, que alcanzó el 31.1, postergando a Prat Gay (y a Lilita Carrió) y a Carlos Heller, el candidato K.
Pino había llegado relativamente temprano a su centro de campaña en el hotel Bauen, después de votar en la mesa 3601 del colegio San Marón, en Paraguay al 800, y una innegociable siesta. Antes había desayunado en su casa y almorzado un típico puchero en El Globo. En su gran día, Solanas estuvo con sus amores: sus hijos Juan y Victoria, su nieta Paloma, y su mujer desde hace 16 años –y quinta esposa–, la actriz Angela Correa, recién llegada desde Brasil con Flexa, el hijo de ésta.
Nacido en Olivos, peronista e hincha fanático de Estudiantes de La Plata (ya sueña con la Libertadores), Pino –que ya fuera diputado nacional por el Frente Grande entre 1993 y 1997– no anduvo con vueltas a la hora de las declaraciones después de conocerse los cómputos: “Para nosotros no fue una sorpresa, porque notamos que estábamos creciendo mucho en las últimas semanas. La verdad es que creo que somos buenos porque los demás son muy malos. Ahora la elección se terminó y hay que afrontar la realidad, que indica que debemos terminar con el crimen del hambre y la indigencia. Ahora hay que poner en marcha el país”.
Por lo pronto, en su bunker nadie pasó hambre mientras se esperaban los resultados: no hubo delicateseen como en otros lugares; sí unos impresionantes sándwiches de milanesa para el catering, que fueron el comentario de la noche. A propósito, Pino destacó lo popular del menú impuesto a los periodistas, y luego subió la apuesta con relación a la performance de Néstor Kirchner y el oficialismo: “Los cimbronazos ayudan a bajar a la Señora Soberbia”, comentó. Y aclaró respecto al futuro de su proyecto político: “Agradezco el voto lúcido del ciudadano de Buenos Aires, que demostró que estaba esperando una campaña con sustancia. Proyecto Sur comienza a ser la columna vertebral de un movimiento que va a disputar el gobierno de la Ciudad. Pero por supuesto que queremos gobernar la Argentina. No hicimos todo este esfuerzo para dejar que los mismos sigan administrando el país. No tengan dudas de que se vuelve a encender la llama de la reconstrucción del movimiento nacional. Ahora sí vuelven a estar vivas las expectativas de millones de argentinos”.
Pino en su bunker del hotel Bauen, junto a su mujer, la actriz brasileña Angela Correa.
Mostrando su optimismo frente a los resultados, que lo colocaron en un meritorio segundo puesto, detrás de Gabriela Michetti.
